VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Cuantiosas pérdidas por congestionamientos, accidentes y contaminación


Tienen un alto costo social los efectos negativos del transporte: especialistas

* Se requiere una política metropolitana en la materia que tome en cuenta esos factores, afirman

Laura Gómez Flores * La sociedad paga anualmente alrededor de 10 mil millones de dólares por externalidades (efectos indeseables) imputables al sistema de transporte, como congestionamientos, accidentes viales, contaminación atmosférica y usos de suelo, lo que representa 8.1 por ciento del producto interno bruto y equivale al costo del desarrollo que ha tenido la red de 200 kilómetros del Sistema de Transporte Colectivo-Metro en 30 años.

Ante esta situación, se requiere fomentar una política que refleje dicha situación en los costos que pagan los usuarios del transporte público y privado, con base en propuestas de solución sensatas, consideraron especialistas en la materia.

La Comisión Metropolitana de Transporte y Vialidad (Cometravi) cuantificó recientemente en 3 mil 200 millones de dólares el costo de los congestionamientos, mientras los accidentes representan 2 mil 900, los usos de suelo cien y la contaminación unos 800 millones de dólares.

Ante ello, advirtió del riesgo que corre la Zona Metropolitana de la Ciudad de México de perder competitividad, si no se reducen dichos costos, pese a concentrar 31 por ciento del producto interno bruto y tener un ingreso per cápita alto en relación con otras entidades.

La consultoría Felipe Ochoa y Asociados consideró que ante la magnitud de las cifras se requiere incorporar en los proyectos de inversión en la materia, externalidades pagadas por la sociedad, como el uso ineficiente del suelo, accidentes, inseguridad, contaminación, uso ineficiente de energía, congestionamientos y tiempo perdido a bordo de unidades de transporte.

Mencionó en un análisis que el monto que paga la sociedad en su conjunto en un solo año por ese tipo de factores es equivalente a lo que ha costado desarrollar el Metro, por lo que es recomendable incorporar en los indicadores típicos del análisis costo-beneficio de proyectos, lo imputable a las externalidades.

Esto es, sus implicaciones en términos monetarios, aun cuando los mayores retos de cuantificación se tienen en la valorización de reducción de emisiones contaminantes al medio ambiente, la pérdida de vidas humanas en accidentes y los congestionamientos viales.

El presidente de la Asociación Mexicana de Ingeniería de Transportes, Angel Molinero Molinero, consideró que si bien estos primeros análisis resultan impactantes, también es cierto que por falta de información han sido minimizados o no han sido considerados del todo.

Refirió que algunos estudios realizados en Brasil destacan que el congestionamiento de vialidades conduce a que se tenga que poner en circulación de 12 a 30 por ciento de autobuses adicionales, obviamente con un impacto directo en el costo para los usuarios. Esta situación debe tomarse en cuenta al impulsar proyectos de trenes regionales o suburbanos en una ciudad como el Distrito Federal.

De ahí la importancia de impulsar una política que refleje dichas externalidades en los costos que pagan los usuarios del transporte privado y público, así como una política que busque no solamente la eficiencia en el servicio sino que tome en cuenta también las consideraciones sociales y de equidad involucradas, indicó.