VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Homenaje al mozambiqueño asesinado


Monumento contra la intolerancia racial de los neonazis en Alemania

Afp, Ap y Dpa, Dessau, 31 de agosto * El canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, rindió homenaje en una muy breve ceremonia al mozambiqueño Alberto Adriano, asesinado el pasado 11 de junio por tres cabezas rapadas, uno de 24 años y dos jóvenes de 16, quienes ayer recibieron condenas de prisión ejemplares por parte de un tribunal de la ciudad de Halle, con cadena perpetua para el mayor de ellos y nueve años de cárcel para los menores de edad.

Acompañado por el primer ministro finlandés, Paavo Lipponen, y varios políticos de la región, Schroeder depositó una corona en el lugar del crimen, en pleno centro de esta ciudad oriental, en donde se erigió un monumento contra la intolerancia racial.

Schroeder realiza actualmente una gira por los territorios de la ex República Democrática Alemana, con la intención de familiarizarse con las condiciones de desigualdad y desempleo que aún reinan en esa región del país, y reiterar la intención de su gobierno de combatir el actual resurgimiento de ataques xenófobos, que ocurren con mayor frecuencia en esta zona oriental.

Sin embargo, en el estado federado occidental de Hesse, el diputado Clemens Reif, de la Unión Cristiana Demócrata, provocó un escándalo en el Parlamento regional al insultar al legislador verde de origen yemení, Tarek al Wazir, al gritarle durante un debate "vete de vuelta a Saná (la capital de Yemen del Norte)".

La reunión degeneró en un intercambio de insultos y tuvo que ser suspendida durante una hora, en tanto que el jefe del grupo parlamentario del Partido Liberal, que gobierna con los democristianos el estado de Hesse, minimizó el incidente al describirlo como "un descarrilamiento" del diputado conservador.

En tanto, en Austria, Joerg Haider, dirigente del ultraderechista Partido Liberal, que gobierna el país en coalición con los conservadores, afirmó que su partido se reservará el derecho de la bloquear los planes de la Unión Europea de admitir en sus filas a países que fueron socialistas.

"Soy un experto en la expansión de la Unión Europea. No se tomarán medidas para su expansión hacia el este que yo no apruebe", señaló Haider, quien no tiene ningún puesto en el gobierno austriaco y, aunque renunció a la presidencia de su partido, sigue siendo su principal influencia.

La Unión Europea impuso sanciones diplomáticas a la Austria tras el triunfo electoral de la extrema derecha y actualmente tiene un comité de vigilancia observando todas las acciones de Viena para determinar si estas sanciones se levantan en algún momento.