SABADO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Eran de dominio público los delitos de Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo
Cervantes Aguirre debe renunciar, según Garfias Magaña
Jesús Aranda * La detención de los generales Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Arturo Acosta Chaparro no causó sorpresa al interior de las fuerzas armadas. Al contrario, la pregunta que se hacen los militares consultados fue: "Ƒpor qué no se actuó antes?", si prácticamente eran del dominio público las actividades de ambos generales.
El general retirado Luis Garfias Magaña señaló que en lo que va del presente sexenio 13 generales del Ejército Mexicano estuvieron o están en la cárcel por delitos que van desde enriquecimiento ilícito hasta el narcotráfico, lo que revela "la crisis de dignidad y honestidad" que impera en el instituto armado, por lo que debe renunciar el secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre.
Por otra parte, trascendió que la mañana de ayer los altos mandos castrenses, encabezados por Cervantes Aguirre, se reunieron en la Base Aérea de Santa Lucía, en un encuentro que se realiza anualmente en víspera del Informe presidencial, pero que esta vez tuvo características particulares por la detención y consignación de Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo.
El encuentro fue privado, pero se supo que en él se abordó el tema de los narco-generales.
Garfias Magaña consideró que la detención de ambos militares "no fue ordenada por Cervantes Aguirre, sino por el propio Presidente de la República, en su calidad de comandante de las fuerzas armadas".
Seguramente, dijo, fue tanta la presión de Estados Unidos para que se ejercitara acción penal en contra de ellos, que el titular de la Sedena tuvo que dejar de solaparlos. Tan es así, abundó, que Quirós Hermosillo ocupó, hasta hace dos meses, la Dirección de Servicios de Salud de la Secretaría de la Defensa Nacional, mientras Acosta Chaparro estuvo adscrito hasta antes de su detención a Contraloría e Inspección del Ejército.
En los dos casos, agregó, es "inaudito" que Cervantes Aguirre los mantuviera en esos cargos si sabía que estaban bajo investigación por presuntos vínculos con el narcotráfico.
Sostuvo que las declaraciones del procurador militar, Rafael Macedo de la Concha, en el sentido de que esas consignaciones no manchan la imagen del Ejército son "demagógicas", porque "los soldados nos sentimos avergonzados por la conducta de algunos de sus miembros que han gozado de viajes, premios y comisiones, solapados por la cúpula militar".
Culpó a Cervantes Aguirre de "la crisis" que vive el Ejército, la cual se manifiesta en el hecho de que, hasta la fecha, hayan sido consignados 13 oficiales de alta jerarquía.
Sin juzgar las razones de la detención de sus compañeros de armas, Garfias Magaña planteó que el alto número de generales involucrados con hechos delictivos pone en duda las enseñanzas de honestidad, institucionalidad y valentía tan pregonadas en el Heroico Colegio Militar. Afirmó que debido a los últimos acontecimientos el "gran perdedor" es el Ejército y que estos hechos exigen el relevo de su titular.
Otros militares consultados mostraron su extrañeza por la fecha en la que se hizo el anuncio de la detención de Quirós Hermosilllo y Acosta Chaparro: "pudieron haberla hecho hace un mes, hace cinco meses o hace varios años". Además, expresaron que si se quiere ir a fondo en el asunto debe investigarse también a las autoridades militares que solaparon los actos de corrupción de los dos generales ahora detenidos. "ƑPor qué ahora?, y Ƒa quién beneficia esta detención?", cuestionaron las fuentes castrenses.