JUEVES 31 DE AGOSTO DE 2000
* Insisten sus abogados en someterlo a examen médico
Asegura Augusto Pinochet: "la salud y el ánimo están bien"
Enrique Gutiérrez, corresponsal y agencias, Santiago, 30 de agosto * El ex dictador chileno Augusto Pinochet hizo saber anoche que "la salud está buena y el ánimo está bien", horas después de que sus abogados defensores solicitaron formalmente al juez especial, Juan Guzmán, que su cliente sea sometido a exámenes médicos y retrase la declaración indagatoria que deberá presentar el ex gobernante de facto, prevista para el 9 de octubre.
Los abogados del octogenario aspiran a que se compare el estado de salud actual de su cliente con el que presentaba en exámenes que se le practicaron en Londres el año pasado, y que se compruebe, como en ese caso, que Pinochet no está en condiciones de ser sometido a juicio por más de 150 querellas que existen en su contra.
La defensa especificó que los exámenes a los que será sometido Pinochet deberán ser físicos, no mentales, y ser practicados por el Servicio Médico Legal.
Pero como para demostrar que se encuentra en buen estado de salud, Pinochet se encuentra actualmente en el balneario de Viña del Mar, donde asistió a la misa por el cuarto aniversario de la muerte del almirante José Toribio Merino, uno de los cuatro integrantes de la junta militar durante los 17 años de su régimen, en lo que fue su segunda aparición pública después de haber sido desaforado por la Corte Suprema el pasado día 8.
En tanto, quedó en libertad bajo fianza el general retirado Sergio Arredondo, procesado por el caso de la Caravana de la muerte, en lo que es la tercera absolución de un implicado en este operativo castrense en el que militares ejecutaron a 72 militantes de izquierda. Este caso fue el principal argumento de la Corte Suprema para desaforar a Pinochet.
Por otro lado, el presidente Ricardo Lagos no reveló detalles sobre la sorpresiva cena que tuvo la noche del martes en su residencia privada con el comandante en jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, y el ministro de Defensa, Mario Fernández.
"Los amigos se juntan para tomarse un traguito y conversar", comentó el mandatario al ser interrogado por la prensa.
El ministro Fernández aseguró que las relaciones entre el ejército y el gobierno "están muy bien", pese al desafuero de Pinochet y la solidaridad de los militares con el ex dictador.