LUNES 28 DE AGOSTO DE 2000
* El fuego en el edificio de 540 metros, sin control; hay cuatro desaparecidos
Se incendia torre de comunicaciones en Rusia
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, lunes 28 de agosto * Cuando los rusos no se reponen todavía de la reciente tragedia del submarino Kursk, no se descartan nuevas víctimas mortales a consecuencia del incendio en la torre de televisión de Ostankino, que ocurrió hacia las 15:20 de este domingo y que continúa pasadas las 3:30 de este lunes, sin que los bomberos puedan extinguir el fuego.
Al menos cuatro personas, que según se informó estaban atrapadas en uno de los elevadores de la torre del edificio más alto de Rusia con 540 metros, están desaparecidas, después de que se rompió el cable que sujetaba el último ascensor y éste cayó al precipicio desde una altura de 330 metros, sin hallarse a nadie dentro.
Aunque salvaron la vida, seis personas están heridas de gravedad. El elevador en que intentaron escapar del fuego no se estrelló contra el suelo, gracias a que pudo ser frenado por un sistema de emergencia; los otros cuatro se desplomaron sin gente.
Aparentemente, las demás personas que estaban en la torre al detectarse el incendio ųlos técnicos de los distintos servicios de telecomunicaciones y telefonía celular, así como los visitantes en el mirador y el restaurante giratorioų, lograron ser desalojadas por las escaleras.
Hay indicios de que un cortocircuito, a 460 metros de altura, originó el incendio que fue extendiéndose. Nikolai Patruschev, director del FSB, el Servicio Federal de Seguridad, negó que el siniestro haya sido producto de un atentado y dijo que, si bien hubo una llamada anónima que advirtió que iba a explotar la torre de Ostankino, ésta fue posterior al comienzo del incendio.
Por el momento, las autoridades descartan que se desplome la torre completa, símbolo de la arquitectura rusa, que se inauguró en 1967 y es la segunda construcción más alta del mundo, sólo después de la torre de televisión de Toronto, Canadá, que la supera por unos metros.
Sin embargo, el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, advirtió que si el fuego llega a afectar las estructuras de la base, "nada debe descartarse". Los bomberos tratan de evitar que el fuego descienda al interior de la construcción.
El principal riesgo, por ahora, es que las llamas que se observan sobre todo a 360 metros de altura sigan subiendo y deformen la parte superior de la torre, donde está la antena. Ello podría provocar que se desprendan fragmentos de la antena o se caiga por completo.
Como medida preventiva, la policía mantiene acordonada una zona de 500 metros en torno a la torre y fueron retirados incluso los carros de bomberos, pero aún no han sido desalojados los habitantes de las casas más cercanas, a unos 700 metros del lugar.
Las autoridades parecen resignadas a perder este centro neurálgico de telecomunicaciones que transmite desde Moscú la señal de todos los canales de televisión, públicos y privados, y servía de emisor a seis estaciones de radio, la policía y varias compañías de telefonía celular.
Luzhkov dijo que los daños causados son tan grandes que ya desde ahora, antes de apagar el incendio, surgen dudas sobre la conveniencia de reparar la torre, pues probablemente será más barato construir otra.
El presidente Vladimir Putin, por su parte, dio instrucciones al ministro de Comunicaciones, Leonid Reiman, de encontrar una alternativa para restablecer la transmisión de los principales canales de televisión rusos, suspendida desde hace más de 12 horas.
Los expertos consideran que dentro de dos o tres días podría restablecerse sólo parcialmente la transmisión de los principales canales. Para ello se estudian varias opciones, entre ellas usar la red de televisión por cable que cubre algunos distritos de la capital.