LUNES 28 DE AGOSTO DE 2000

* Afecta servicios bancarios, Internet, radiodifusión, celulares, y muchos otros


Contingencia en telecomunicaciones al apagarse el satélite Solidaridad I

* Los daños no han sido cuantificados * Representa una tercera parte de la capacidad instalada

Al fallar la computadora de control del satélite Solidaridad I por causas aún no determinadas, México prácticamente perdió uno de los cuatro aparatos que tiene en órbita para servicios de telecomunicaciones. Con daños aún no cuantificados, la anomalía afectó en particular servicios bancarios, de telefonía celular, de Internet, la red de telesecundarias, comunicación rural, radiodifusión y televisión, entre otras, de un total de 107 usuarios del país, Estados Unidos, Canadá y el resto del continente.

En abril del año pasado se registró una falla en el sistema central del satélite, por lo que hubo necesidad de utilizar los equipos de respaldo, y de ahí que no existan prácticamente posibilidades de rescatar al Solidaridad I, puesto en órbita en noviembre de 1994. Ese satélite representa una tercera parte de la capacidad instalada con que cuenta el país, ya que el Morelos II se encuentra de ''reserva''. La operación de los satélites está a cargo de la empresa Satélites Mexicanos (Satmex), privatizada en octubre de 1997.

En conferencia de prensa en la que estuvieron el secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán; el subsecretario de Telecomunicaciones, Jorge Silberstein; el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Jorge Nicolín, así como el director general de Satmex, Lauro González, se informó que las próximas 24 horas serán críticas para determinar si es factible recuperar el control del Solidaridad I.

Sin embargo, de manera no oficial fuentes bien enteradas dijeron que desde anoche se había determinado que, considerando la gravedad del problema, el satélite podía darse por perdido.

Según informaron el presidente de la Cofetel, Jorge Nicolín, y el director general de Satmex, Lauro González, a las 10:45 horas de ayer los centros de control satelital, localizados en las ciudades de México y Hermosillo, detectaron una serie de alarmas indicando que el procesador en línea, computadora principal mediante la cual se controla el satélite, se había apagado.

De hecho, explicó Nicolín Fischer, el satélite sólo cuenta con una pequeña reserva de energía en sus baterías, pues al apagarse el procesador en línea no se puede mantener una orientación al sol para que los páneles solares recarguen el sistema eléctrico para su operación.

''Es un problema grave'', reconoció el secretario Ruiz Sacristán, quien se sumó a la conferencia de prensa. El titular de la SCT informó incluso que el gobierno cederá la capacidad que tiene reservada para su uso (para seguridad pública, educación a distancia, telefonía rural y la red interna del gobierno federal, entre otros) a fin de reducir los efectos que la falla representa para las telecomunicaciones comerciales y privadas del país.

Explicó que para atender la contingencia se estableció que autoridades y técnicos del sector público, de Satmex y del propio fabricante, Hughes Space and Communications, procedieran a determinar la magnitud del problema; luego, adoptar las medidas necesarias para garantizar la continuidad en los servicios de telecomunicaciones y, finalmente, analizar la posibilidad de reemplazar al satélite por uno nuevo.

Por su parte, el presidente de la Cofetel, Nicolín Fischer, aclaró que desde la primera falla del satélite en abril de 1999, cuando se presentó un cortocircuito que obligó a utilizar los sistemas de respaldo, se procedió a aplicar planes de contingencia que implicaron la ''mudanza'' de usuarios hacia otros satélites de la misma empresa o de otros operadores extranjeros.

Sistemas de redundancia para usuarios

La mayoría de los usuarios, explicó, cuentan con sistemas de redundancia, es decir, otros medios de transmisión ya sea por otros satélites, redes de microondas o de fibra óptica, para garantizar el envío de paquetes de voz (telefonía, radiodifusión), datos (servicios bancarios, reservaciones, operaciones empresariales, etcétera) y video (televisión, teleconferencias).

Afirmó que las autoridades vigilarán el cumplimiento de los compromisos contractuales tanto por parte de los fabricantes del satélite, como de la empresa y de los usuarios. Indicó que el Solidaridad I contaba aún con una vida útil de siete años, por lo que se hace necesario que Satmex busque un reemplazo lo antes posible.

Para reemplazar al aparato se requieren 30 meses (dos años y medio), que es el tiempo promedio entre el comienzo del diseño técnico hasta la puesta en órbita y operación comercial de un satélite.

Al respecto, el director general de la empresa, Lauro González, informó que desde hace algunos meses el consejo de administración de Satmex, que encabeza Sergio Autrey, había analizado la posibilidad de iniciar la construcción de un nuevo satélite, pero ''sólo se vio como una posibilidad para fortalecer a la empresa''. Aún así, dijo, no es un proyecto que se haya desechado completamente y ya se tiene un buen trecho de avance si se requiere sustituir al Solidaridad I.

Mencionó que reemplazar al satélite implica una inversión de 250 millones de dólares (100 millones de la construcción, otros 100 millones para el lanzamiento y 50 más para el pago de seguros), aunque el precio se reduciría por la cobertura de riesgos que se tiene contratada, así como la garantía de la empresa fabricante. ''Los contratos de fabricación cubren la vida esperada del satélite; tenemos derechos y obligaciones, y vigilaremos que los proveedores cumplan con su parte contractual''.

A una pregunta sobre el monto de los daños, Lauro González dijo que por el momento no se pueden cuantificar, pero sólo a la empresa le representará dejar de recibir ingresos por 20 millones de dólares anualmente. Es decir, unos 50 millones de dólares hasta la puesta en órbita de un nuevo satélite. Informó que mientras eso sucede, la empresa puede disponer del satélite Morelos II, que se encuentra en una órbita de ''reserva'' y que aún puede operar durante unos dos años más, ''pero será una decisión que tomaremos en las próximas dos semanas''.

Indicó que los usuarios tienen garantizadas sus transmisiones, ya que las realizadas por medio del Solidaridad I sólo son una sexta parte de la capacidad utilizada, aunque los 48 transpondedores (transmisores) de ese satélite representan una tercera parte de la capacidad total instalada. (Víctor Cardoso)