DOMINGO 27 DE AGOSTO DE 2000
* En la presente gestión se han concesionado 79 rutas: Alejandro Villegas
Empieza a revertirse la anarquía en el transporte
* La parálisis legislativa impidió reformar el reglamento en la materia, que data de 1942, explica
Laura Gómez Flores * La deficiente estructura organizacional de las autoridades de transporte y su poca preparación derivó en los últimos años en un crecimiento anárquico de la red de servicio concesionado, que pasó de 220 a mil 200 rutas. Asimismo, en un transporte suburbano duplicado y sin control, la cancelación de créditos y la reducción de usuarios en los servicios que presta el Gobierno capitalino, de hasta 19 por ciento, señaló el presidente de la Asociación Mexicana de Ingeniería en Transporte, Angel Molinero Molinero.
La parálisis legislativa, que impidió modificar el reglamento en la materia, que data de 1942, fue determinante en la situación de anarquía y discrecionalidad del ejercicio de la administración pública, pero esto empieza a revertirse, afirmó el director general de Regulación al Transporte, Alejandro Villegas, al comentar que en esta gestión se concesionaron 79 rutas y están por sumarse en breve otras 18.
Ante este panorama, la Liga Metropolitana de Transportistas se pronunció por que la siguiente administración impulse la homologación de leyes y reglamentos de transporte, cree un organismo financiero, establezca un esquema tarifario nacional regulado, elimine el pago de la tenencia, otorge IMSS a los choferes e impida la entrada de capitales extranjeros en el sector.
En un documento que entregarán en los próximos días al jefe de Gobierno electo, Andrés Manuel López Obrador, solicitarán además la capacitación de operadores y una bolsa de trabajo, dado que la organización no está en condiciones de enfrentar dichos gastos y se cuenta con la infraestructura para proporcionar estos apoyos vía gubernamental, a través de los Centros de Desarrollo para la Capacitación.
De esta manera, explicó Carlos Solís Santillán, secretario general de la liga, se rompería el círculo vicioso que hay en el Instituto Politécnico Nacional, pues, a la fecha, es el único autorizado para capacitar a los conductores y realizar los estudios técnicos para solicitar un incremento de tarifa.
Hemos encontrado que por cien pesos, muchos choferes logran la constancia del curso que deben tomar en las instalaciones del IPN, sin acudir; a lo cual se suman los entres que dan en las diversas oficinas de transporte para modificar el factor tarifario, sacar su tarjetón-licencia, su hoja de no infracciones o sus placas; esta situación debe cambiar, argumentó en el marco de la segunda convención de transporte.
Necesaria, la descentralización
El director de Regulación al Transporte reconoció que muchos vicios continúan vigentes, pero mediante la descentralización de funciones y una mayor vigilancia de las áreas y recursos se trata de dar la batalla para erradicarlos. En los últimos tres años, por ejemplo, se ha logrado la constitución de empresas mercantiles de transporte, lo cual si no es una obligación es deseable para mejorar la prestación del servicio.
Así, se otorgaron concesiones para 79 rutas que han incorporado mil 49 autobuses nuevos a seis empresas diferentes y en breve iniciarán operaciones tres empresas más en 18 rutas, con un parque vehicular de 135 unidades. Esta tendencia puede revitalizarse, al considerar el número de concursos que se declararon desiertos, por lo exigente de las bases.
En estos momentos, agregó, se realizan esfuerzos para que dichas bases sean accesibles para la mayoría de los transportistas sin violentar los requisitos mínimos que la ley exige, pues el propósito de las autoridades del ramo es otorgar concesiones reguladas y no hacer concursos que nadie gane.
Por su parte, el presidente de la AMIT señaló que la reducción de los subsidios en la década de los noventa se reflejó en una caída en la captación de usuarios. Un ejemplo de ello, es que el Metro se estancó en 4.2 millones de viajes-persona-día; mientras la privatización de Ruta-100 generó un crecimiento anárquico de rutas concesionadas, con un costo real para los pasajeros.
Con base en información oficial, el Metro redujo su participación en la movilidad de pasajeros en 6 por ciento; el trolebús y tren ligero en 2 por ciento; el autobús urbano en 19 por ciento; el suburbano en 12 por ciento y el automóvil en 8 puntos; en tanto, la transportación en taxis y colectivos aumentó más de cinco veces, de 11 a 58 por ciento.
Ante ello, planteó la creación de un ente federal del transporte urbano, dado que no existe una política de desarrollo y crecimiento de esa modalidad a nivel nacional, la canalización de recursos, y homologar leyes y reglamentos en materia de transporte urbano a nivel nacional. Por último, evitar que el transporte sea usado como paliativo de problemas políticos.