SABADO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* El actual gobierno no modificó la industria eléctrica ni capitalizó la petroquímica


Pendiente, la reforma energética

* Inconclusas, obras como la rehabilitación del campo Cantarell y la cuenca gasera de Burgos

Miriam Posada García * La reforma de la industria eléctrica y la "capitalización de la petroquímica son los dos grandes pendientes del sector energético que por diversos desacuerdos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, o por falta de interés de los inversionistas, al considerar que no había "condiciones propicias" para arriesgar su dinero, no prosperaron durante este sexenio.

En la industria petrolera quedan por concluirse proyectos estratégicos como la rahabilitación del megacampo petrolero Cantarell, el desarrollo de campos gasíferos como Burgos para la mayor producción de gas natural debido a que la industria eléctrica basará su operación en el consumo de este combustible, está pendiente la construcción de un gasoducto que una a México con Guatemala, el cual se constituye como la puerta a un mercado integrado a nivel continental impulsado por Estados Unidos.

"Petróleos Mexicano se ha consolidado como una de las empresas más grandes productoras de crudo y gas en el mundo", según el anexo del sexto Informe.

Electricidad

Tal vez el mayor y más controvertido pendiente de esta administración sea la aprobación o no de la reforma de cambio estructural enviada por el Ejecutivo al Congreso en febrero de 1999, en la que se propone la modificación de los artículos 27 y 28 constitucionales para permitir la participación de inversionistas privados en una actividad estratégica que durante décadas ha estado reservada al Estado, o el surgimiento de una nueva propuesta.

La polémica iniciativa del Ejecutivo tiene como antecedente la destitución del entonces director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Rogelio Gasca Neri, quien meses antes había asegurado en un acto oficial que el abasto de electricidad en el país estaba asegurado por lo menos hasta el año 2005 y que los esquemas de financiamiento eran los más adecuados.

La versión cambió radicalmente con la llegada de Alfredo Elías Ayub a principios de 1999 a la CFE y Alfonso Caso a Luz y Fuerza del Centro. Según ambos funcionarios, el sector eléctrico se encontraba al borde de la crisis y ante el riesgo de frenar el crecimiento económico del país por el desabasto, por lo que se hacía urgente la inversión de 490 mil millones de pesos para instalar más de 22 mil megavatios en un lapso de 10 años, según cifras oficiales.

Con los resultados de la elección del 2 julio el discurso volvió a cambiar, Téllez y Elías Ayub señalaron que el abasto estaba garantizado, que no había riesgos de apagones, que los márgenes de reserva se recuperaban y que con el adelanto de obras "se ha logrado resolver el reto inmediato de satisfacer las necesidades de energía".

Sin embargo, en el Informe se advierte que el crecimiento de la demanda de electricidad en el mediano plazo hace necesario prever una expansión en la infraestructura, y señala como vía la aprobación de la reforma propuesta por el Ejecutivo.

Petroquímica

El segundo intento por privatizar la industria petroquímica fracasó en esta administración, cuando los potenciales inversionistas privados nacionales o extranjeros a quienes iba dirigida la oferta se negaron a tener participación en 49 por ciento de la industria, mientras el gobierno federal mantendría 51 por ciento restante.

Las condiciones actuales reflejan más de una década de estancamiento, importaciones por más de 4 mil millones de dólares blanco-informe-zedillo-jpg anuales de diversos petroquímicos, la pérdida del control en la producción de fertilizantes, y la ruptura de cadenas productivas debido a que en opinión de especialistas del sector el gobierno simplemente decidió hacer eficiente a Pemex en la exportación de crudo y la producción de gas a costa de abandonar la petroquímica y los productos de mayor valor agregado.

Se quedó en la mesa el análisis de una nueva propuesta para atraer recursos a la petroquímica, la cual decreció anualmente 6 por ciento.

La dependencia presupuestal de los ingresos petroleros se ubicó en esta administración en un promedio de 35 por ciento. Las exportaciones de crudo se incrementaron de un millón 305 mil barriles diarios a un millón 700 mil, el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación pasó de 15.70 dólares por barril a 24.35 de acuerdo con cifras de Pemex, y México se incorporó a una serie de acuerdos con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para salvar la crisis petrolera ocasionada por la sobreoferta a finales de 1997.

En materia de producción de gas natural el gobierno inició este año un importante programa de inversión, toda vez que es necesario garantizar la suficiencia de este combustible para satisfacer la demanda de la industria eléctrica, ya que según la planeación oficial basará su funcionamiento en el consumo de este combustible en Centrales de Ciclo Combinado.

A diferencia de la petroquímica y electricidad, el sector del gas natural abrió la participación al capital privado en las áreas de transporte y distribución, por lo que existen inversiones superiores a los 2 mil millones de dólares por parte de empresas canadienses, estadunidenses, francesas y españolas en su mayoría.

El gobierno federal destacó que sólo en la industria petrolera en general invirtió alrededor de 290 mil millones de pesos, lo que representa 76 por ciento más que en la administración anterior, y que las reservas de crudo se ubican en 58 mil 204 millones de barriles, y se espera que para el año en curso la producción de gas natural crezca en 4.8 por ciento para ubicarse en 4 mil 805 millones de pies cúbicos diarios.