LUNES 28 DE AGOSTO DE 2000

* Incursionó también en los submundos de los negocios sucios de Miami


Sociedades de Cavallo tuvieron el apoyo de destacados menemistas

* Parte de los más de 70 mdd, ''botín de guerra'' de ex militares, pudo haber sido invertido ahí

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 27 de agosto * Las sociedades integradas por el ex marino Ricardo Miguel (o Miguel Angel) Cavallo ųdetenido en México y cuya extradición pide la justicia española para responder por crímenes de terrorismo de Estado y genocidio en Argentinaų, llegan no sólo hasta el más selecto entorno que rodeó al ex presidente Carlos Menem, sino también a los submundos de los negocios sucios de Miami.

Asociado con sus ex compañeros de los Grupos de Tarea (GT3.32) de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), donde desaparecieron a unas cinco mil personas durante la pasada dictadura militar, tramaron sociedades económicas que contaron con la colaboración del poder político y en las que pudieron haber invertido parte de los más de 70 millones de dólares que fue el producto del ''botín de guerra'' de los criminales.

Hasta ahora, incluso la empresa Seal Lock, que maneja el ex marino Jorge Radice ųquien se dedicó a vender los bienes de los desaparecidosų, provee el plástico para la confección de los documentos de registros de conductor en Buenos Aires, gracias a que ganó una licitación junto con la empresa Polaroid, en 1999, según informa el periódico Clarín.

Desde Mendoza hasta El Salvador y México

Detenido preventivamente en México a raíz de una publicación periodística, Cavallo ųcompañero también del ex capitán Jorge Astiz, quien admitió los crímenes cometidos en la Esma, y con orden de captura en varios paísesų tejió una larga red de negocios. Desde Mendoza, donde después de formar la Unión Transitoria de Empresas (UTE) y poner en funcionamiento a Talsud, hasta El Salvador y México, el ex represor de la Esma demuestra cómo se teje la red de protección y cómo las viejas amistades construidas durante las dictaduras ųcomo es el caso del ya fallecido mayor salvadoreño Roberto D'Aubuissonų siguen ahora siendo la base de negocios, que en varios casos han terminado en episodios de corrupción.

En El Salvador, colocó a su hermano Oscar Eduardo al frente de la empresa Servicio de Tránsito Centroamericano (Sertracen). En Mendoza, enfrentó problemas en la UTE, con la empresa Shehuen, que junto a Seal Lock (de su amigo Jorge Radice, que tuvo a su cargo la venta de los bienes de los desaparecidos) ganaron la licitación en la privatización del registro automotor, que provocó fuertes reacciones de los usuarios por las altas tarifas.

En la UTE, Ricardo Miguel Cavallo comparte sociedad con Víctor Talaroid. En 1998 ya Cavallo había sido demandado por Shehuen por fraude y la causa aún está abierta. En 1995, también en Mendoza, hubo una sociedad entre Talsud y Tecnología, Telecomunicación e Informática (TTI), que ganó licitación en Godoy Cruz, pero en realidad estas sociedad recién aparece constituida en Buenos Aires en 1997. Allí también actuó la justicia...

Ademas de sus socios del mismo grupo de tareas GT 3.32, donde son comprobadas sus sociedades con personajes como Radice, o con Jorge Tigre Acosta, ahora detenido y procesado por el robo de niños nacidos en cautiverio, tenían contactos directos con altos funcionarios del menemismo (ver entrevista con Scilingo).

En esta capital ųcomo señaló ayer La Jornadaų Cavallo conectaba directamente con Miguel Angel Eggea (también nombrado a veces Daniel), que participó en acciones de represión en la provincia de Córdoba durante la pasada dictadura, y socio de Alberto Kohan, ex secretario de la presidencia en el gobierno de Carlos Menem. Asimismo, en Mendoza se tejió la relación con el Grupo Vilas, donde destacó el ex ministro del Interior menemista José Luis Manzano, ex vocero y actual colaborador de la Fundación Cubano-Americana de Jorge Mas Canosa (ya fallecido en Miami).

Los vínculos también llegan desde la pasada dictadura, cuando varios terroristas cubanos de Miami, ligados a esta fundación, colaboraron directamente en los crímenes de los militares, como sucedió en el asesinato del general Carlos Prats en Argentina, en septiembre de 1974, y de Orlando Letelier, ex canciller chileno en Washington, en septiembre de 1976, entre otros.

La amistad existe entre ellos desde entonces, como señala el ex capitán de la Marina Adolfo Scilingo, y con el menemismo fue apoyado por los seguidores del contralmirante Emilio Massera, quien integró la primera junta militar de 1976, jefe de la Marina y responsable de miles de crímenes.

Aunque Manzano debió dejar su cargo por corrupción, también integró al Ministerio del Interior a Adelina de Viola, que surgió como María Julia Alsogaray, de la derecha antiperonista. Ambas fueron voceras de Mas Canosa en su momento y ligadas a los republicanos, ya que el ex presidente George Bush abrió las puertas a muchos negocios sospechados aquí.

Asimismo, los GT de la Marina se ligaron con Guardia de Hierro, organización de la derecha peronista, como menciona Miguel Bonasso. Es innegable la sociedad de Cavallo con Eggea, ex secretario privado del brigadier Raúl Lacabanne, interventor de Córdoba durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón (1974-1976), periodo en que la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) asesinó a militantes peronistas de izquierda y a izquierdistas y religiosos.

Amigo de Kohan Eggea fue protegido por los llamados ''jueces de la servilleta'', acusados de depender del poder menemista en la ultima década, como Norberto Oyharbide, quien decretó finalmente el final de una causa abierta que lo comprometía. Todavía falta investigar la historia del astillero Astiluz, que podría llevar la madeja nuevamente hacia los grupos de tareas y los civiles asociados para el nuevo tiempo de delitos, al que ya se menciona como el segundo Cóndor.

Algunas fuentes señalaron a este periódico la vinculación cercana de los Grupos de Tarea de la Marina con los hombres de los llamados Grupos de Tareas Exterior (GTE), que dependían del batallón de Inteligencia 601 del Ejército, donde se nombra al ex agente Leandro Angel Sánchez Reisse, Leny o El Marqués, no sólo responsable de secuestros, torturas y de sus vínculos con los escuadrones de la muerte de la Triple A, sino también después en una serie de secuestros extorsivos junto al llamado ''mayor gustavino'', que no era otro que el ex agente de inteligencia y también criminal de la dictadura, Raúl Antonio Guglielmineti.

Ambos vivieron en Miami y Sánchez Reisse, protegido por la CIA y la FBI ųa la cual dice pertenecerų fueron mediadores y lobystas de varios negocios en el menemismo. Los vínculos de Cavallo con el banquero preferido de Menem, ahora bajo juicio, Raúl Moneta, no dejan lugar a dudas de sus variadas conexiones.

El grupo Vilas fue catapultado por los hombres de la Fundación Nacional Cubano-Americana, que se fueron quedando con el control de negocios de fibra óptica y apoderándose de medios escritos, radios, televisoras y otros.

''Una parte significativa del paquete accionario de telefónica está en manos de una misteriosa compañía creada poco después de la privatización de Entel, en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británicas. Aunque maneja uno de los mayores negocios de la era menemista su capital es de apenas 50 mil dólares'' y sus estatutos posibilitan un tipo de representación por medio de lo cual nadie puede acceder al origen del dinero allí canalizado, escribió Horacio Verbitsky en febrero de 1998, al analizar la historia de estos negocios sucios.

''El ingeniero de este laberinto de espejos es el escribano Raúl Pedro Moneta, socio del Citibank'' y mencionado en una cantidad de juicios, señala Verbistky. Estos son algunos de los hombres claves en el entorno de Cavallo, cuyas sociedades comenzarán a develarse conjuntamente con su larga historia de torturador y criminal de la pasada dictadura.