LUNES 28 DE AGOSTO DE 2000

* Exposición sobre vida y costumbres del periodo


Revive la época virreinal en el ex convento de El Carmen

* El lugar recupera 90 por ciento de sus dimensiones de antaño

Miryam Audiffred * El ex convento de El Carmen recupera 90 por ciento de sus dimensiones de antaño. Si bien aún quedan por rescatar una parte de la huerta y del área que en su momento estuvo ocupada por la panadería --estos sitios están en manos de particulares--, el inmueble edificado a principios del siglo XVII por frailes carmelitas descalzos recobra el espacio conocido popularmente como la Casa del Acueducto.

Mañana, cuando sea inaugurado por el presidente Ernesto Zedillo, este nuevo recinto, con más de 2 mil metros cuadrados de construcción, será integrado en su totalidad al Museo de El Carmen --ubicado en el claustro menor del ex convento desde 1929-- para ofrecer una visión de la vida cotidiana novohispana.

De acuerdo con el Coordinador Nacional de Museos, Miguel Angel Fernández, la nueva adquisición del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, por medio del Instituto Nacional de Antropología e Historia, tratará de relatar la historia que no ha sido contada en ningún otro museo del país.

"Nos interesa mostrar todos los ámbitos de la vida civil del virreinato y enseñar cómo transcurría el tiempo en aquellos años."

Para lograr esa imagen, el inmueble abrirá sus puertas habilitado como una mansión "no muy ostentosa" de la Nueva España y con una colección formada por 600 piezas procedentes de distintos recintos del CNCA y del Museo Franz Mayer, institución con la que las autoridades culturales firmaron un convenio de préstamo que tiene duración de un lustro y es renovable.

Esa sección del museo estará dividida en dos partes: la planta baja, que será utilizada para abordar a los gremios y las actividades de la época, y el piso superior, en el cual se mostrará la vida íntima.

El recinto dejará al descubierto herramientas y productos relacionados con herreros, tejedores, carpinteros, ceramistas y plateros, así como las costumbres de decoración empleadas en las recámaras, la cocina, el gabinete y el salón del dosel.

Detalles curiosos, sorprendentes o desconocidos sobran. Y es que "el recinto tendrá como prioridad cumplir una función didáctica"; de ahí que, además de las cédulas explicativas formales, existirán otras hechas especialmente para los niños.

Los trabajos de rescate físico comenzaron hace poco más de dos años, cuando Servicios Metropolitanos cedió el inmueble al consejo, instancia que cuenta desde hace más de un lustro con el Proyecto General del Museo de El Carmen.

Integrar los fragmentos que faltan

"Se trata del monumento más importante de San Angel; por eso queremos realzarlo y darle el lugar que merece.

"No vamos a descansar hasta que podamos integrar los fragmentos que faltan y, en ese sentido, no creo que tardemos mucho porque un civil no puede hacer gran cosa en un espacio considerado monumento histórico y acotado por disposiciones del gobierno, pues esto los obliga a no modificar su estructura y a darle restauración constante."

Habrá videos interactivos y el recinto contará con áreas para exposiciones temporales. Por ejemplo, durante los primeros meses podrá apreciarse la muestra Vida interior. Los espacios domésticos, que, enfocada a los aspectos decorativos, permite conocer los distintos usos de las telas, los parámetros que regían la colocación de óleos, la transformación e influencia en las piezas de porcelana, así como algunas de las costumbres de los palacios episcopales.

"No tenemos la menor duda de que este espacio difundirá datos que no abundan en la literatura o en los libros de texto y que permiten saber cómo vivió la gente durante esos tres siglos que fuimos relegados."

Rescatado con un "gran apoyo" de la iniciativa privada, en el ex convento han ocurrido múltiples catástrofes y problemas, por ejemplo, entre 1847 y 1848, cuando la ocupación de San Angel por tropas estadunidenses causó la destrucción de partes del edificio, fueron saqueados numerosos bienes y quemados los árboles de la huerta.

Diez años después, fray Rafael del Sagrado Corazón --entonces rector del colegio-- fraccionó y vendió la huerta, y en 1874 ésta fue entregada con el edificio al ayuntamiento. Partes del inmueble fueron vendidas a un particular en 1891 tras la destrucción de algunas áreas debido a la prolongación del ferrocarril que corría por la zona.

Finalmente, la parte medular fue entregada a la Secretaría de Educación Pública en 1921 y al INAH en 1939.