LUNES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* La maestra universitaria, dispuesta a declarar
Cervantes Aguirre, al frente del grupo que me torturó: ex presa
* Es momento de replantear el tema de la guerra sucia de los 70, dijo
La Jornada/El Sur, Acapulco, Gro., 3 de septiembre * El hoy secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, "comandaba el grupo que me detuvo y me torturó", dijo en entrevista la maestra universitaria Alejandra Cárdenas, quien está dispuesta a rendir declaración al respecto ante los tribunales pertinentes.
Detenida el 18 de julio de 1978 en la ciudad de México, la también escritora y feminista estuvo en una cárcel clandestina de la que pudo salir gracias a la denuncia inmediata de su detención por el entonces rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Rosalío Wences Reza, y por el Comité de Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, que dirigía Rosario Ibarra de Piedra.
--ƑPor qué no había denunciado antes al general Cervantes Aguirre?-- se le preguntó.
--No había condiciones reales para hacerlo, pero es momento de replantear el tema de la guerra sucia de los setenta tras la detención de los generales (Humberto) Quirós Hermosillo y (Arturo) Acosta Chaparro.
El general Cervantes fue jefe de la 27 Zona Militar con sede en Acapulco, al principio de los setenta, y desde entonces mantuvo cercana relación con los dos generales detenidos la semana anterior por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
Cárdenas dijo que fue torturada tres semanas y estuvo presa cuatro meses acusada de rebelión. Fue la primera liberada luego de la amnistía decretada por el gobierno del entonces presidente José López Portillo.
Añadió que durante su cautiverio conversó con otros detenidos que jamás aparecieron. Relató que en prisión conoció a Jaime López Sollano, hermano del ex coordinador de los diputados locales del PRD Saúl López Sollano, y cuyo paradero se desconoce desde hace más de 20 años.
Alejandra Cárdenas asegura que todos los que fueron torturados "tenemos muchas secuelas". Ella, por ejemplo, padece de los riñones; su ex compañero Antonio Hernández --con quien fue detenido en la casa de la mamá de éste, en la colonia Anáhuac del Distrito Federal-- padece de la columna vertebral; el maestro universitario de Ometepec Eloy Cisneros padece del oído.
Agregó: "No hay duda de que Arturo Acosta Chaparro fue responsable de las torturas, asesinatos y desapariciones; todavía confiamos en que mucha gente esté con vida".
Recuerda que al ser liberada y denunciar que en la cárcel clandestina había visto a mucha gente con vida, "Acosta Chaparro dijo que yo estaba loca, y el entonces gobernador Rubén Figueroa Figueroa dijo que 'no tenía miedo que saliera la vieja'".
En los tiempos de la guerrilla, Alejandra Cárdenas, mujer de pequeña estatura originaria de Manzanillo, Colima, era profesora de la Preparatoria 9 de la UAG, con sede en Chilpancingo. Dice que conoció a Lucio Cabañas una vez que fue a dar una conferencia a la sierra, y luego realizó tareas de apoyo al Partido de los Pobres. Ella llevó el tercer comunicado sobre el secuestro de Figueroa Figueroa al obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo.
Amnistía Internacional exigió su liberación por ser "preso de conciencia", pues no participó en hechos de violencia.
En 1987, junto con el ahora secretario de Organización del CEN del PRD, Humberto Zazueta Aguilar --entonces también recluido en una cárcel clandestina y luego liberado-- llevó al Grupo de Desaparición Forzada de Personas de la ONU su testimonio de que vieron con vida a desaparecidos, que el gobierno decía que estaban muertos luego de enfrentamientos.