JUEVES 31 DE AGOSTO DE 2000

* En economía competitiva, 25% de mexicanos


OCDE: la globalización amplía la brecha entre ricos y pobres

Mayela Delgadillo Bárcena * La globalización impulsada por los 42 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no sólo ha profundizado la brecha entre países pobres y ricos, sino también lo ha hecho entre las propias naciones del ''club de los ricos''.

El abismo entre las naciones también se expresa en diferencias al interior de los países, lo cual no ha podido resolver el modelo globalizador, como aceptó Michalsky, y los efectos son tangibles: sólo 20 por ciento de la humanidad obtiene una utilidad neta por su trabajo. Las diferencias entre distribución del ingreso y de bienestar entre ricos y pobres sigue creciendo.

Wolfgang Michalsky, director de programas de futuros y jefe de la unidad de asesores del secretario general de la OCDE, indicó que el abismo entre las naciones tiende a ampliarse. Un ejemplo es que mientras en 1913 el número de países pobres contra ricos era de 11 a uno, para 1973 era de 44 a uno, y la cifra más reciente a 1993 arroja que la proporción se había incrementado de 72 a uno.

Aunque México se ha colado en el grupo de naciones más poderosas, la realidad es que sólo 25 por ciento de los mexicanos se encuentran dentro de la economía mundial competitiva; 50 por ciento está en sectores poco modernizados de la industria y los servicios, y el 25 por ciento restante está fuera de la economía monetaria, y para sobrevivir recurre a esquemas de autoproducción y autoconsumo.

Los activos de las 200 personas más ricas del mundo sobrepasan los ingresos de 40 por ciento de la población más pobre, y la tendencia se mantendrá para los próximos años si no se adoptan medidas, advirtió.

Durante la conferencia-presentación de libro La sociedad creativa del siglo XXI, el responsable de realizar proyecciones a futuro de la OCDE, apuntó que ''el crecimiento económico mundial revela marcadas diferencias en su desempeño, aún entre los países integrantes del organismo'', y que ''existen disparidades en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) por persona''.

Las propuestas de solución para sacar adelante este proyecto económico, según el especialista, consisten en que cada nación adopte diferentes ''combinaciones de su estructura como son las instituciones que las integran, los métodos que utilizan, y sus filosofías para conseguir su crecimiento''.

Michalsky señaló que debe ser aprovechada la heterogeneidad que existe en cada uno de los países de forma creativa para elevar su productividad, lo cual, acotó, puede ser posible para algunas personas y algunas naciones. ''Las diferencias globales de los países es una fuente poderosa de oportunidades en el mundo'', aseguró.

En el encuentro también estuvieron como presentadores del informe Enrique Berruga, director ejecutivo del Instituto Mexicano para la Cooperación Internacional (Imexi), de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y Antonio Alonso Concheiro, socio de Analítica Consultores.

Las mayores críticas a las proyecciones hacia el futuro fueron de Concheiro, quien retomó los datos de Michalsky que señalaron que la creciente inequidad del modelo de globalización ha permitido que un ejecutivo gane más de 400 veces lo que sus trabajadores, mientras hace algunas décadas el diferencial era de 40 veces.