VIERNES 1o. DE SEPTIEMBRE DE 2000

* Se les acusa de presuntos nexos con el narco, señala el procurador militar


Acción penal en contra de los generales Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro

* Se sigue investigando al nieto de Marcelino García Barragán, ex secretario de la Defensa

Jesús Aranda * La Procuraduría General de Justicia Militar ejercitó acción penal en contra de los generales de división diplomado de Estado Mayor retirado Francisco Quirós Hermosillo y brigadier Mario Arturo Acosta Chaparro Escapite, por presuntos nexos con el narcotráfico y por estar relacionados con el cártel de Juárez, aunque también podrían enfrentar cargos por violar la Ley contra la Delincuencia Organizada.

Ambos generales fueron detenidos el pasado 30 de agosto y de inmediato remitidos a la prisión adscrita a la primera Región Militar, en donde quedaron a disposición del juez segundo militar con sede en la ciudad de México.

En tanto, fuentes de la Procuraduría General de la República aseguraron que ''no se ejercitó acción penal contra Javier García Morales'', aunque no precisaron las causas de esta determinación, pese a que los mismos testigos que inculpan a los militares lo acusan de organizar reuniones en su casa en las que, junto con Amado Carrillo, se organizaba ''la bajada de aviones'' y la distribución de droga.

La aprehensión de los generales fue dada a conocer anoche por el procurador general de Justicia Militar, general Rafael Macedo de la Concha, quien informó que los delitos que se le imputan a los oficiales son contra la salud en su modalidad de colaboración de cualquier manera al fomento del tráfico de narcóticos y asociación delictuosa, y cohecho en el caso de Quirós Hermosillo. El funcionario replicó a las recurrentes preguntas de los reporteros que este hecho ''no afecta los tiempos de transición'', y aunque es lamentable para los miembros de las fuerzas armadas ''no mancha'' a la institución.

Explicó que la indagación sigue abierta y no descartó la participación de más militares en el narcotráfico, mientras que la probable participación de civiles, entre ellos Javier García Morales, nieto del secretario de la Defensa en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, general Marcelino García Barragán, depende de las investigaciones que realice la PGR.

Con aparente serenidad y confianza, el procurador castrense dio a conocer éste que es el segundo asunto más importante que involucra a generales del Ejército con el narcotráfico, desde la detención de Jesús Gutiérrez Rebollo, cuando era director del Instituto Nacional de Combate a las Drogas, en febrero de 1997. Dijo que la investigación se fortaleció a raíz del descubrimiento de las narcofosas, en noviembre del año pasado en Ciudad Juárez, donde se localizaron los restos óseos de nueve personas, y con el desarrollo del llamado maxiproceso, iniciado en 1997 en contra de más de 100 integrantes de la organización de Amado Carrillo. De acuerdo con lo dicho por Macedo, los militares acusados podrían alcanzar una pena de 50 años de prisión.

Tal como lo adelantó La Jornada en su edición del pasado domingo 27, la PGR inició la averiguación previa PGR/056/98, en la que los testigos protegidos José Tomás Colsa McGregor, José Jaime Olvera Olvera y el ex director de la Policía Judicial Federal, Adrián Carrera Fuentes, involucraban a los generales Quirós y Acosta Chaparro ''en probables conductas delictuosas''.

El 28 de julio de 1999, la Procuraduría Militar recibió de la PGR el desglose de dicha averiguación previa e inició la suya propia con el número SC/003/99/E, a fin de esclarecer la veracidad de los datos existentes. Macedo de la Concha dijo ayer que las primeras actuaciones resultaban insuficientes para acreditar las conductas delictivas. Sin embargo, posteriormente la PGR aportó las declaraciones de los testigos protegidos Alfredo (por parte de Estados Unidos), Fernando, Michael Roger Batista Beebe y el testigo Rubén Gardea Vara.

La procuraduría castrense, por su parte, fortaleció los indicios en contra de los generales con las testimoniales de Carlos Colín Padilla ųuno de los ''cerebros'' financieros de la organización de Carrillo Fuentesų, Adrián Carrera, Gardea Vara, Juan Aguilar Romero, Víctor Manuel Villalobos Gutiérrez y Miguel Domínguez Nagel León.

En la conferencia de prensa, en la que también estuvo presente José Trinidad Larrieta Carrasco, director de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, Macedo informó que el pasado 30 de agosto el juez segundo militar dictó orden de aprehensión en contra de ambos generales y ayer mismo fueron detenidos y remitidos a la prisión del Campo Militar Número Uno.

Acosta Chaparro se distinguió, no por su carrera militar, sino por estar involucrado en actos de represión, tortura y en hechos delictivos. Su último cargo lo ocupó hasta hace unos días como adscrito en la Contraloría e Inspección General del Ejército. Desde 1968 participó en el sofocamiento del movimiento estudiantil que dejó decenas de víctimas. Egresado de la Escuela de las Américas, el militar se especializó en la lucha antiguerrilla y junto con Quirós Hermosillo y el actual secretario de la Defensa, general Enrique Cervantes Aguirre, participó en el aniquilamiento de los rebeldes que encabezó Lucio Cabañas e incluso participó después en la liberación del ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa, quien había sido secuestrado precisamente por Cabañas.

Al historial de Acosta Chaparro se suma su actuación como director de la Policía Judicial de Guerrero en la época de Figueroa, periodo en el que se le señala como culpable de la desaparición de 500 personas. Tomó parte en la lucha en contra del EZLN, en el asesoramiento de la llamada ''guerra de baja intensidad''. Se le involucró luego en el asesinato de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, en 1997.

Por otro lado, Quirós Hermosillo, quien de 1987 a 1995 ocupó la Dirección General de Transportes del Ejército, se retiró apenas en julio pasado, cuando ocupaba el cargo de director de Servicios de Salud del Ejército. Se distinguió también por participar en labores de inteligencia militar y porque al igual que Cervantes Aguirre y Rodolfo Reta Trigos, fueron los generales de división más jóvenes que ha tenido el Ejército Mexicano en los últimos años.

El pasado domingo 27, este diario reveló que Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo, así como Javier García Morales, hijo del político Javier García Paniagua ųfallecido el 24 de noviembre de 1998ų, eran investigados como presuntos responsables de delitos contra la salud en la modalidad de fomento al narcotráfico. Las pesquisas, se indicó, eran llevadas por la PGR a través de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada y por la Procuraduría General de Justicia Militar.

''A partir de los testimonios de Tomás Colsa McGregor, Jaime Olvera Olvera y Adrián Carrera Fuentes, así como de otros elementos de prueba que se han ido acumulando, desde 1997 (luego de la muerte de Amado Carrillo) se dio inicio a las indagatorias hasta concretar una averiguación previa por fomento al narcotráfico en contra de los tres personajes; aunque al inicio no teníamos nada en su contra, sus nombres y relaciones aparecieron conforme se fue indagando'', indicaron fuentes de la PGR.

El titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud, Mariano Herrán Salvatti, dijo por su lado: ''Yo no podría precisar nada con relación a ellos ųlos dos generalesų, porque el asunto no está en mi área de responsabilidad, está en otra área de la procuraduría y seguramente ahí sí podrían hablar al respecto''.

La encargada de las investigaciones por parte de la PGR es la UEDO, cuyo titular es José Trinidad Larrieta Carrasco, en tanto que en la Sedena el caso lo lleva el general Rafael Macedo de la Concha.