LUNES 28 DE AGOSTO DE 2000
* Critica visión del guanajuatense sobre Chiapas
El tema zapatista debe debatirse en la reforma: Martínez Veloz
* Reposicionar a militares y retomar iniciativa de Cocopa, sugiere
José Gil Olmos * Para el ex integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), Jaime Martínez Veloz, son "preocupantes" las expresiones que el presidente electo Vicente Fox ha hecho de calificar como "local" el conflicto en Chiapas, y sobre todo considerar que con la victoria de Pablo Salazar Mendiguchía ya no tiene razón de ser la lucha del EZLN y del subcomandante Marcos.
A su ver, son declaraciones "chabacanas" que muestran poco conocimiento de un problema profundo, complejo y de alcance nacional, y el cual tiene que discutirse pero dentro de la reforma del Estado.
El legislador bajacaliforniano, único integrante de la Cocopa que firmó los acuerdos de San Andrés, señala que dos elementos podrían ser la "llave" para abrir nuevamente las negociaciones suspendidas hace cuatro años: impulsar la iniciativa de la Cocopa sobre derechos y cultura indígenas, y reposicionar las tropas del Ejército en Chiapas hacia sus cuarteles, para que ya no provoquen un clima de tensión.
"Los zapatistas tienen que ver señales claras. Este no es un problema de vocho, changarro y televisión; es un problema que tiene que ver con los principios que le dan origen a este país", señala en entrevista Martínez Veloz, tras insistir que nadie, ni los medios de comunicación ni los políticos o escritores, puede apostarle al "acorralamiento" de los indígenas zapatistas asegurando que después del triunfo de Salazar Mendiguchía ya no tienen banderas de lucha.
"Me parece aberrante que dirigentes políticos nacionales salgan con declaraciones que poco tienen que ver con la realidad indígena o con un asunto de esta naturaleza. La pregunta que yo me haría es: Ƒpara los indígenas qué es lo que ha cambiado? Para ellos nada ha cambiado, sólo hay un escenario diferente. Creo que la sensibilidad de Pablo Salazar, de estar cerca de los asuntos, es un ingrediente positivo pero insuficiente, porque el conflicto chiapaneco o el levantamiento zapatista tiene demandas de alcances naciona- les", argumentó.
Contra la chabacanería
ųƑQué opina entonces de la propuesta del presidente electo de establecer una oficina a su lado, en la residencia oficial de Los Pinos, para atender a los indígenas?
ųSon actitudes que expresan una gran chabacanería. Son temas que deben abordarse con toda la seriedad del mundo. No se trata de limosnas o de dar recursos o de establecer empresas modernas y crear maquiladoras en la selva para incorporar a los indígenas. Es un problema que tiene que ver con el destino del país, con nuestro origen indígena.
Participante de los primeros diálogos en San Andrés Larráinzar, explicó las razones por las cuales impulsar la iniciativa de la Cocopa puede ayudar a destrabar el proceso de negociación con el EZLN, suspendido desde septiembre de 1996.
Primero, dijo, porque está hecha con base en los acuerdos de San Andrés que firmaron tanto el gobierno federal como los miembros de la comandancia zapatista. "No es una iniciativa cualquiera, tiene el sustento del Convenio 169 de la OIT", explicó en referencia al apartado del convenio de la Organización Internacional del Trabajo ųfirmado por el gobierno mexicanoų sobre el derecho de los pueblos a un territorio y a disfrutar las riquezas contenidas en éste.
Martínez Veloz sostuvo que con dicha iniciativa también se corregiría el olvido de los derechos indígenas en la Constitución de 1917. "Están plasmados los derechos de los obreros, de los campesinos, pero no de los indígenas. En el caso del PRI te diría que si como gobierno no tuvimos las capacidad para impulsar una política y un acuerdo social con los indígenas de este país, como oposición tenemos la posibilidad de hacerlo, porque en la práctica la cuestión indígena no fue atendida a fondo por el PRI como gobierno".
En este sentido, propuso que el gobierno del presidente Zedillo, como una muestra de que también quiere reiniciar el diálogo, debería retirar su propuesta de reformas constitucionales en materia de derechos y cultura indígenas.
Argumentó que la iniciativa presidencial fue un acto unilateral del gobierno federal que provocó desconfianza de la contraparte, el EZLN; lo mismo que la iniciativa de cartas municipales que presentó el PAN ante el Poder Legislativo. Observó que ahora ambas son un obstáculo para que prospere la oferta de Fox de respetar los acuerdos de San Andrés e impulsar la iniciativa de la Cocopa en el Congreso de la Unión.
Como lo ha hecho en varios momentos, Martínez Veloz defendió la iniciativa que la Cocopa elaboró en 1996 y que fue suscrita, entre otros, por el senador del PAN Luis H. Alvarez, miembro del equipo de transición del presidente electo y encargado para el conflicto en Chiapas.
Negó, por ejemplo, que con las autonomías los pueblos indígenas traten de separarse del país. "Si alguien es mexicano hasta las cachas, son los indígenas; puedes encontrar declaraciones, sobre todo de empresarios del norte, que estarían gustosos de pertenecer a Estados Unidos, pero los indígenas jamás se han planteado esto. Entonces, acusarlos de que la autonomía indígena va a fragmentar el país o de que la iniciativa que nosotros formulamos les da preminencia sobre los recursos de la nación, es de mala leche. Es desconocer el contenido de la iniciativa", adujo el legislador del PRI.
Aclaró que en el paquete de reformas constitucionales la Cocopa dejó en claro que los pueblos indígenas tendrán acceso a los recursos naturales de sus tierras, salvo aquellos que son dominio de la Nación. Al contrario, atajó, "lo que sí pone en riesgo son aquellas pretensiones de privatizar el petróleo o los recursos naturales, porque la presencia indígena sería una garantía de que esos recursos serán siempre de los mexicanos".
El ahora secretario del Programa de Acción y Gestión Social del CEN del PRI consideró que los miembros actuales de la Cocopa deben recuperar también la "caracterización" de las causas que dieron origen al conflicto en Chiapas; el alcance nacional de sus demandas, y evitar, con ello, el esquema de "encajonarlos" sólo en cuatro municipios. Dejar de pensar que es un conflicto "intracomunitario" y dejar de buscar sólo la foto con los zapatistas firmando la paz.
"Creo que ese camino también los puede reinsertar en el diálogo, en lugar de tratar de desacreditar a los zapatistas. El PRI no puede ni debe caer en la desacreditación del EZLN. Sería un gran error. Al contrario, creo que las demandas de los zapatistas son demandas que el PRI debe apoyar", propuso Martínez Veloz.
Desde su punto de vista, ahora no sólo se pretende acorralar a los zapatistas, sino también excluirlos de los trabajos de la mesa de estudio para la reforma del Estado, que el equipo de Vicente Fox está organizando. Dijo que se olvida que hace cuatro años, como producto de los diálogos de San Andrés, surgió la iniciativa de que el Congreso de la Unión hiciera un llamado al diálogo nacional para la reforma del Estado. Es decir, que se tomara en cuenta a la sociedad y de ella salieran las propuestas, y no como ahora se pretende: desde las cúpulas.
"Con todo respeto para sus integrantes, y hay muchos respetables, me parece que la orientación sigue siendo la misma de antes, es decir, llegar a un acuerdo de cúpula, y después se manda al Congreso para que la acepte. Si queremos cambiar, el verdadero camino es cambiar todo. Crear un diálogo nacional para la reforma del Estado, convocado por el Congreso de la Unión, pero invitando a que participen los zapatistas, todos los sectores sociales y representantes de los poderes.
Martínez Veloz estima que aún es tiempo de rectificar y no repetir los errores que cometió el PRI al tratar de deslegitimar la lucha zapatista. Concluye: "Por eso la simplonada de los 15 minutos sólo genera desconfianza. Fox no le está hablando a la clase media, le habla a un pueblo o un conjunto de pueblos que han sido vejados, humillados, engañados y marginados durante centenas de años. Su discurso de buenas intensiones debe tener, realmente, un contenido que encuentre eco en las poblaciones indígenas, y para esto tiene que ser más responsable. Tiene dos personas que le pueden ayudar: Luis H. Alvarez y Rodolfo Elizondo, que fueron miembros de la Cocopa, y son gente seria".