* Bogotá, expuesto a fuerte presión de la Casa Blanca y el Capitolio: analistas
Consciente Pastrana de que EU exigirá resultados
Afp, Ap y Dpa, Santafé de Bogotá, 31 de agosto * El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, se declaró hoy "muy consciente" de que Estados Unidos espera resultados concretos de su respaldo al lla- mado Plan Colombia, a traducirse en la erradicación en cinco años de al menos la mitad de los cultivos de hoja de coca.
En medio de serias dudas de analistas en torno a la polémica estrategia presidencial de redoblar la lucha antidrogas con un fuerte apoyo financiero de Washington, Pastrana dijo estar consciente de que el gobierno y los congresistas estadunidenses querrán resultados concretos pues ellos también se juegan "su pellejo político".
Esa posición fue compartida por el senador demócrata Joseph Biden, quien acompañó a Bill Clinton en su visita a Cartagena de Indias del miércoles, al comentar que más que retórica ellos esperan acciones concretas para derrotar al narcotráfico y, para ello, se confía en Pastrana, pues de lo contrario "el buen clima se puede evaporar".
Mientras el mandatario hacía un balance del resultado del encuentro con Clinton, previamente a su asistencia a la cumbre sudamericana en Brasil, analistas comentaron que ciertamente Bogotá quedó expuesto a una fuerte presión de la Casa Blanca y el Congreso para que se cumplan los compromisos antidrogas contraídos.
Es decir, se espera que en los próximos cinco años se logre la erradicación de 50 por ciento de las 120 mil hectáreas de coca y amapola que hay en territorio colombiano, acorde con la aplicación del programa antidrogas que Estados Unidos respalda con mil 300 millones de dólares, de los cuales la mayor parte es de ayuda militar.
El reto de Pastrana era explicar en la reunión sudamericana de Brasilia los alcances del Plan Colombia, que ha causado fuertes reticencias de los países vecinos, además de la descalificación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que lo interpreta ante todo como un plan de contrainsurgencia.
En tanto la prensa colombiana destacaba la visita de Clinton como el comienzo de una nueva era en la lucha antidrogas y de las relaciones comerciales, decenas de niños de Cartagena regresaron a la realidad de las calles, la droga, la mendicidad y la prostitución, poco después de que Clinton partió la víspera de regreso a su país.
Tampoco Clinton logró disipar los temores entre legisladores, entre ellos Thomas Campbell, quien dijo que los peligros de Colombia son parecidos a los de Vietnam. A su vez, The New York Times resaltó que para el futuro presidente estadunidense no será fácil decidir qué hacer ante posibles ataques rebeldes contra las fuerzas estadunidenses que ayudarán a las colombianas en la lucha antidrogas.
En otro plano, un grupo de las FARC incineró un autobús de la empresa peruana Ormeño, tras ser interceptado en Miranda, Cauca, cuyos pasajeros eran chilenos, peruanos y ecuatorianos, en una acción para bloquear la Carretera Panamericana.
Pero, fuentes peruanas lo interpretaron como una represalia tras el escándalo del gobierno de Alberto Fujimori por el affaire del arsenal jordano adquirido por Perú y vendido luego a la guerrilla colombiana.
En tanto se denunciaba una nueva matanza por paramilitares de derecha de cuatro campesinos en Codazzi, un juez de Antioquia absolvió al coronel retirado Hernando Navas en un proceso por la masacre en Segovia de 43 personas, en 1988.