SABADO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Se cree que es cómplice de Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo


Intensifica PGR búsqueda de Javier García Morales por nexos con narcos

* Investigadores no descartan que el hijo del ex líder nacional de PRI haya huido del país

José Galán y Gustavo Castillo * La Procuraduría General de la República investiga el paradero de Javier García Morales, hijo de Javier García Paniagua, ex dirigente nacional del PRI, y nieto del general Marcelino García Barragán, ex titular de la Sedena, presuntamente involucrado en narcotráfico junto con los generales Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, detenidos por la Procuraduría de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional el pasado 30 de agosto.

Conforme a las investigaciones remitidas a la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la PGR, se mantiene abierta una averiguación previa contra García Morales y otros civiles. Hasta el momento, nadie sabe de su paradero y fuentes judiciales no descartan la posibilidad de que haya huido del país. García Morales es sospechoso de mantener vínculos con el cártel de Juárez junto con los generales ya consignados ante la Procuraduría de Justicia Militar, que a su vez los consignó ante los tribunales castrenses.

Además del Distrito Federal, las investigaciones sobre García Morales se han centrado en Jalisco, donde su familia mantiene fuertes vínculos políticos a la sombra del Partido Revolucionario Institucional, así como en Colima ųdonde se supone tiene su residenciaų, Sinaloa, Chihuahua y Baja California. De igual forma, la UEDO sostiene que existen más civiles implicados, y cuya localización y presentación forma parte de las investigaciones, principalmente por los delitos de delincuencia organizada, contra la salud bajo diversas modalidades, cohecho y lo que resulte, incluyendo acopio de armas de uso exclusivo del Ejército.

Javier García Morales fue compadre de José Tomás Colsa McGregor, uno de los más importantes testigos de la PGR en las investigaciones contra la organización de Amado Carrillo Fuentes y que derivó en el llamado maxiproceso. Colsa fue asesinado a mediados de 1997, semanas después de que renunció a continuar en el programa de testigos protegidos de la PGR.

Colsa McGregor, de ocupación joyero, declaró en marzo de 1997 ser compadre de García Morales y que le constaba que éste era narcotraficante, igual que Amado Carrillo, Rafael Caro Quintero, Gabino Uzueta Zamora y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, por sólo mencionar algunos nombres.

En las actuaciones del Ministerio Público Federal, contenidas en uno de los volúmenes enviados a un juez federal, con fecha 27 de febrero de 1999, afirmó: "El 25 de marzo de 1986, cuando estaba en mi domicilio, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en Paseos del Prado 1424, colonia Colinas de San Javier, recibí un telefonema del capitán del Ejército Mexicano, Mariano Maldonado Vega, quien me dijo que saliera de mi domiclio porque nos iban a matar elementos del Ejército".

El testigo aseguró que ante esa advertencia, "en compañía de Otho Camarena y Javier García Morales, quienes son sus amigos y también se dedican al narcotráfico", inmediatamente salieron de esa casa y el declarante llevó consigo unos cinco millones de dólares en alhajas y moneda estadunidense. De esa casa partieron a las suites Margaritas, donde permanentemente tenían alquilada una habitación y que ésta era pagada por Javier García Morales.

Según el testigo, el nieto del ex secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García Barragán, se quedó en las suites, mientras Colsa y Otho Camarena se trasladaron a una casa de Amado Carrillo Fuentes en la colonia Country, donde el narcotraficante les prestó un vehículo con radio y teléfono para "comunicarse en momentos urgentes".

Colsa añadió en sus declaraciones que los comandantes de la extinta Policía Federal de Caminos Lucio Puente y Fernando Ramírez se ofrecieron para protegerlos en su salida de Guadalajara y los "escoltaron" en una camioneta hasta la ciudad de Zacatecas, para luego viajar a Monterrey. Finalmente, Colsa se trasladó a España donde permaneció hasta 1988.

Por otra parte, fuentes cercanas a las investigaciones no descartan la posibilidad de recurrir a la Interpol en caso de que la localización de García Morales y de otros civiles presuntamente involucrados con el cártel de Juárez resulten infructuosas, y se sospeche que han huido del país.