SABADO 2 DE SEPTIEMBRE DE 2000

* El presidente electo ofreció modificar en su gestión el formato del mensaje


Omitió Zedillo los asuntos más críticos: Vicente Fox

Roberto Garduño * Para Vicente Fox Quesada, el sexto Informe de Gobierno de Ernesto Zedillo no tocó temas "que fueron críticos durante los últimos cinco años como el conflicto de Chiapas, los grandes crímenes y los casos de Acteal y Aguas Blancas, que se quedaron prácticamente en el olvido cuando menos en el Informe".

Horas después, en entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga, Fox se refirió a la intervención selectiva del Estado en la economía: "Dejarle al mercado como creen los neoliberales, a que llegue el desarrollo a las personas y a las familias es un camino falso que jamás da resultado. Por eso tiene que haber intervención selectiva, temporal, del Estado para asegurar la distribución del ingreso. Eso es lo que precisamente nos falta acelerar y lograr en el país".

El mensaje a la nación de Ernesto Zedillo había concluido y Fox dejó ver que en su próximo mandato las prácticas políticas en México habrán de experimentar una transformación que tocará las formas en que se presenta el Informe presidencial:

"Debe dejar de ser el ritual que por muchos años fue escenario para el lucimiento del presidente o pretexto para propiciar el encono. En mi opinión se requiere un nuevo formato para dicho evento, que se convierta en una mejor vía de información para todos acerca de la gestión pública, pero sobre todo, que fortalezca la comunicación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo".

La tarde y parte de la noche de ayer las ocupó Fox para escuchar las posturas de los partidos en el Congreso y del mismo Ernesto Zedillo. En el amplio despacho de su casa, en Lomas de Chapultepec, se acondicionó una enorme pantalla frente a la mesa rectangular, donde despacha y suele reunirse con su equipo de confianza, que también lo acompañaba para ver el Informe: Santiago Creel, Alfonso Durazo, Eduardo Sojo, Luis Ernesto Derbez, Francisco Molina, Pedro Cerisola, Ramón Muñoz y Martha Sahagún. A ese grupo se incorporaron Francisco Ortiz, Julio Frenk, Mary Carmen Díaz, Carlos Arce, José Luis Reyes, Adolfo Aguilar y Porfirio Muñoz Ledo.

Mientras el presidente Ernesto Zedillo daba lectura a su Informe, el equipo de comunicación del futuro mandatario permitió la entrada a grupos de tres en tres reporteros para ver cómo Vicente Fox seguía las incidencias del hecho en el Congreso de la Unión. Desde la puerta de entrada al despacho los fotógrafos tomaban imágenes y los frenéticos reporteros hacían anotaciones. Llegó un momento en que tanta actividad a espaldas del guanajuatense propició la decisión de apresurar a los informadores: "apúrense porque el jefe ya no quiere que pasen", advertían los empleados del lugar.

En una atmósfera con fuerte olor a habano, Vicente Fox se mantuvo en la cabecera de la mesa rectangular con los brazos recargados y así permaneció hasta el final. Antes de las 21 horas, mientras los reporteros que a diario permanecen en guardia frente a su oficina esperaban el comunicado con la postura del presidente electo, éste ya declaraba a una televisora sobre el contenido del Informe e insistió en la necesidad de fortalecer la colaboración entre el Congreso y su próximo gobierno:

"Nuestra primera obligación será el contacto y el diálogo permanente con la Cámara de Diputados y la de Senadores; los secretarios de Estado estarán en contacto con las comisiones que tratan los temas que ellos manejan; y el presidente Vicente Fox dedicará un día a la semana a participar en esta relación intensa. Para nosotros, las cámaras de diputados y senadores tendrán información durante todo el año".

Para entonces, Martha Sahagún llegó a la carpa de plástico acondicionada como sala de prensa en el domicilio 425 de Paseo de las Lomas para dar a conocer la opinión de Vicente Fox con relación al Informe de Ernesto Zedillo.

A pesar de que el mismo presidente electo ya había criticado la ausencia de temas como Acteal y Aguas Blancas en el Informe, reconoció "la actitud republicana de Ernesto Zedillo y su contribución a esta nueva etapa de avance democrático".

También prometió que trabajará para resolver problemas tan graves como la inseguridad, el abandono del campo y la pobreza que afecta a millones de mexicanos.

Incluso, reconoció la lealtad de las fuerzas armadas y prometió, otra vez, defender la educación pública, laica y gratuita. Pero también dijo que tocará a los integrantes del Congreso de la Unión realizar un análisis "sereno y objetivo" del documento presentado por Ernesto Zedillo.