JUEVES 31 DE AGOSTO DE 2000

* El pianista y su trío, en el ciclo de ese género que se efectuó en el Juárez


El menosprecio al jazz mexicano, de la burocracia cultural: Aymes

* Apremia a abrir espacios a esta manifestación artística; el lleno, garantizado, afirma

aymes-pedro-jpg Hay quienes aseguran que Duke Ellington ha sido el músico de jazz más importante de este agonizante siglo XX. Hay, obviamente, quienes dicen que esto es una soberana exageración. Por lo pronto, Roberto Aymes eligió una buena parte de la obra de este pianista para concluir, el martes 29, la primera etapa del exitosísimo ciclo Jazz Martes, que desde el 25 de julio se efectuó en el teatro Benito Juárez y que se prolongará, con cuatro nuevas fechas, en septiembre.

En esta ocasión, el trío de Aymes se convirtió en cuarteto, con la participación del trompetista texano Joe D'Ettiene. La elegancia y las evidentes facultades instrumentales de D'Etienne lograron complementar un cuarteto que, por momentos, hacía las veces de una hipotética big band, en una suerte de transportación/proyección de los mejores momentos del duque (1899-1974).

Pero por sobre la elegancia de D'Etienne, sobre la base rítmica, impregnada de sentimiento y técnica, de Roberto Aymes y Salvador Merchand, resaltó y brilló en la noche el portentoso piano de Luis Zepeda. Quién mejor para interpretar a Duke Ellington que este chilango bonachón con magia en los dedos, con un corazón de inexplicable estadía en un solo cuerpo, y por si fuera poco, con una voz llena de blues. Admirado y respetado en la comunidad jazzística europea, parece valerle un cacahuate eso de profetizar por estas tierras.

Por supuesto que Roberto Aymes fue el eje de los arreglos, la dirección y los conceptos de la noche. Su manera de pulsar las cuerdas del bajo, ya acariciándolas, ya atacándolas, ya estrujándolas con furia, arrancaban el aplauso de los asistentes. Además, todos sabíamos que este ciclo de jazz en el Benito Juárez se está llevando a cabo gracias a su necedad y su inmenso amor al jazz.

Dos invitados especiales fueron el vocalista Cudney y la bailarina brasileña Lucelina Nunes Barbosa.

Ya basta de crítica perniciosa

Hablar del trabajo de Roberto Aymes dentro y alrededor del jazz mexicano requeriría mucho más espacio del que tenemos. Pero algún día lo haremos, y hablaremos de las miles de horas de producción radiofónica en Panorama del jazz, programa que heredó de Juan López Moctezuma en Radio UNAM. Hablaremos también de su faceta como ejecutivo disquero en el sello Jazzcat, de su trabajo como promotor de conciertos, de su música. Pero hoy es él quien nos entrega sus puntos de vista acerca del jazz en México.

ųEn este ciclo de Jazz Martes, el teatro Benito Juárez ha resultado insuficiente ante la demanda de boletos. ƑPor qué siempre se piensa en pequeño cuando se trata de jazz mexicano?

ųHíjole... Voy a decir una cosa que sé que me va a costar guamazos, pero el problema son los políticos que están en la cultura. Es gente que no sabe y dejan el jazz al final porque es de lo que menos saben, de todo lo que no saben. Desde 1974, en Bellas Artes estaba un director apellidado Bremer y él dijo: "no hay jazz nacional en Bellas Artes". Desde entonces no has visto en la sala grande un solo grupo mexicano.

ųƑCuáles crees que sean sus razones?

ųPues ha de ser la discriminación. Como se ha hecho también en la Sala Nezahualcóyotl, en la Ollin Yoliztli, en los foros grandes... en todos es lo mismo. Pero, mira, hay experiencias personales: yo he tocado en la Sala Nezahualcóyotl y han entrado mil 800 personas; prácticamente se ha llenado. Ahora que también quiero mencionar que este esfuerzo que está haciendo Alejandro Aura, con todo su equipo del Instituto de Cultura... Pues ellos no tienen teatros más grandes.

ųOriginalmente esto iba a ser en el Vizcaínas, Ƒno?

ųSí, pero ahí había una serie de problemas tremendos; tiene todavía goteras y una serie de cosas que hay que arreglar. Ellos acaban de conseguir apenas ese teatro, pero cuando esté funcionando vamos a pasar el jazz ahí. El éxito se ha demostrado con todos estos llenos en el Benito Juárez. Y tienes toda la razón... quisiéramos foros más grandes, pero no nos creen. Popo Sánchez me decía que esto era para Bellas Artes o la Nezahualcóyotl, y le dije: "Popo, intenta convencer a esa bola de políticos a los que no les interesa el jazz''.

ųAunque parece ser que entre los mismos músicos de jazz también hay problemas, envidias...

ųY también los críticos, que no tienen ningún nivel, ninguna jerarquía... que ya dejen de hacer daño al jazz mexicano, que puedan pensar positivamente, por Dios; que una Geraldine Celerier deje de echar basura contra todo mundo, que un Sergio Monsalvo deje de hacer su historia del jazz cortándonos a algunos músicos, porque dice que no quiere meternos en la historia del jazz mexicano.

ųšAh, caray! ƑY eso por qué?

-No sé. Yo no lo conozco. Lo conocí hace como un mes en la oficina de Elena Vilchis, en BMG. Ahí lo vi por primera vez. Pero él le dijo a Remi Alvarez y a otros músicos que a mí no me va a meter en la historia del jazz mexicano que prepara. Es como si yo hiciera una historia del jazz americano y digo: ''Pues me cae gordo Duke Ellington y no lo meto''. Por Dios. Ya dejémonos de esa actitud. Ya dejémonos de Roberto Morales, que tuvo la oportunidad, en Jazz FM, de programas de 17 horas al día y nunca quiso meter jazz mexicano; él le hubiera hecho un provecho impresionante a nuestro jazz. Ya basta de toda esta gente, de Evodio Escalante, de Alain Derbez, que no son músicos, y perdón que diga todos los nombres.

ųEvodio, Alain y Jazzamoart grabaron como La Cocina y dos de ellos regresan ahora con la Sonora Onosón.

ųSí, pero ya estoy harto. No son músicos. Pero a la hora de criticar, parece que estuvieran hablando los mejores, que salieron del más alto conservatorio del mundo, y ni siquiera han pasado por una escuela. Creo que en la crítica debería haber gente un poquito más preparada o con más sentido común. (Antonio Malacara)