DOMINGO 3 DE SEPTIEMBRE DE 2000

ƑNo que no hay venta de activos?

 

* Antonio Gershenson *

Afines del año pasado, la Secretaría de Hacienda autorizó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a arrendar hasta 12 helicópteros. La autorización no viene del secretario, ni siquiera de un subsecretario, sino, como es habitual, de un director general, que fija a la CFE las condiciones para ese arrendamiento. Entre éstas, está la de "que se sustituyan por arrendamiento la totalidad de los helicópteros actuales que son propiedad de la CFE, así como los pendientes de reposición por siniestro" y la de que dé "de baja al personal cuyas funciones están vinculadas con la operación de los helicópteros, tales como pilotos, copilotos, mecánicos, ayudantes y almacenistas, entre otros". En general, se plantea la liquidación total de la Unidad de Transportes Aéreos de esta entidad.

Para el arrendamiento, se autoriza un monto de 240 millones de pesos anuales durante tres años, sumando 720 millones. Este costo contrasta con lo que se calcula obtener de la venta de los equipos existentes.

En la convocatoria al remate o venta de los 10 helicópteros de que dispone la CFE, más casi 60 mil herramientas y refacciones y otro helicóptero desmantelado, del pasado 13 de julio, se fija un precio base de 56 millones de pesos. Sin embargo, según el avalúo en el que se basa la contratación del seguro vigente para los 10 helicópteros, sin las refacciones ni el desmantelado, habla de 7 millones, 132 mil 298 dólares, equivalentes a aproximadamente 70 millones de pesos. Aun esta última cifra equivale a menos de la décima parte de lo que se autoriza a gastar en arrendamiento en tres años. Cabe señalar que en la convocatoria al concurso para este arrendamiento no se exigen helicópteros nuevos, sino con un promedio de 10 mil horas de vuelo y un tope de 15 mil horas. Si suponemos un uso intensivo con 20 horas de vuelo a la semana (4 horas en el aire por día hábil, que no es nada común), esto nos lleva a unas mil horas de vuelo anuales. Entrarían entonces al concurso naves hasta de 15 años de uso, y con un promedio de 10 años de uso. Con un uso menos intensivo, los helicópteros podrían ser incluso más viejos.

En esta historia, como en todo este proceso iniciado a principios del año pasado con la fracasada reforma constitucional para vender en pedacitos el sector eléctrico, hay "dos verdades" provenientes de los mismos funcionarios. Cada una se dice en el momento en que conviene al que la pronunció.

Una de ellas está resumida en el impreso editado con motivo del 50 aniversario de la Unidad de Transportes Aéreos de la CFE, el año pasado. Allí se nos ofrece un cuadro de eficiencia y servicio a la comunidad, que de ninguna manera es compatible con el remate y la liquidación de que hablamos. Uno de los últimos hechos en esta perspectiva fue la aun más reciente edificación de un hangar con helipuertos en la subestación Primavera, en Zapopan, Jalisco.

La otra "verdad" es la apología de la liquidación y del remate de activos a precios ridículos. La contratación de los helicópteros con Heliservicio Campeche. Esto, pese a que cuando fracasó la reforma constitucional se dijo que la reforma seguiría pero sin venta de activos.

Ese mismo camino se siguió durante la regencia del ahora prófugo Oscar Espinosa en el Distrito Federal. Se remataron camiones, por ejemplo los de transporte de basura, para alquilar otros privados. El actual gobierno notó que los pagos que se hacían eran altísimos, abrió los concursos a una verdadera competencia y se lograron ahorros de decenas de millones de pesos. Además, en lo posible se están volviendo a comprar camiones propios o por lo menos cajas para los mismos, porque en promedio se vio que con el costo de un año de arrendamiento o alquiler, se compra un camión nuevo. Aparentemente, se quiere a toda costa volver a recorrer ese camino desastroso para las entidades públicas. *