JUEVES 31 DE AGOSTO DE 2000
* PRD, PRI y PAN se han unido con los que parecía tenían diferencias de fondo
Elecciones en Veracruz: pragmatismo político con visos de oportunismo
* Once partidos, compañeros de fórmula en un municipio, en el de junto se acusan de lo peor
Mireya Cuéllar, enviada, Xalapa, Ver., 30 de agosto * Once partidos políticos se disputarán el próximo domingo las 210 alcaldías y 45 asientos del Congreso local,
revueltos de tal manera que en un municipio pueden ser compañeros de fórmula pero en el de junto se acusan de lo peor.
Convertidos en "franquicias electorales" de los grupos de poder regionales y con un pragmatismo político que tiene visos de oportunismo, PRI, PAN, PRD, PT, PVEM y la larga lista de partiditos se han unido con los que parecía ųcuando menos en la recién pasada elección federalų tenían diferencias de fondo.
Los aliados de Cuauhtémoc Cárdenas y del PRD en la elección del 2 de julio, se convirtieron aquí en sus peores enemigos, sumados en su mayoría al PRI. Convergencia por la Democracia ųla organización del ex gobernador Dante Delgado Rannauroų no volvió a su vieja casa, el PRI, pero "le dio la espalda al PRD" en el estado y es hoy su más fuerte competidor en la capital del estado, donde los dantistas tienen puestas todas sus esperanzas para no desaparecer del mapa político.
El PRI, que tradicionalmente podía solo ųaterrado ante la posibilidad de padecer todavía el efecto Fox, dicen los analistasų, creó para esta elección la estrategia de ir en candidaturas comunes en 122 de los 210 municipios, en la mayoría de ellos con la Sociedad Nacionalista (propiedad a nivel nacional de la familia Riojas), Alianza Social (PAS) y el Auténtico de la Revolución Mexicana. Pero en más de 20 municipios también se le suma el partido de Gilberto Rincón Gallardo, Democracia Social.
Rincón Gallardo no tuvo empacho en participar, junto a Dante Delgado, en el cierre de campaña de Reynaldo Escobar, el candidato de Convergencia por la Democracia en Xalapa, aunque en municipios como Alto Lucero, Agua Dulce o R. Cabada su partido esté llamando a votar por el PRI.
El PRD presentó 34 candidaturas comunes y tres coaliciones, éstas últimas con el PAN. Y Acción Nacional registró 26 candidaturas comunes. La ya famosa chiquillada participa en el proceso electoral casi en puras coaliciones. De los 85 municipios donde el partido de Rincón Gallardo tiene candidatos, en 67 es producto de una candidatura común. La Sociedad Nacionalista participa en 94 candidaturas comunes, de los 122 fórmulas registradas. Una situación similar vive el resto.
Este fenómeno de candidaturas comunes ha llamado mucho la atención y creado confusión porque como las convergencias no son a nivel estatal sino por candidato (es decir municipio), quienes son aliados en una demarcación son enemigos en otra. Los comisionados electorales ųque manejan el proceso desde el órgano localų son reacios a hacer una lectura del hecho, pero ųcon la condición de no ser mencionados "para no echarse encima a los partidos"ų comentan que es un fenómeno propio del pragmatismo político porque como muchos de los partidos participantes no tienen bases sociales "prestaron" sus siglas a los grupos políticos regionales que han entrado en conflicto o fueron relegados por el PRI.
Podría decirse que es el caso del Partido de la Revolución Democrática en esta capital. José Valencia Sánchez, su candidato, no es su militante y durante varios meses hizo campaña como "candidato ciudadano" en un intentó por presionar al PRI para que lo postulara. Valencia compartió la mesa varias veces con Francisco Labastida durante su campaña presidencial. Ex director del Diario de Xalapa, el ahora candidato del PRD había tenido siempre una estrecha relación con el PRI.
Pero como el PRD no tenía mejor candidato en esta capital, lo adoptó. De nada valieron las carpetas enviadas a Amalia García con los recortes de prensa documentando la forma como el diario dirigido por Vanecia había golpeado históricamente al PRD y a su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas. De hecho, ese medio publicitó ampliamente las fotografías donde Cárdenas es felicitado efusivamente por un supuesto grupo de homosexuales en el puerto de Veracruz. Un numerito que, se dijo en su momento, fue organizado por el gobierno estatal.
Pero otro de los buenos ejemplos de cómo un partido puede ser una franquicia electoral para un grupo de poder regional, es el del Partido Acción Nacional en Martínez de la Torre. Ahí, Jesús de la Torre Sánchez, ex dirigente del movimiento territorial del PRI y actualmente diputado local por ese partido, es el flamante candidato a la alcaldía. Resulta que como no lo apoyó el PRI entró en negociaciones con el blanquiazul. De la Torre es parte de un grupo político que ha dominado la región citrícola de Martínez con Gonzalo Morgado Huesca, ex dirigente estatal del PRI a la cabeza.
Cuando el PRI se dio cuenta que De la Torre andaba en negociaciones con otro partido pretendió que no se fuera pero el ahora panista argumentó que ahora sólo se puede ganar con el PAN. Chuy de la Torre, como le dicen en la región, tiene amplias posibilidades de ganar ųcomo muchos otros aspirantes panistasų gracias a la ola foxista y ya sufrió en carne propia la derrota con el PRI. Hace seis años fue su candidato a alcalde, también por Martínez y perdió frente a una coalición PAN-PRD.
Este caso tiene de cabeza al PRI estatal, que ya amenazó al ex diputado federal Morgado Huesca de que lo expulsará si sigue trabajando en la campaña de quien un buen día amaneció panista en Martínez después de toda una vida en el PRI.