MIERCOLES 30 DE AGOSTO DE 2000

Ť General Lara Villa 


Se ha desviado al Ejército de sus propósitos originales

Gustavo Castillo García Ť Samuel Lara Villa, general brigadier en retiro y diputado federal por el PRD, dijo que "es inaplazable legislar para que el Congreso de la Unión se convierta en vigilante del Poder Ejecutivo, porque no podemos exponernos en este momento a que el Ejército sea utilizado para resolver conflictos políticos y enmiende errores del Ejecutivo con perjuicio del prestigio y de la credibilidad que aún existe en las fuerzas armadas".

lara-villa-samuel-jpgDurante la presentación del libro Siempre cerca, siempre lejos: las Fuerzas Armadas en México, aseguró que se ha desviado al Ejército de sus propósitos originales para convertirlo en una organización más parecida a las fuerzas armadas de Centro y Sudamérica, donde los militares forman parte de una casta, es fácil que den un golpe de mano y existe la amenaza latente de que se coloquen sobre los gobiernos electos, aunque esto aún no ocurre en México.

Lara Villa consideró que "en este momento político hay que tener mucho cuidado con lo que acontece, porque se pueden dar circunstancias con las cuales se quiera transformar al Ejército del pueblo en uno que no corresponde a sus orígenes".

Aseguró que la militarización "no se circunscribe a una región de la República; el problema es nacional ya que en todas partes se manifiesta la presencia de las fuerzas armadas porque la inconformidad es general", producto de "las violaciones a los derechos humanos y otros conflictos que se dan en el natural contacto que tienen los militares, especialmente la tropa, con los habitantes de las zonas donde se desempeñan".

Dijo que se debe recordar que el Ejército de México no tiene los mismos orígenes que los de otras naciones, éste nació y se nutre del pueblo, pero en una campaña contra los logros de la Revolución mexicana se le ha venido desviando de sus propósitos originales.

El general José Francisco Gallardo, vía telefónica, dijo a los autores del libro que existe una tendencia en México de resolver por la fuerza los problemas de carácter social, y propuso que "al igual que se desmantela el sistema político priísta, debe desarticularse el poder que lo sostenía, el corporativismo y el Ejército; uno, aniquilándolo; el otro, modernizándolo, abriéndolo al escrutinio social y anclándolo efectivamente en el cauce constitucional y la civilidad".

Advirtió "que si la administración foxista no logra someter al Ejército a los controles institucional y civil, corre el riesgo de no consolidar su proyecto político, económico y social en los próximos seis años".