VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Gasparini y Burgos lo identifican, ante Garzón, como torturador de la Esma


Declaran contra Cavallo 2 detenidos en la dictadura

Afp y Dpa, Madrid, 31 de agosto * Dos detenidos durante el régimen castrense argentino identificaron hoy a Ricardo Miguel Cavallo como uno de los militares al frente de la Escuela de Mécanica de la Armada (Esma), el centro de tortura de la dictadura que gobernó el país sudamericano en la década de los 70.

El periodista Juan Gasparini y Susana Burgos se presentaron a declarar este jueves ante el juez español Baltasar Garzón, quien en noviembre pasado dictó un auto de procesamiento contra 98 militares argentinos acusados de violaciones a los derechos humanos, entre los cuales se encuentra Cavallo, pero con el nombre de Miguel Angel.

Gasparini y Burgos reconocieron a Cavallo como una de las personas que actuaban en la Esma bajo los alias de Miguel Angel, Sérpico y Marcelo. El periodista fue secuestrado el 10 de enero de 1977 cuando se encontraba en el despacho de un abogado que continúa desaparecido. En ese operativo, en el que participó Cavallo, murieron su esposa Mónica Jáuregui y la amiga de la pareja, Elba Aldaya. Los pequeños hijos de Gasparini fueron secuestrados por los militares y entregados a la familia materna hasta dos meses después.

Durante su secuestro de 20 meses, Gasparini sufrió torturas físicas y psíquicas y hoy afirmó que Cavallo es "quizá el único que ha pasado por las tres funciones militares de la represión", pues de ser oficial de operaciones (encargado de secuestross y asaltos a viviendas), pasó a integrar el servicio de inteligencia, encargado de torturar a los detenidos, y a principios de los 80 fue destinado a un centro diplomático en París, cuya función era mejorar la imagen de Argentina en el extranjero.

De acuerdo con Gasparini, los principales asociados de Cavallo en el Renave son Jorge Acosta y Jorge Radice quienes, aseguró, fueron oficiales en la Esma. Radice, sostuvo, fue encargado de revender los bienes confiscados a los detenidos por el régimen militar.

Burgos aseguró que durante su secuestro, entre 1977 y 1979, Cavallo se vanagloriaba de su capacidad para obtener "confesiones" de los detenidos para atrapar a otras personas. Para la mujer, el arresto de Cavallo en México "abrirá una nueva etapa" que permitirá que se haga justicia en Argentina.