VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000
* El tema del conflicto interno en Colombia, también en las discusiones
Debaten mandatarios una cláusula democrática para Sudamérica
* Culmina hoy el encuentro con la firma del Comunicado de Brasilia; participan 12 gobernantes
Afp, Ap y Reuters, Brasilia, 31 de agosto * El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, inauguró este jueves la primera reunión de presidentes sudamericanos, en la cual afirmó que la región quiere participar, a partir de ahora, "en los nu- cleos mundiales de decisión".
El encuentro concluirá este viernes con la firma del Comunicado de Brasilia, por parte de los presidentes de los 12 países participantes, cuyo borrador incluye la adopción de una "cláusula democrática" que prevé consultas entre todas las naciones de la región en cuanto en una de ellas surja la amenaza de "ruptura institucional", y la eventual expulsión del país en cuestión.
Asimismo, el presidente colombiano, Andrés Pastrana, utilizará este foro para defender la aplicación del Plan Colombia.
Su par argentino, Fernando de la Rúa, manifestó a su llegada a Brasilia su apoyo a dicho plan pues, afirmó, éste no implica una intervención de Washington en asuntos de Colombia sino "una ayuda económica" para reforzar el combate al narcotráfico.
Según analistas, la cláusula democrática implicaría nuevas presiones externas para el gobierno del presidente peruano, Alberto Fujimori, relecto por segunda vez en discutidas elecciones, hace unos meses.
"No queremos ser solamente informados de lo que deciden los grupos de los Siete o de los Ocho, nuestra capacidad de converger nos dará mayores posibilidades de progreso", dijo Cardoso en el acto inaugural.
En él, enfatizó la necesidad de que los países vecinos en América del Sur encuentren consensos para concretar su postura común en temas como la democracia, la infraestructura, el comercio, las drogas ilícitas, la información, el conocimiento y la tecnología, los cuales son mencionados en el borrador del Comunicado de Brasilia.
"Vamos a discutir la formación de una zona de paz en América del Sur, por respeto a nuestra tradición y al derecho que nos asiste a solucionar pacíficamente nuestras controversias", sostuvo Cardoso.
Aseguró que la región "ha superado los fantasmas de la inflación y el descalabro fiscal", pese a que prácticamente todos los países participantes en el encuentro (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela) enfrentan complicaciones políticas y económicas.
Bando unido ante el TLC
Analistas sostienen que si Cardoso decidió organizar este encuentro sólo con la participación de países sudamericanos fue para lograr un bando unido para negociar con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México).
El mandatario desestimó que esto pueda causar resquemores en México y América Central, y puntualizó: "Yo lamento que México no sea vecino de Brasil, porque acá debatimos relaciones de vecindad y proyectos de integración física. No puedo construir una carretera conectando Brasil y México porque saldría muy caro".
Diplomáticos que participaron en la redacción del borrador del documento final de la reunión, que será divulgado este viernes, resaltan que la integración que se quiere lograr entre los países sudamericanos "sólo será posible si se respetan los principios democráticos" por lo que se propone adoptar una cláusula democrática como la que ya existe en los fundamentos del Mercado Común del Sur y la Comunidad Andina, los dos principales bloques de integración sudamericanos.
Trascendió que no todos los presidentes sudamericanos invitados al encuentro están de acuerdo con esta cláusula. El presidente venezolano, Hugo Chávez, por ejemplo, señaló: "ƑAcerca de qué tipo de democracia es esa cláusula? Si está apuntada a la participación del pueblo en la toma de decisiones y en los procesos, yo la aplaudiría por cien años. Pero la democracia representativa no nos sirve a los americanos de esta latitud. Necesitamos ir mucho más allá".
A su llegada a Brasilia, Pastrana afirmó que "el enemigo común de la integración latinoamericana se llama narcotráfico" y por ello hay que apoyar el Plan Colombia. Para tranquilizar a sus colegas afirmó: "Mientras yo sea presidente no habrá intervención militar" estadunidense en su país.
Se espera que este viernes, Pastrana rinda un informe a sus colegas sudamericanos sobre la situación de su país y el significado de su plan de combate al narcotráfico con la ayuda, económica y logística, del gobierno de Estados Unidos.
Brasil y Venezuela fueron las primeras naciones que llamaron la atención sobre el riesgo de que los conflictos del narcotráfico y la guerrilla pudieran extenderse más allá de las fronteras de Colombia, y que después ocurriera lo mismo con los equipos estadunidenses que "apoyarán" a Bogotá.
Chávez incluso señaló que la cooperación estadunidense está "sobredimensionada" y que existe el riesgo evidente de la "vietnamización de Colombia".
A su vez, el presidente ecuatoriano, Gustavo Noboa, señaló que América Latina está preocupada "con razón" por el Plan Colombia, y agregó: "Erradicar los cultivos es fundamental. Pero no se siembra si no hay consumo y hay que erradicar donde está el consumo. Estados Unidos tiene que preocuparse también por lo interno de su país, lo mismo que Europa".
El único presidente que hasta ahora ha defendido el Plan Colombia ha sido De la Rúa, quien aseguró que las intenciones de Estados Unidos equivalen simplemente a la política de aportar fondos para apoyar la lucha contra el narcotráfico.