MIERCOLES 6 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Aborto: el escenario legal/ III

 

* Arnoldo Kraus *

En esta ocasión el tema del aborto fue sacado de su letargo, por una de las vías más flacas, discutibles y, quizá, la más indeseable. La del Estado. La demarcada a partir de las leyes de un Estado alejado de la moral, de la ética, e incluso, de "lo humano". Cuestionables son los derechos de un gobierno que a través de los años ha sembrado impunidad, inmoralidad y generado millones de pobres y desigualdades en todas las esquinas del territorio mexicano. ƑTiene un Estado así suficiente asunción y derechos sobre sus ciudadanos? ƑTienen los diferentes gobiernos que conforman este país razón para decirle a las madres embarazadas "lo que pueden" y "lo que no pueden"? ƑTienen, después de ser adalides en violaciones a los derechos humanos y ocupar los primeros lugares de corrupción en el mundo, moral suficiente para decidir lo que desea una mujer violada cuando tienen infinidad de querellas a las cuales responder?

Este agosto mexicano tronó por lo flaco: la moral guanajuatense, hidrocálida, regiomontana o tapatía hiede. Malestar en torno al aborto, a los homosexuales, arcángeles en lugar de Juárez o destrucción de pintura son sucesos en gobiernos panistas. Son, suma de ese mal invisible que penetra y destruye todo, la intolerancia. ƑPueden gobiernos intolerantes exigirle a sus ciudadanos cómo comportarse, cómo ser? No es válido determinar la conducta de los seres humanos cuando la intolerancia y el desconocimiento de la alteridad como urgencia bioética son enormes.

Pero, seamos justos. Al hablar del aborto, el abaratamiento político es evidente, contagioso. A la iniciativa guanajuatense --PAN-- siguió la del Distrito Federal --PRD-- y, por, ahora, culminó en Morelos, con la suma de PRD y PRI contra el PAN. Los resultados de estas propuestas son muy importantes, pero igualmente lo es nuestro achaparramiento político cuando en aras de cualquier triunfo se llevan a cabo alianzas impensables o se decide en el DF impulsar "leyes modernas" acerca del aborto como respuesta al panismo guanajuatense. Concuerdo con la posición capitalina, pero hubiese sido más sano someterla a juicio seis meses o dos años antes. La turbiedad de nuestra política es precisamente eso: turbiedad y pobreza. Por lo mismo, la esperanza desmesurada a favor de Fox es, ante todo, la idealización de lo desconocido.

Un breve repaso de algunas discusiones acerca de la legalidad del aborto sirve para ilustrar el problema y fomentar la discusión: 1) En 1999, la niña Paulina de 14 años fue violada por un drogadicto. El gobierno de Baja California --a nivel mundial se habla de México-- sumó opiniones médicas y religiosas y prohibió el aborto. 2) En Sinaloa 2000, una niña indígena, tras haber sido violada durante cinco años por su tío, cuando tan sólo tenía 13 años, quedó preñada. A esa edad, el útero aún no está formado, "no es fuerte", por lo que la posibilidad de muerte para producto y "madre" son latentes. El encargado del Sistema Estatal de Salud --desconozco su nombre-- afirmó que jamás ordenaría el aborto "por principios religiosos". 3) El número de mujeres que desean abortar en México se desconoce. Se sabe, en cambio, que la posibilidad de morir, de esterilidad permanente, de orfandad de los ya nacidos, de enfermedad psíquica y física, se incrementan en forma proporcional a la pobreza de la embarazada. Al menos, mil 500 mujeres mueren cada año víctimas de una legalidad sesgada y elitista. Es evidente que nuestros gobiernos no tienen la mínima calidad ética para legislar ni ordenar en estos ámbitos, amén de que las cuestiones morales del aborto no las resuelve la ley.

En el marco mexicano es irrisorio que no se consideren las desigualdades, sobre todo notorias en el campo de la salud, antes de discutir acerca de si el aborto es un asunto público --legal-- o privado. Toda mujer, por ser humana debería tener derecho a decidir. Toda mujer víctima de un delito, víctima de violencia familiar, de un delito sexual o víctima de exclusión y marginación, debería, bajo una ley armónica y "humanizada", saber que no sólo puede optar por lo que más le parezca, sino que cuenta con el apoyo legal de su gobierno.

Imposible bajar la guardia. Imposible no sentir desconfianza si se pretende que las violadas --Baja California dixit-- prosigan su embarazo, si se equipara a perros con homosexuales como sucedió en Aguascalientes --omitieron enlistar negros, mujeres, judíos--, si se sustituyen en sitios públicos imágenes nacionales por religiosas --Nuevo León--, y otros avatares igualmente impensables pero reales. ƑExistirá espacio para las diferencias? El disenso como filosofía, la tolerancia como norma, la educación como característica política, parecen términos inexistentes dentro del famosísimo "voto útil". *