VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000
* Se erigen en punto de encuentro por su formato de ''público presente''
Programas de radio, alternativa para contrarrestar efectos de los talkshows
* Al parecer, cada vez son más las personas que abandonan el morbo de la televisión
* Una broma contribuye mucho mejor al alivio social que el despliegue de la violencia
Raúl Godínez, especial para La Jornada * A finales de julio pasado en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, diputados y psicólogos condenaron los talkshows, por considerar que ''denigran al ser humano y reflejan valores destructivos de manera morbosa". Solicitaron para ello la creación de un consejo ciudadano que regule este tipo de programas.
Y no obstante que dicho consejo aún no se instituye de manera formal, el enjuiciamiento social hacia los talkshows ya fue expresado por el auditorio.
En su afán por apuntalar programas como Hasta en las mejores familias, Cosas de la vida y Laura de América, los productores televisivos han llegado hasta contratar personas con malformaciones físicas, con lo que terminan por ser escaparate de un jugoso y redituable exhibicionismo. En respuesta, son cada vez más los que abandonan el morbo televisivo y dirigen su atención a la radio para escuchar programas con mejores contenidos y con más serios fines.
Es decir, el bajo nivel que manifiestan los talkshows ųdonde las personas que tienen un conflicto personal, profesional o sexual acuden para dirimir sus diferencias del modo más espectacular posibleų ha generado que un importante sector del público regrese a los programas radiofónicos donde el servicio social es real, las mesas de trabajo son serias y la ayuda es profesional. Allí el locutor retoma su papel como vínculo entre las problemáticas personales y los especialistas en la materia, con lo que la interacción resulta más eficaz.
ƑAtropello a la intimidad?
Desde hace tiempo existen en la radio los programas que son refugio de escuchas con problemas domésticos. Los locutores, acompañados por especialistas y avalados por las llamadas del público, brindan apoyos reales. Ese fue el caso de los programas de la XEW conducidos por el doctor Alcántara y Carbajal, Emma Godoy y Héctor Martínez Serrano, entre otros.
En esas emisiones, las personas podían plantear una problemática específica y el locutor, tras consultar a los psicólogos invitados, las asesoraba en el más puro sentido de una terapia de grupo.
Lo menos que se podía obtener con aquella sana interacción era apoyo moral. Sin embargo el resultado era, a final de cuentas, una reflexión seria y una ayuda desinteresada.
Hoy aquellos programas han pasado la estafeta a locutores como Patricia Kelly, el doctor Ernesto Lammoglia, Cristina Pacheco y José Cárdenas, entre otros, que se transmiten en las emisoras del grupo Radio Fórmula.
Pero la actual interacción por medio de la radio tiene otros formatos. Por ejemplo, el otrora refinado locutor hoy cede el micrófono a jóvenes que con desparpajo llaman a cualquier persona y, con apoyo de algún conocido de la misma, le juegan una chanza mientras el auditorio se hace cómplice. Estas llamadas pueden ir desde cándidas invenciones hasta ser el conducto para solucionar un malentendido entre dos personas.
Se podría pensar que esta forma de abordar un conflicto personal es un atropello a la intimidad de alguien que puede estar tranquilamente en su hogar, recibir una llamada, interactuar con un sujeto que hasta entonces no sabe que es un locutor y enseguida ser abordado, cuestionado y bromeado sobre cualquier circunstancia. Pero se hace evidente que una broma es mucho mejor alivio social que el despliegue de la violencia.
Ejemplo de este formato es un programa que llama poderosamente la atención de los escuchas y que dirige Antonio El Panda Zambrano en Radio Uno. Este locutor tiene la habilidad de modular voces e improvisar situaciones mientras chancea al individuo, con lo que hace de un programa entretenido, todo un ''Panda Show" como él lo define. Esto lleva a ese tipo de emisiones a ser punto de encuentro para un considerable sector de escuchas.
Pero como la frecuencia radiofónica tiene para todos los gustos, otros programas interactúan mediante cartas y llamadas donde el público solicita ayuda esotérica para solucionar sus conflictos. Es en este rubro donde series como La mano peluda suelen tratar experiencias paranormales que gustan a un gran sector del auditorio. Hay otros, como el del "Grupo Cardini" donde una voz aguda lee la carta de una persona, la ausculta públicamente y acto seguido dicta su veredicto, no sin antes salir del aire mencionando que las consultas pueden ser privadas y con absoluta discreción.
Así, la radio regresa por sus fueros. Programas con formato de ''público presente" se han expandido en la frecuencia radiofónica, con lo que hay para todos los niveles y preferencias. Tienen a su favor que buscan un apoyo hacia la audiencia y ninguno, sin excepción, provoca violencia como los talkshows.
De este modo, mientras los cuestionados talkshows siguen elaborando artimañas para explotar el morbo y la agresión, hay sectores del auditorio que en busca de entretenimiento o ayuda escapan ya del ampo de atención que hasta hace poco era privativo de la televisión y regresan a la radio, donde la violencia todavía no ha sido encumbrada por productores cuyo único afán es ganar rating.
Por mucho tiempo el músico alemán Kurt Weill fue conocido como el ''compositor de Bertolt Brecht". Sin embargo, pocas personas saben que Weill también dedicó, a finales de los años treinta, parte de su trabajo a la música de cine en Hollywood. Algunas de esa canciones inéditas se podrán apreciar, en This time next year, puesta en escena por uno de los grupos de teatro independientes más antiguos de Alemania, Musiktheater Kern & Wolfgang (Las bellezas de la noche), sólo hoy y mañana, a las 22:30 horas, en el teatro bar El Hábito, Madrid 13 esquina Centenario, Coyoacán * Foto: Omar Meneses