LUNES 4 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* CIUDAD PERDIDA
* Miguel Angel Velázquez *
* Y Ƒdónde está Ordorica?
* Los avatares como candidato
Por muchos ámbitos de la ciudad la pregunta es recurrente: ƑDónde está, dónde quedó el candidato de Nueva República a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Ordorica?
Bueno, por ahí dicen que se le ha visto en algunos actos perredistas, aunque nadie lo asegura como cierto y es que la historia reciente de este hombre habla de los recovecos de un nuevo estilo, de las nuevas formas de "hacer política" en México, y es que Ordorica no quiso y no aceptó bailar al son de la derecha. Cuando menos eso dicen quienes de alguna forma vivieron porciones de esa historia.
El primer capítulo, entonces, empieza con la salida de Ordorica del PRD. Seducido por la promesa de Porfirio Muñoz Ledo para crear lo que él, Porfirio llamaba, una verdadera izquierda en México, el diputado, presidente de la Comisión del Distrito Federa por el PRD, empeñó su ideal al sueño de Muñoz Ledo.
Nueva República, el partido creado fundamentalmente entre los dos, Ordorica y Porfirio, iría a reivindicar las posturas de la izquierda que, según decía Muñoz Ledo, estaban olvidadas o pospuestas en el propio PRD.
Pero el sueño no duró mucho tiempo, candidato de Nueva República y del PARM, Ordorica empezó a escuchar a otro Porfirio. Las candidaturas no iban bien. El PARM día con día dedicaba su esfuerzo a reventar cada uno de los eventos programados para su candidato. Una vez no había sonido, otra vez no existía templete o simplemente no había convocatoria.
Hubo quienes escucharon al candidato al Gobierno del DF acusar a la gente del PARM de servir a la Secretaría de Gobernación, de ser el instrumento para limitar o destruir las posibilidades del propio Ordorica. Sólo sería usado para restarle votos a las opciones del PRD.
La situación no era diferente para Muñoz Ledo, quien empezó a confesar que la competencia era totalmente injusta, que no tenía dinero ni forma para competir en terrenos de igualdad y que él no terminaría su carrera política con apenas unos miles de votos y en el ridículo político.
Para ese entonces ya había tomado la decisión, ya empezaba a hablar de que Fox ganaría la elección y poco después hizo el anuncio. Él se iría con Fox, tenía miedo al ridículo y entonces inventó que debería estar al lado de la transición, junto a la derecha a la que tanto había rechazado y por opción propia terminará su carrera en su aborrecida derecha.
Todo esto se lo hicieron ver algunos, pero Porfirio ya estaba decidido. Ya era abril y Ordorica, contrario a la decisión de Muñoz Ledo, recibió una llamada. Santiago Creel, aún candidato del PAN a la jefatura de Gobierno, le invitaba un café en su despacho de Polanco.
Después de la reunión el candidato de Nueva República citó a la gente de su partido y platicó el incidente, le dijo más o menos que el candidato del PAN le ofreció unirse a Acción Nacional.
No era gratis. Para él habría un puesto en el gabinete de Fox y "su gente" tendría cabida en diferentes posiciones siempre por las delegaciones o distritos donde él, Ordorica había trabajado como delegado o como diputado, es decir allí estaba el PAN.
Quienes saben del asunto dicen que más que rechazar la oferta, Ordorica la repudió y es más, aseguran que reclamó a Creel su juego en la derecha. Nadie dice si el hombre de las confianzas de Muñoz Ledo pensó la oferta o si en verdad la rechazó de un golpe, lo cierto es que no se hizo.
Pero allí no terminaría la aventura. Muñoz Ledo, confirman en el propio PAN, hizo su tarea, por última vez trató de convencerlo. No había mejor oferta dicen los panistas. Con Creel o con Porfirio iría a la Secretaría de Gobernación. Ese era el mejor argumento de Muñoz Ledo, su mejor oferta, porque a Porfirio le prometieron Gobernación o Relaciones Exteriores, en cualquiera de ellas llevaría a Ordorica. Se dice que discutieron y que esa vez se prometieron, frente a la ruptura, respeto.
Después habló con Andrés Manuel López Obrador y hubo coincidencias, dicen en el PRD. De cualquier forma, Ordorica advirtió que no regresaría al partido de López Obrador, pero decidió apoyarlo.
En Acción Nacional dicen que Ordorica fue factor, que la distancia en votos entre López Obrador y Creel pudo haberse reducido hasta la duda si Ordorica hubiera aceptado acompañar al panista y hasta se lamentan por no haber insistido.
En fin, por lo pronto nadie sabe qué va a pasar con Ordorica, aunque en el PRD hablan de reuniones y de mayores acuerdos. Lo que sí es verdad es que López Obrador prometió hacer suyos los puntos y el programa de gobierno de Ordorica, pero por lo pronto nada se sabe del futuro político del ex candidato al GDF, que no tiene partido, que terminó con su gestión como diputado y que nadie ha visto o nadie ha querido ver.
Nuevo gobierno
Con algún temor se supo entre el equipo de López Obrador que el jefe de Gobierno invitará a ciertos ciudadanos fuera de la política o mejor dicho, fuera de los partidos político a unirse a los consejos de administración de algunas o todas las empresas del gobierno capitalino.
El temor, habla la gente del candidato electo, es el tránsito a este tipo de organización y la posibilidad de crear mayor burocracia en donde ya es muy pesada. Lo mismo sucede con aquella vieja propuesta de crear supersecretarías con superburocracias. Ya veremos.