DOMINGO 3 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť El CLETA amenazó con tomar el recinto


Anuncian programa cultural para el auditorio Che Guevara

Ť Cuatro ciclos de cine y conciertos, entre los actos programados

Angel Vargas Ť La posibilidad de que los integrantes de la organización Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA) tomen este lunes el auditorio Justo Sierra urgió a las autoridades de la UNAM a reasumir el proyecto de rehabilitarlo como foro artístico y cultural, además de continuar con su vocación académica.

Así lo reconoció el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Gonzalo Celorio, quien convocó la tarde del viernes a una conferencia de prensa --con calidad de urgente-- para anunciar las actividades que a partir del primero de octubre próximo tendrán lugar en dicho espacio, mejor conocido por el estudiantado como auditorio Che Guevara.

La celeridad de la reunión informativa fue tanta que no sólo no importó que ésta coincidiera --incluso casi en hora-- con el Informe presidencial, sino que la programación aún no estaba claramente perfilada.

Acompañado de Ignacio Solares, titular de Difusión Cultural UNAM, Celorio informó que al finalizar la restauración que la Dirección de Obras de la institución realiza en el auditorio, las actividades inicialmente comprenderán cuatro ciclos de cine y un cine club infantil, conciertos de música de cámara, jazz y canto, y funciones de teatro y de danza.

Se tienen programados los ciclos El cine censurado, El cine mexicano de los noventa, Lo mejor del Festival de Verano en otoño y Revisión de la obra de Woody Allen; este último tendrá un sustento académico al realizarse de manera paralela un diplomado.

La parte musical incluirá la participación de la Filarmónica de la UNAM, fragmentada en orquesta de cámara, los jazzistas Juan José Calatayud, Alberto Zuckerman y Eugenio Toussaint y su trío, así como de las cantantes Margie Bermejo y Eugenia León.

Además, se reprogramará el concierto Así cantó Zaratustra, realizado en días pasados dentro de la conmemoración del centenario luctuoso de Friedrich Nietzsche que organizó la Facultad de Filosofía.

Cuatro serán las obras de teatro que englobará el ciclo Espacios imaginarios, con títulos de Elena Garro, Benjamín Gavarre, Ilya Cazés y Luis Mario Moncada. En tanto, la danza estará presente con el Taller Coreográfico de la UNAM y la participación especial de Pilar Rioja.

Si bien recuperar el espíritu cultural y artístico del auditorio Justo Sierra fue uno de sus proyectos desde que asumió la dirección de la Facultad de Filosofía --incluso antes del año de huelga estudiantil al foro habían acudido José Saramago, Susan Sontag y la OFUNAM--, Celorio asumió anteayer que la supuesta amenaza del CLETA fue un catalizador para retomarlo de forma urgente.

"Tememos mucho la amenaza de que haya una toma del auditorio por parte de un grupo que lo va a monopolizar cuando es propiedad no sólo de todos los universitarios, sino de la nación. Eso es muy peligroso. Ojalá una programación como la que estamos haciendo con tanto entusiasmo y que responde además a mi proyecto como director de la Facultad de Filosofía y Letras, concientice a la comunidad universitaria para que tenga una postura crítica frente a ese posible hecho."

Alertó del real peligro que se cierne sobre el inmueble luego de la presunta amenaza de El llanero solitito (líder del CLETA) de tomarlo el lunes a las 11 horas: "Nos resulta muy preocupante, porque esto ya ocurrió en el pasado. Es el mismo grupo, dirigido por Enrique Cisneros, que se apoderó del Foro Isabelino, un espacio teatral que había rescatado Héctor Azar y que privatizaron. Después esto se reprodujo en el foro abierto de la Casa del Lago. Tomaron ese espacio, que debería ser para una multitud de grupos teatrales y lo utilizaron como grupo único hasta hace relativamente poco tiempo."

No obstante que se tiene conocimiento de las intenciones del CLETA desde la semana pasada, Celorio reconoció que "las posibilidades precautorias de la UNAM siempre son muy limitadas".

Los trabajos de remodelación del auditorio constan de dos etapas. La primera, a corto plazo, para que se pueda reutilizar como auditorio; y la segunda requerirá de mayor tiempo, pues se pretende dotarlo de la estructura adecuada para que funcione también como teatro.