MARTES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Deja larga lista de pendientes al próximo encargado
La PGR, rebasada en casos como la operación Casablanca
* El nuevo órgano retomará los asuntos Acteal, Colosio y Posadas
Gustavo Castillo García /II * Jorge Madrazo Cuéllar, el que podría ser el último titular de la Procuraduría General de la República (PGR), dejará una larga lista de pendientes como herencia al próximo encargado de lo que se ha dado en llamar fiscalía federal de la nación, y que sería un órgano más de la secretaría de justicia desde la próxima administración.
De desaparecer la PGR, atrás quedará una historia de 100 años y 34 procuradores. Madrazo Cuéllar como el último de ellos. Sin embargo, un órgano con un nombre distinto deberá continuar con la investigación de los casos Colosio y Posadas Ocampo, además del proceso penal instruido contra más de 100 personas involucradas en la masacre de Acteal (ningún funcionario estatal entre ellos), que dejó un saldo de 45 indígenas muertos y 25 más heridos en diciembre de 1997.
Durante su gestión, Madrazo Cuéllar ha recibido golpes a su credibilidad e igualmente ha obtenido triunfos sonados. Entre estos últimos se cuentan las reformas constitucionales que han permitido avanzar en el combate a la delincuencia organizada y terminar con el despido y reingreso de malos elementos de la Policía Judicial Federal.
Sin embargo, su paso por la dependencia debe dividirse en esas dos vertientes.
A los tres meses de haber sido designado, el principal encargado de combatir el narcotráfico, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, fue acusado de colaborar con la organización de Amado Carrillo Fuentes, conocido como El señor de los cielos.
Por ese motivo, el general fue sentenciado a más de 70 años de prisión, luego de haber sido sometido a juicio.
El 8 de mayo de 1998, se da a conocer que agentes de la DEA y del Departamento de Aduanas de Estados Unidos violaron la soberanía nacional, al realizar investigaciones en territorio mexicano, y que involucró en total a 93 personas, 17 de ellas mexicanas.
Dichas indagaciones fueron consideradas por las autoridades estadunidenses como las más costosas y prolongadas en la lucha contra el narcotráfico y lavado de dinero. En ellas se detectaron a blanqueadores de dinero de los cárteles de Amado Carrillo y de Cali, Colombia, de los hermanos Rodríguez Orihuela.
Ni la PGR ni la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fueron informadas de esas indagatorias, que concluyeron con el traslado de los mexicanos a un hotel localizado en Las Vegas, en la denominada operación Casablanca.
Ambas dependencias alardearon en su momento que solicitarían la extradición de los agentes estadunidenses para someterlos a juicio. Nada de ello procedió, pese a que se habló de una "intensa" relación bilateral en materia de justicia.
En febrero de este año, se suicidó de un tiro en la cabeza el oficial mayor de la PGR, Juan Manuel Izábal Villicaña.
El hecho provocó que la persona de Jorge Madrazo fuera objeto de cuestionamientos, al descubrirse varias cajas de seguridad a nombre de Izábal Villicaña con miles de dólares en una sucursal del Citibank de la ciudad de México.
Como consecuencia de ello, la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) realizó auditorías a la Procuraduría, aunque aún no se han dado a conocer los resultados.
En marzo pasado, y luego de un atentado en el hotel Imperial, su ex coordinador de investigaciones contra la delincuencia organizada, Cuauhtémoc Herrera Suástegui, fue sometido a un arraigo por 90 días, supuestamente por su vinculación con el narcotraficante Alcides Ramón Magaña, miembro de la organización de Amado Carrillo Fuentes. Luego fue liberado por no encontrar elementos de prueba para procesarlo.
El 27 de marzo de 1999, cuatro días antes de entregar la gubernatura, Mario Villanueva Madrid, ex mandatario de Quintana Roo, se dio a la fuga, pese a que desde 1998 investigaciones de la PGR lo involucran en actividades de narcotráfico, concretamente con la organización de Amado Carrillo Fuentes.
La explicación que ofreció el procurador en su comparecencia en el Senado en ese año, fue que debieron esperar a que se le terminara el fuero, porque el procedimiento para desaforarlo tardaría más tiempo, y se decidió solicitar la orden de aprehensión cuando terminara su mandato. Ahora, a Villanueva Madrid lo busca la Interpol en 177 países.
En noviembre de 1999, la PGR debió solicitar la colaboración de la FBI para establecer la identidad de nueve osamentas encontradas en dos ranchos de Chihuahua, conocidos desde entonces como los "narcocementerios", pese a que en el informe de labores de Jorge Madrazo, que abarcó el periodo del 1o. de septiembre de 1998 al 31 de agosto del año pasado, ya aseguraba que la dependencia contaría con tres laboratorios de ADN.
Además, este caso provocó conmoción, debido a que un diario estadunidense publicó que la FBI aseguraba que en esos ranchos había más de 100 personas sepultadas de manera ilegal, y que las indagatorias servirían para localizar a muchas de las personas desaparecidas en aquella entidad. Pero no fue así.
La imagen de la PGR se vio afectada una vez más luego que a petición de las autoridades universitarias, la dependencia federal se desistió de múltiples acusaciones por delitos tales como despojo, motín y asociación delictuosa en contra de paristas de la UNAM, luego de casi un año de paro en la máxima casa de estudios. Durantes esos procesos, los jueces primero, segundo, quinto y sexto de lo penal desecharon, en primera instancia, acusaciones en contra de los estudiantes por actos de terrorismo y sabotaje, debido a la falta de pruebas.
En narcotráfico
La gestión del que fuera presidente de la CNDH no ha estado alejada de los errores respecto del "maxiproceso" en torno a narcotráfico. De las 65 órdenes de aprehensión libradas por el juzgado tercero de distrito en materia penal, con sede en el Reclusorio Oriente, se han detenido a 27 personas y de ellas 10 han sido liberadas, cuatro por falta de elementos para procesar y los otros por desvanecimiento de pruebas o por apelación en contra del auto de formal prisión en segunda instancia.
En materia de combate al narcotráfico y pese a que durante su administración se han encarcelado a más de 70 mil personas por delitos contra la salud, al menos cuatro narcotraficantes han logrado darse a la fuga luego de haber sido aprehendidos. Dos de ellos se descolgaron mediante sábanas a través de una ventana del hotel Edison, localizado a espaldas de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS).
Entre los yerros jurídicos en la integración de las averiguaciones previas o bien de decisiones judiciales adversas a la PGR que han provocado críticas a la institución se encuentran los procesos penales abiertos en contra de Angel Isidoro Rodríguez, El Divino, y Pablo Chapa Bezanilla, quienes fueron amparados en todos sus juicios; Juan Alberto Zepeda Novelo, integrante del Grupo Financiero Anáhuac, presuntamente ligado al cártel de Amado Carrillo, exonerado por falta de pruebas; Fernando Zalvidea y los hermanos Irving y Erick Trigo Segarra, empresarios quintanarroenses acusados de colaborar con Carrillo Fuentes como lavadores de dinero, también absueltos.
Otro fracaso fueron los procesos penales que por lavado de dinero se instruyeron en contra de los hermanos Adán, Jesús y Luis Amezcua Contreras, llamados los reyes de las metanfetaminas, ninguno ha sido favorable a la PGR.
Adán obtuvo su libertad absoluta por determinación de un magistrado; sus hermanos también fueron exonerados y no han sido acusados formalmente por delitos contra la salud. Luis y Jesús están presos por un juicio de extradición a solicitud de Estados Unidos. Ambos interpusieron un juicio de amparo en contra de su posible traslado para que respondan en aquel país por delitos contra la salud. Aún continúa el litigio.
Madrazo Cuéllar dejará también en manos de la siguiente administración dar cumplimiento a órdenes de detención en contra de capos importantes como Juan José Esparragoza, El Azul; Alcides Ramón Magaña, El Metro; Vicente Carrillo Fuentes, Eduardo González Quirarte y Ramón y Benjamín Arellano Félix, por sólo mencionar algunas.
Asimismo, pesa en esta administración el fracaso de los encargados del Ministerio Público para extraditar a Mario Ruiz Massieu, ya que éste se suicidó antes de ser trasladado de Estados Unidos a México.
El hecho provocó suspicacias, al igual que cuando se anunció la muerte de Amado Carrillo en julio de 1997. Las autoridades afirman que ambos están muertos y que antes de ser enterrados fueron plenamente identificados a través de pruebas de ADN.