LUNES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Sombrío, el panorama laboral de esos estudiantes
AMERI: rechaza la IP a 99% de los egresados de la UNAM
* Prevalecen prejuicios sobre su calidad académica; el desprestigio por la huelga, otro factor: expertos
Karina Avilés * Juana, de 24 años, se graduó en la Facultad de Contaduría de la UNAM hace dos meses. Desde entonces peregrinó por cerca de 20 empresas y llenó más de 30 solicitudes de empleo. Con su certificado de estudios en la mano pensó que podría ganar hasta 10 mil pesos. Hoy está dispuesta a aceptar aunque sea 3 mil y no descarta subemplearse. Y es que para la Coparmex, los estudiantes de la Universidad Nacional no consiguen trabajo porque "no son tan competitivos como los otros", para varias empresas porque su nivel académico "es bajo" y "no saben inglés", pero para la Canacintra, la institución tiene algo muy importante que no se encuentra en las privadas: enseña a sus alumnos a ser mexicanos, nacionalistas, aunque a decir de los estudiantes, los afiliados a ese organismo tampoco los emplean.
El caso de Juana quizá es uno de los menos dramáticos por el tiempo de desempleo, pues egresó hace 60 días. Los hay peores. En los corredores de la Facultad de Derecho (FD) se habla de Jorge Alberto Rivera, egresado hace un año, calificado entre sus compañeros como "un excelente estudiante". Su trabajo actual: camillero. Ambos podrían ser ejemplos extremos pero como dicen los propios alumnos, "esta es nuestra realidad".
El panorama laboral para los alumnos de la Universidad Nacional se vislumbra sombrío. Como Juana y Jorge hay muchos. De acuerdo con un estudio de la Asociación Mexicana de Ejecutivos en Relaciones Industriales (AMERI), el egresado de una universidad privada demora entre tres y seis meses en obtener un empleo con una "acertividad" ųesto es, que se incorpora en su área de estudioų que oscila entre 40 y 50 por ciento, mientras que un egresado de una universidad pública como la UNAM, "si es que se coloca", tarda entre nueve meses y un año y con una "acertividad considerablemente baja de 20 por ciento". Pero según cifras oficiales de la Universidad Nacional, siete de cada 10 egresados obtienen empleo al terminar sus estudios.
Discriminación
Pareciera que existe alguna suerte de discriminación, aunque los hombres de la industria aseguran que el alumno de la UNAM no es rechazado de las empresas por el hecho de ser de la máxima casa de estudios. Si no son contratados, "es por la cuestión académica, nada más", expresa el presidente Nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Raúl Picard del Prado.
Hace el siguiente comparativo: "Hemos observado que un alumno del Tec de Monterrey que está en cuarto semestre, en ingeniería, está prácticamente al mismo nivel que uno que está por terminar en la Facultad de Ingeniería. ƑQué está pasando? Eso sí nos preocupa" porque el sector industrial "ha aprendido bien: šBuscar al mejor!".
Las opiniones no difirieren mucho bajo la perspectiva del sector industrial. El vocero de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y egresado de la Universidad Nacional, Raúl Vázquez Osorio, expresa que "la experiencia dice que los de la UNAM no son tan competitivos como los otros pero no es porque vengan de esa institución sino porque ahí aflora el problema académico". Aunque lo piensa bien y acota: "También hay muchos de la UNAM que sí ganan el concurso y hay de excelencia y como en todo, hay alumnos estupendos y son reclutados, Ƒehhh?".
Para el director general de la AMERI, Carlos Paredes, el conflicto es más grave de lo que se supone: "No hay que buscarle tres pies al gato, en la mayoría de las empresas hay muchos prejuicios hacia el egresado de la UNAM".
Los datos son contundentes. Una muestra realizada por la AMERI, señala que de 250 grandes empresas del sector privado, 99 por ciento, es decir, 248, demandaron egresados de universidades de paga. "La tendencia es muy clara y evidentemente se le están cerrando las puertas a la gente egresada de la UNAM", apunta Paredes. No obstante, considera "peligroso" decir "que toda la gente de la UNAM es mala", pero lo cierto es "que no están saliendo con muy buena formación".
De acuerdo con una encuesta de la iniciativa privada, hay algunas empresas que sí contratan a egresados de la UNAM que "cubren el perfil"; otras advierten que el problema de los universitarios es "no saber inglés" y hay algunas que no quieren saber nada de los egresados de la máxima casa de estudios del país.
A decir de Eva Macías, del corporativo de selección de Bimbo, la diferencia entre un estudiante de la UNAM y otro de una universidad privada radica "en el nivel de inglés y el nivel académico, que es más bajo en la UNAM en comparación con los de la Ibero, el ITAM, el Tec de Monterrey, la Anáhuac y La Salle".
Pero saber un segundo idioma y el conocimiento no es lo único que influye para tener éxito en la contratación. También es importante "haber vivido o viajado al extranjero porque estamos en un mundo globalizado. Entonces, la gente que tiene eso se le facilita más (el trabajo) que uno que no lo tiene", según Macías.
El jefe de formación y desarrollo de personal de Siemens, Armando López, mira así la diferencia entre un universitario de la UNAM y un estudiante de escuela de paga: "El primero quiere tener chamba y el segundo quiere ser el jefe. El de la privada tiene aspiraciones sumamente rápidas para llegar a los puestos de dirección, luego luego quieren celular, todas las prestaciones y siempre están comparando las empresas con las más altas. En ese sentido, el de la UNAM acepta un poco más el camino de desarrollo más mesurado. Por eso yo retomo el lema de un amigo: hay que contratar a gente que tenga brillo en los ojos, hambre y que haya conocido la guajolota (torta de tamal), esto es, gente que realmente valore lo que una empresa le da, porque hay unos (los de las de paga) que llegan a criticarte šhasta el comedor!".
A las observaciones a los egresados de la UNAM, el director general de Administración Escolar de la UNAM, Leopoldo Silva, sale al paso: "Ellos (los industriales) se lo pierden... No es nueva esta idea de que el egresado de la UNAM tiene una calidad académica deficiente y por el contrario, yo sí diría que la enorme mayoría tiene una calidad académica que ofrecen los planes y programas de estudio. Habría que ver a los alumnos que van
a estudiar posgrados a las mejores universidades del mundo y que resultan muy ampliamente aceptados".
Por otra parte, afirma que los 24 mil alumnos de licenciatura que egresan cada año "salen a insertarse directamente al mercado laboral tanto en los sectores públicos, como sociales y privados". Y aunque no niega que "pueda" darse el subempleo, añade: "Yo no creo que la mayor parte de los 24 mil egresados carezcan de un trabajo, yo diría más bien que al contrario, que todos ellos tienen una ocupación y que muchos de los alumnos que por alguna razón desertan de sus estudios es porque consiguieron un empleo".
Los factores
De manera velada o no, los miembros del sector industrial aceptan que los "prejuicios" hacia los estudiantes de la Universidad Nacional tienen que ver con varios factores, entre ellos, la huelga estudiantil, el tiempo que un alumno puede permanecer en la universidad, la falta de vinculación entre universidad-mercado, y el "gigantismo" de la máxima casa de estudios.
El conflicto estudiantil 1999-2000, "sin duda" afectó la imagen de la UNAM; por ello, el reto es que la institución salga "del desprestigio en que se ha metido y se convierta en una universidad de excelencia... Si la universidad no hace una reforma a fondo, la sociedad se lo va a reclamar como lo hizo con el PRI. Fue un castigo social importante", advierte el vocero de la Coparmex, Raúl Vázquez Osorio. También, dice que "parte del problema es el gigantismo de la institución. En la actualidad las universidades de mayor prestigio, de mayor nivel académico, de excelencia no son las de masas; sin embargo, la UNAM es una gran universidad con una población muy numerosa". El director General de la AMERI, Carlos Paredes, indica que todavía en 1998, los universitarios tenían posibilidades de empleo, pero después el paro ocasionó "muy mala imagen en las organizaciones".
Otra de las "preocupaciones" de los industriales es el tiempo que un estudiante puede pasar en la UNAM. Aquéllos que llevan 15 o 16 años en una facultad ya "tienen un foco rojo" en la Canacintra "porque no son considerados como estudiantes", asegura Raúl Picard del Prado. ųƑPero los que no tienen tanto tiempo y son huelguistas? ųse le pregunta. Toma unos segundos para devolver la respuesta: ųSi sabemos, y está reconocido que es un parista, mmmm, pues la verdad es que no nos daría la confianza.
Rezago en la UNAM: Vázquez Osorio
Los empresarios van más allá; en algunas ocasiones parecen sugerir y en otras ordenar, según sus gustos, su ideología y sus intereses. "Tiene que haber una reconversión de las universidades orientadas más hacia el sector productivo. En algunas ciudades ocurre que lo que necesitan las empresas son ingenieros y técnicos y lo que producen las universidades son abogados o dentistas, entonces no se ha casado la oferta con la demanda... Es importante ver que la universidad no es una ínsula aislada del resto de la sociedad y tiene que vincular las necesidades de empleo del sector productivo", manifiesta Vázquez Osorio. En ese sentido, dice, la UNAM "está un poco rezagada".
Picard del Prado considera: "Yo creo que hoy en día la industria necesita más técnicos, no hemos crecido a un nivel donde le podamos dar nosotros lo que necesita a alguien que estudió una carrera profesional... En cambio, el que estudia alguna carrera técnica viene con otra mentalidad, acepta lo que le da y crece rápido en la misma empresa volviéndose una persona indispensable para la industria y al rato tiene buenos salarios". Pese a ello, manifiesta que debe haber un "balance" entre las carreras orientadas hacia el mercado y las humanísticas.
Sin rodeos, el director general de AMERI, Carlos Paredes, manifesta que hoy el mercado "está absorbiendo a profesionistas, sobre todo de instituciones públicas, en el subempleo. Hay una excesiva oferta de desempleados o de inempleables, y lamentablemente dentro de ellos están muchos de la UNAM". En cambio, dice, los egresados de instituciones privadas tienen una situación diferente porque salen con una mentalidad "más emprendedora, de empleabilidad".
No obstante las críticas, el presidente nacional de Canacintra, Raúl Picard del Prado, reconoce que con los egresados de colegios privados "tenemos un problemita muy fuerte". Aunque ellos tienen un "alto nivel académico han perdido lo nacionalista, el pensar en un país integrado, mexicano, lo cual es un peligro latente hacia el futuro". ųƑDe soberanía? ųse le pregunta. ųEso se puede perder después, dependiendo de quiénes quedenų. A la fecha, "todavía los grandes dirigentes de este país son de la UNAM, pero era la vieja guardia cuando el nivel académico estaba muy, muy alto. Los presidentes".
Para académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México la orientación académica no "es la de formar gentes estrictamente para hacer un tornillo". La institución, manifiesta Leopoldo Silva, enseña a sus alumnos una formación de base, les enseña a conocer su historia, la historia de la humanidad, " y lo otro después es muy sencillo". La UNAM "no es un instituto tecnológico, es una universidad y por ley es autónoma".