JUEVES 31 DE AGOSTO DE 2000
* Todos están a favor de la vida: Morales Reyes
Un acierto, la decisión de vetar la ley antiaborto, dice la CEM
* Las iglesias deben pedir perdón por sus omisiones: evangélicos
El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Luis Morales Reyes, calificó como un "acierto" la decisión del gobernador de Guanajuato, Ramón Martín Huerta, de vetar las modificaciones al Código Penal en materia de aborto, aprobadas por el Congreso estatal, de mayoría panista, y dijo que el tema divide a los mexicanos.
La declaración, que para muchos sectores sociales resultó sorpresiva, fue compartida por el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, vocal del consejo de presidencia del máximo órgano colegiado de los obispos del país, y ambos prelados señalaron que la postura de la Iglesia católica "es inamovible" y siempre estará a favor de la vida.
Morales Reyes propuso que el tema debe dejarse "reposar" para evitar que se siga politizando y se tome como bandera política. Todas las posturas, aunque parezcan contradictorias, van a favor de la vida; unas corrientes ven más por la salud de la madre, otras por la de las criaturas, pero todas ven como fin único el respeto a la vida, respondió al ser entrevistado en Morelia, luego de inaugurar los cursos del seminario superior de esa arquidiócesis.
Necesario, educar a los feligreses
El reverendo Fernando Marcín, coordinador de Relaciones Eclesiásticas de la Secretaría de Comunicación Social de las Iglesias Cristianas Evangélicas, manifestó en conferencia de prensa que las iglesias deben levantar su voz, pero para pedir perdón por no haber dado más énfasis en estos temas y no educar moralmente bien a sus feligreses.
En referencia al cardenal Norberto Rivera Carrera, Marcín dijo que en lugar de excomulgar o castigar a los fieles, las iglesias deben pedir perdón por las omisiones y preocuparse muchísimo más por orientarlos, pues el problema del aborto es "esencialmente de conciencia".
Al fijar la postura de un grupo importante de iglesias evangélicas acerca del aborto, señaló que es necesaria la apertura de las instituciones religiosas hacia un nuevo enfoque de la sexualidad, aunque insistió que el aborto es "moralmente reprobable" y "un crimen a los ojos de Dios. Dios nos ha dado la vida, pero también al hombre le fue dado el libre albedrío para determinar lo bueno y lo malo; cada uno de nosotros responderemos ante Dios de cada una de nuestras acciones, buenas y malas".
Alberto Suárez Inda, miembro del consejo de presidencia de la CEM, destacó que el veto fue una reflexión bien pensada del mandatario estatal. "Creo que él vio que no es el momento de echarle fuego a la hoguera", y es tiempo de poner paz y crear una expresión de gobernabilidad "en donde nos fijemos realmente en fomentar positivamente una penalización y no con alguna (ley) quizá precipitada, sin sustento jurídico", puntualizó el prelado.
En Guanajuato, el dirigente estatal del PAN, Gerardo de los Cobos, defendió la postura de su partido sobre el veto del gobernador al Código Penal, y afirmó que la decisión del mandatario "no fue ni una derrota ni un triunfo".
El presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Miguel Valadez, aseveró que las modificaciones que propusieron los legisladores no fueron meditadas suficientemente.
Miguel Zavala, vocero de la arquidiócesis de México de la Iglesia anglicana, opinó que el veto es una consecuencia lógica de una decisión precipitada y sin consenso, tomada por la mayoría panista en el Congreso de Guanajuato.
Dijo que para adoptar ese tipo de decisiones y ampliar las causales de aborto no se puede tomar como base la religión, pues el papel de las iglesias sólo es el de iluminar conciencias. La religión, explicó, se basa en dogmas de fe y esto entorpece y obstaculiza el encuentro de soluciones razonadas.
El presbítero anglicano condenó la actitud dogmática de grupos conservadores religiosos respecto del siempre difícil tema del aborto, y dejó en claro que la Iglesia condena cualquier tipo de atentado contra la vida, aunque "dado el corte liberal de esta Iglesia", ésta admite el aborto en caso de violación, debido a que en este tipo de casos "se adjudica a la mujer un paquete que no pidió".
Propuso que se establezca una verdadera educación sexual y el ejercicio libre de la sexualidad desprovisto de dogmatismos. Sostuvo que detrás del rechazo al aborto está el deseo de impedir que la mujer tome decisiones o de controlar las decisiones libres de las mujeres.
En la UNAM, durante el Seminario de Interrupción Voluntaria del Embarazo, investigadoras e integrantes de organizaciones de derechos femeninos señalaron que muchas de las razones metafísicas que proponen los hombres en contra del aborto, sobre todo sacerdotes y médicos, en realidad buscan impedir que las mujeres controlen su propio cuerpo.
La directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), Graciela Hierro, afirmó que la negación al derecho de abortar es la negación de la sexualidad de las mujeres, de su erotismo y de su placer, y subrayó: "ƑSi una no es dueña de su propio cuerpo, entonces de qué es dueña?"
Por su parte, la antropóloga Marcela Lagarde dijo que la mujer tiene enormes poderes para decidir tanto la vida propia como sobre la engendrada, pero lo quiere hacer con legitimidad, legalidad y consenso social.
Señaló que los impulsores de una po-lítica sexual contra el derecho de la mujer "son violentos; su hostilidad con- tra las mujeres da sentido a sus vidas, dedicadas a sostener un orden patriar- cal que se fractura, afortunadamente, y hace agua por todas partes... y tra- tan de hacerlo a través de la política y de la fuerza de la costumbre, incapaces de expropiar la praxis femenina pretenden seguir mandatándola. Ya no es su hora esta hora".
Elena Bernal, integrante del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), consideró que los medios de comunicación se "están mostrando como el lugar menos apropiado para el debate" sobre el tema, porque sus propios formatos a veces no permiten una mayor profundización, y subrayó la necesidad de analizar el discurso sobre el aborto debido a que se ha hecho una gran confusión, inclusive hasta de términos. (Raúl López Téllez y Martín Diego, corresponsales en Morelia y Guanajuato; Karina Avilés, Carolina Gómez y José Antonio Román)