MARTES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Instan a la jerarquía católica a no generar más enconos entre grupos sociales


Piden tolerancia a la Iglesia legisladores de PRD y PRI

* Responden a señalamientos de la Arquidiócesis sobre las reformas en materia de aborto

Raúl Llanos Samaniego * La Iglesia católica debe asumir una actitud tolerante y no generar más enconos entre los grupos sociales, por el tema de las recientes reformas aprobadas al Código Penal en materia de aborto, afirmaron ayer diputados locales de PRI y PRD, quienes consideraron que ellos también deberían aportar, desde su campo de acción, elementos para resolver ese problema y no limitarse únicamente a la crítica.

Antonio Padierna y Angeles Correa, del PRD, así como Luis Miguel Ortiz Haro, del PRI --cuyos partidos en la Asamblea Legislativa, junto con la bancada del PT, avalaron el no sancionar a las mujeres que recurran a esa práctica cuando se trate de una violación, malformación congénita o bien inseminación no consentida--, expresaron que los jerarcas católicos deberán entender cuál es el límite entre el ámbito político y el espiritual y religioso.

Es de mencionar que el órgano oficial de la Arquidiócesis de México, el semanario católico Desde la fe, considera en su número más reciente que con las reformas al Código Penal se "legaliza el asesinato" y asegura que "una sociedad sana no vota por la muerte".

Al responder a ese señalamiento, Antonio Padierna, todavía presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia de la ALDF, y quien elaborara el dictamen de las multicitadas modificaciones legales para ampliar las causales de la interrupción del embarazo, dijo que el tema del aborto es un asunto delicado cuando se discute públicamente.

No obstante, aclaró que los diputados locales que avalaron esas reformas "nunca lo hicimos con la intención de confrontar a ningún sector de la sociedad, ni a la Iglesia ni a nadie. Hemos entendido que se tiene que ver como un problema de salud pública y que requiere atención inmediata, toda vez que es sabido por todo el mundo que se practican abortos clandestinos que están causando la muerte de cientos de mujeres".

Entonces, dijo, es necesario que los diversos grupos sociales como ProVida, la misma Iglesia y otros grupos conservadores identificados con ellos "deberían guardar cierta tolerancia y seriedad en las declaraciones que se hacen con respecto a ese tema". Además, añadió, "creo que desde el ámbito de la teología cada miembro de la Iglesia tendrá también que proveer una orientación a la gente y que permita resolver el problema, no sólo hacer la crítica, sino ayudar a que se llegue al fondo del problema".

A su vez, Angeles Correa comentó que son respetables las expresiones de la jerarquía católica, "pero también ellos deberán ser tolerantes con los partidos y con la sociedad en general". Es un hecho que tendrán que actuar en el marco que le corresponde y no inmiscuirse en cuestiones políticas.

Lo que queda claro, puntualizó la legisladora perredista, es que las mujeres son las que tienen la última palabra, la decisión de recurrir o no a esa práctica; incluso, comentó que la situación es tal que en ese aspecto queda rebasada la influencia de la Iglesia.

Mientras, Luis Miguel Ortiz Haro, del PRI, consideró que "es grave" que haya ese tipo de comentarios en el órgano oficial de la Arquidiócesis de México, pues lo único que propician es la radicalización y el encono de los feligreses hacia los partidos que estuvieron de acuerdo en promover las reformas al Código Penal.

En su opinión, la jerarquía católica "se está extralimitando" en sus funciones, pues una cuestión bien marcada son los hechos políticos y otros muy distintos la defensa de la creencia religiosa, entonces la Arquidiócesis debe sujetarse al papel que le corresponde, y recomendó que esa institución estudie bien lo que se hizo en la Asamblea Legislativa, pues lo que se avaló no fue la despenalización, sino tres causales para no penalizar esa práctica.