MIERCOLES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2000

El archivo de Marta

 

* José Steinsleger *

La hermosa entrevista de Blanche Petrich a Marta Ventura de Selser, en la que se habla del legendario archivo periodístico de Gregorio Selser (La Jornada, 1/09/2000), coincidió con la primera reunión de presidentes sudamericanos, celebrada en Brasilia, y lo dicho en la víspera por el presidente William Clinton en Cartagena de Indias: "Los tiempos del imperialismo yanqui han quedado atrás".

Resulta inevitable articular lo anterior con la "cláusula democrática" incluida por los gobernantes en el Comunicado de Brasilia y el subsecuente comentario del presidente venezolano Hugo Chávez: "ƑAcerca de qué tipo de democracia es esa cláusula? Si está apuntada la participación del pueblo en la toma de decisiones y en los procesos, yo la aplaudiría por cien años. Pero la democracia representativa no nos sirve a los americanos de esta latitud. Necesitamos ir mucho más allá".

šQué festín periodístico nos hubiese regalado Gregorio Selser! Sin embargo, la entrevista de Blanche fue también un modo de prevenirnos sobre el incierto destino del patrimonio que contiene la memoria antimperialista más ordenada y completa de América Latina.

ƑQuién fue Gregorio Selser? Creo que de habernos dictado su biografía, Gregorio lo habría hecho así: "Nací en Buenos Aires en 1922, año en que se constituyó la Unión Sindical Argentina, se produjo la masacre de obreros de Guayaquil, cesó la ocupación de Estados Unidos en República Dominicana, se decretó el derecho de huelga en Colombia, se creó la Federación de Estudiantes de la Universidad de La Habana y un grupo de congresistas de Washington propuso que Puerto Rico sea 'Estado libre asociado' ".

Sesenta y nueve años después, tras de escribir y publicar toneladas de textos que formaron la conciencia antimperialista de varias generaciones, Selser murió en su casa de ciudad de México, ubicada en la premonitoria calle de Patriotismo. ƑY cómo hubiese cerrado su hoja de vida? Supongo que así:

"... y morí cuando la elite intelectual de América Latina fue cooptada por los asesores del presidente Reagan por medio de donaciones, becas y premios. Puesto que lo que más codician los intelectuales son la consideración y el reconocimiento, tal programa los atraería' " (Documento de Santa Fe I, apartado F, "Educación", mayo de 1980).

Profecía cumplida. En los años que siguieron a la muerte de Selser (1991), las universidades latinoamericanas empezaron a ser sometidas a los planes educativos del Banco Mundial, en tanto otras instituciones se reciclaban en filiales de las fundaciones estadunidenses, haciendo de sus investigaciones una colección de papers a tantos dólares la palabra.

Porque entre la pluma de ganso de Thomas Jefferson, el archivo de tijera y engrudo de Marta y la note-book de William Clinton... Ƒcambió algo en la percepción de Estados Unidos hacia América Latina? En Cartagena de Indias, Clinton negó que detrás del Plan Colombia estuviese la mano intervencionista de Estados Unidos. O sea lo mismo que dijo Teodoro Roosevelt en 1903, cuando negó que su gobierno estuviese detrás de la partición entre Panamá y Colombia.

La puesta en marcha del Plan Colombia tiene lugar en una América Latina que carece del vigor antimperialista de otras épocas. Nuevos genocidios asoman en el horizonte y nada indica que haya voluntad política para impedirlos: los gobernantes confunden al Estado con la iniciativa privada; los politólogos mo-thernos sugieren que en Chimalhuacán se aplique el modelo democrático de Holanda; los académicos tienen dificultades para ubicar las capitales de América Latina en el mapa y muchos intelectuales menosprecian el legado de Gregorio Selser porque se convirtieron en lo que se convirtió Gregorio Samsa en La metamorfosis.

Ajustándose el monóculo, los doctores de la modernidad autocomplaciente dicen: "Es que los tiempos cambian... ya no vivimos en los años 70...". ƑPero "nostalgia" de los 70 o ponderación de una época que expresó la conciencia acumulada en siglo y medio de independencia republicana? En el archivo de Marta y Gregorio se pueden aclarar muchas de estas dudas. *