JUEVES 7 DE SEPTIEMBRE DE 2000
Ť Pese a los adelantos científicos, los problemas no han sido resueltos: gobernantes
Se avanza, pero todo está igual o peor, consenso
Ť Afuera del foro mundial de la ONU, también se manifiestan judíos ortodoxos, árabes y budistas
David Brooks, corresponsal, y Rosa Elvira Vargas, enviada, Nueva York, 6 de septiembre Ť Hay consenso: el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, el presidente Bill Clinton y decenas de oradores más se refirieron hoy al hecho de que los grandes avances tecnológicos y científicos de esta era no han sido acompañados por la resolución de los problemas mundiales más graves de la historia: las guerras, la pobreza, las enfermedades y el deterioro ambiental. Todo avanza, pero todo está igual, o peor.
Mientras jefes de gobierno como el colombiano Andrés Pastrana y el chileno Ricardo Lagos, o el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, se enfocaron sobre los grandes desafíos, las esperanzas y los compromisos con un mundo más pacífico y más justo, la lista de problemas y las versiones sobre cómo caracterizarlos se alargó con cada discurso pronunciado en este foro mundial.
Muchos aprovecharon también la oportunidad para presentar sus problemas particulares, como por ejemplo el presidente salvadoreño, Francisco Flores, quien decidió utilizar el foro de la Cumbre del Milenio para revelarse como el gran filósofo de la eterna interrogante de por qué existen países ricos y pobres.
"Cuando la postura de una nación pobre ante el mundo es acusar a las naciones desarrolladas de su pobreza, se produce una transferencia de responsabilidad que termina cerrando toda posibilidad de que esa nación salga de su pobreza", dijo.
Los 99 jefes de Estado, 48 jefes de gobierno, cinco vicepresidentes, un príncipe, seis viceprimer ministros, 21 ministros y siete presidentes de delegación, además de dos dirigentes de alto rango como el palestino Yasser Arafat y el representante del Vaticano que asisten a la conferencia, insisten en que están aquí para comprometerse a resolver los grandes problemas actuales de la humanidad.
Varios citan poetas, otros a premios Nobel, y cada uno, durante sus cinco minutos de fama ante esta reunión mundial, destaca su disposición a participar en cambiar al mundo para bien de la humanidad.
Afuera, en la "zona de protesta" ubicada al otro lado de la Primera Avenida, frente a la sede de Naciones Unidas, se realizan una serie de manifestaciones pequeñas.
En un momento se congregan un grupo de budistas, uno más de árabes, y otro de judíos radicales contrarios al gobierno laborista de Israel. Pasan otros más para exigir paz o protestar contra las injusticias económicas y de género, las tiranías.
Adentro y afuera de la sede de la ONU se denuncia la guerra, la falta de equidad económica y política, el deterioro moral y ambiental del mundo.
Hay consenso. El mundo no está en muy buenas condiciones. Mañana continuarán analizando el hecho.