VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Es perseguido político y no tiene chamba, los argumentos de sus apologistas


Sauri cede a presiones; Schiaffino, delegado especial

* El partido quiere unidad, no unanimidad, justifica César Camacho * Reclamos tras la decisión

Gabriela Romero Sánchez * La presión de los grupos corporativos y clientelares surtió efecto para que en menos de 24 horas Dulce María Sauri Riancho, presidenta del CEN del PRI, reculara y designara a Jorge Schiaffino Isunza como delegado especial del tricolor capitalino.

El miércoles por la noche, Carlos Aceves del Olmo, representante del sector obrero en el Distrito Federal e integrante de la comisión de transición, se reunió con Sauri Riancho para venderle la idea de que el candidato idóneo era Schiaffino Isunza. Sus argumentos: el ex líder de la CNOP en esta ciudad "es un perseguido político" de la administración perredista al que hay que proteger, y segundo, que "no tiene chamba".

Un día después, otro grupo de priístas, confiados en que la designación recaería a favor de Florentino Castro, quien hasta ayer fungía como secretario general del PRI-DF, esperaba el anuncio oficial de Sauri Riancho. Sin embargo, antes del mediodía la noticia de que sería Jorge Schiaffino comenzó a correr en los pasillos del propio partido, cayéndoles como un balde de agua fría.

De nada había servido la media de reuniones que habían tenido los ex dirigentes del PRI, Manuel Aguilera Gómez y Oscar Levín Coppel, María de los Angeles Moreno --coordinadora de la fracción en la Asamblea Legislativa--, Luis Miguel Ortiz Haro y Florentino Castro con Dulce María Sauri y César Camacho Quiroz.

El diputado priísta Ortiz Haro Amieva advirtió a la presidenta del CEN que con este nombramiento estaba dando un mensaje equivocado a los ciudadanos, "porque está diciendo que el PRI es de los vendedores, de los pepenadores, de los porros, de los grupos clientelares y corporativos que para lograr sus objetivos bloquean calles, cierran el partido, rompen vidrios, etcétera".

Más aún, agregó, "un partido que cede a estos chantajes es un partido que tiende a morir"

A pregunta expresa de los reporteros, Ortiz Haro apuntó que con la designación de Schiaffino el PRI está corriendo a muchos de sus militantes y auguró que en los próximos meses habrá muchas bajas. "El Revolucionario Institucional ya no existe, lo están matando", concluyó.

Alrededor de las 14:00 horas los teléfonos de los 40 presidentes distritales --los mismos que la víspera le entregaron a Sauri un delegado especial de tiempo completo--, comenzaron a sonar. El mensaje: hay estar a las siete en el salón Presidentes del PRI capitalino. Schiaffino rendirá protesta. Nadie sabía si estaría Sauri Riancho o enviaría a Camacho en su representación.

Cuatro horas después, cerca de dos centenares de ambulantes se concentraban en las instalaciones de Puente de Alvarado con banderines de la CNOP-DF. Mientras que Sauri Riancho, en sus oficinas del CEN, anunciaba que Jorge Schiaffino sería el delegado especial del PRI en el DF y que sería Camacho Quiroz quien le tomaría la protesta.

A las 19:30, Camacho Quiroz y Schiaffino Isunza descendieron de la camioneta. Cobijados con el aplauso de los vendedores entraron al inmueble.

Carlos Aceves del Olmo asumió el papel de maestro de ceremonias, dando el uso de la palabra al secretario de Operación y Acción Política del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien recordó que hace cerca de un mes y medio habían convenido que el 31 de agosto sería el último día de Oscar Levín Coppel como presidente, y remarcó que Schiaffino había renunciado desde ahora a su derecho de buscar la dirigencia del PRI en lo futuro.

En su oportunidad Schiaffino, custodiado entre otros por Cuauhtémoc Gutiérrez, del Movimiento Territorial, y por Carlos del Olmo, afirmó: "al tomar esta decisión, el partido está exactamente en el rumbo correcto. Con este nombramiento sentimos el reconocimiento del CEN a quienes hacemos la talacha, a la base, a los que venimos desde los puestos más modestos".

En breve entrevista, Camacho Quiroz rechazó que su partido hubiera cedido a los chantajes de los grupos clientelares o caciques. De hecho, reviró a los reporteros, es tan sutil el lindero de quienes ustedes califican como caciques y líderes naturales, que cuentan con el respaldo de la gente.

Sobre las voces discrepantes, el ex gobernador del estado de México respondió esbozando una sonrisa: "en el partido queremos unidad, no unanimidad".

Curiosamente, quienes ayer fungieron como anfitriones son los mismos que hace aproximadamente 45 días increparon a Sauri Riancho exigiéndole que no se les impusiera a los integrantes de la comisión de transición, y la renuncia de Oscar Levín.