SABADO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Acusa Aznar a etarras de buscar la limpieza étnica, política e ideológica


Se adjudica ETA la autoría de los atentados de agosto

Dpa, Reuters y Afp, Madrid, 1o. de septiembre * ETA se adjudicó la autoría de cuatro atentados que dejaron igual número de víctimas mortales desde el 8 de agosto anterior, al tiempo que el presidente del gobierno español, José María Aznar, acusó a la organización separatista de buscar la "limpieza étnica, política e ideológica", por lo que aseguró que no vacilará en usar la fuerza contra la ofensiva del grupo armado.

En un comunicado difundido por el periódico independiente vasco Gara, ETA asumió hoy a responsabilidad por el asesinato del líder empresarial vasco José María Korta, del teniente del ejército Francisco Casanova y por la muerte de dos policías al explotar una bomba adosada a su vehículo.

Además, se atribuyó la explosión de un coche-bomba que dejó nueve personas heridas en el norte de Madrid, pero también reconoció que cuatro de sus militantes perdieron la vida el 7 de agosto al estallar una bomba que transportaban en su automóvil cuando se dirigían a realizar una operación.

Este último atentado iba dirigido contra el presidente del Banco Santander Central Hispano, José María Amausátegui, el ex jefe de la guardia civil Luis Roldán y un empresario que se había negado a pagar a ETA el llamado "impuesto revolucionario", mediante el cual se financia gran parte de sus actividades armadas.

Desde que rompió su tregua unilateral, en diciembre del año pasado, ETA ha asesinado a una docena de personas y herido a una treintena más en atentados perpetrados en varias regiones de España, principalmente en el País Vasco. El último de ellos, que aún no ha sido reivindicado, costó la vida, el martes pasado, a un concejal que fue acribillado en su comercio en Euskadi.

Aznar hizo énfasis en su determinación de continuar promoviendo una respuesta adecuada a las acciones del grupo separatista, "sin importar lo duras o dolorosas que puedan ser las circunstancias", pues de lo contrario, dijo, la única ley que imperaría sería la de los terroristas y a los ciudadanos sólo les quedaría como alternativa el silencio, el exilio o poner en peligro sus vidas.

Estimó que la brutal ofensiva de ETA halló su "caldo de cultivo en una acumulación de absurdos" del nacionalismo vasco, desde que éste decidió romper la unidad democrática para pactar con la organización y sus allegados políticos, a los que calificó de "bandas de nazis".

El presidente Aznar aludía al Pacto de Lizarra suscrito en septiembre de 1998 entre los dirigentes moderados del Partido Nacionalista Vasco y los radicales para encontrar una solución al conflicto y lograr la soberanía de esa región.

Mientras Aznar hacía estas declaraciones, el presidente regional vasco, Juan José Ibarretxe, renovó su propuesta de conversaciones multipartidistas para lograr una solución al conflicto y pidió a los aliados polí- ticos de ETA que condenen la violencia.