DOMINGO 27 DE AGOSTO DE 2000

* Junto con 120 hombres, robaba a detenidos-desaparecidos


La captura de Cavallo, probable ventana hacia un segundo Cóndor

* Ex torturadores, trocados en empresarios por las privatizaciones

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 26 de agosto * La detención en México y el pedido de extradición de la justicia española para Miguel Angel o Ricardo Miguel Cavallo, ex capitán de la Marina argentina, abre las puertas para investigar también lo que podría llamarse el Segundo Cóndor.

Lo anterior consistiría en la protección y acciones conjuntas de ex represores que participaron en la coordinadora del terror de las dictaduras, conocida en los años setenta-ochenta como Operación Cóndor. Cavallo, Ricardo, Marcelo o Sérpico, terminó convertido en un empresario surgido del nuevo sistema de privatizaciones que los analistas consideraron "salvajes".

A Cavallo el tema automóviles no le era desconocido. De acuerdo con una investigación local, durante los años de la dictadura, cuando el Grupo de Tareas (GT, donde trabajó Cavallo junto con otros 120 hombres) se dedicó a robar a los detenidos-desaparecidos, los automóviles de éstos pasaban a formar parte de lo que llamaban "vehículos operativos" del grupo.

Esos automóviles solían ser vendidos con documentación falsificada en la propia Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) como relató hace años a este diario el ex capitán, Adolfo Scilingo. Víctor Basterra lo ratificó ayer a nuestro periódico.

Así, una de las mayores fuentes de ingreso resultó de la apropiación de los bienes de los secuestrados, obligados a firmar un poder mediante el cual autorizaban la venta. Buena parte de este dinero fue usado para el "proyecto político" del ex jefe de la Armada y miembro de la primera Junta Militar de la dictadura, contralmirante retirado Emilio Massera, entre los que figuraban operativos y secuestros en el exterior.

Una investigación local determinó que el monto de lo robado por la Esma a los más de 4 mil desaparecidos que pasaron por el lugar ascendía a 70 millones de dólares. El diario Clarín recordó entonces que esta responsabilidad correspondía al GT 3.32

"Los que antes fueron dueños de la vida y de la muerte y destruyeron todo el tejido social del país para imponer este modelo económico que está produciendo millones de nuevas víctimas, ahora cosechan lo que sembraron sobre el genocidio. Esto es el fruto temible de la impunidad", dice Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz.

En general, los mayores hechos de corrupción que se conocen en estos tiempos tienen como protagonistas, en uno u otro cargo, a ex represores. "Incluso en la propia justicia se van encontrando jueces que apoyaron estas situaciones, economistas que se prestaron a las ilegalidades de una deuda, y no olvidemos los crímenes y desapariciones durante la etapa democrática, y siempre detrás de estos criminales están las mismas caras del pasado", dice Pérez Esquivel.

Sérpico era uno de los hombres del equipo directo de Massera, hoy procesado y detenido "en casa" por el robo de niños nacidos en su feudo de la Esma y requerido en causas en diversos países del mundo. Pero Massera tenía amigos poderosos, y entre los hombres de la Logia P Due, en Italia y la ultraderecha de este país, o los simpatizantes de la Organización del Ejército Secreto (OAS) de Francia, lo consideraban un líder.

"Fue en la Esma donde el robo de niños a sus padres, para supuestamente educarlos cristiana y occidentalmente, se convirtió en un plan sistemático que adoptaron los sectores más cercanos a Massera en el ejército", sostiene un ex oficial centroamericano, que estuvo en un misión de intercambio entre los ejércitos, antes del golpe de marzo de 1976 y lo relató a La Jornada, pidiendo estricta reserva.

Hace un par de años, cuando esta corresponsal entrevistó a Scilingo, quien en 1995 reveló al periodista y escritor Horacio Verbitsky el destino de miles de desaparecidos en la Esma --arrojados al mar, vivos y sedados-- habló de Sérpico. Lejos estábamos de pensar entonces que, amparados en una sutil diferencia de nombres, Cavallo, su amigo Jorge Radice o Jorge Tigre Acosta, se habían convertido en empresarios.

Scilingo sostuvo entonces que "como Corach (ministro del Interior durante el gobierno de Menem) fue abogado de empresas pesqueras en cavallo-documento-jpg Mar del Plata era amigo de Massera, y por esa razón me mandaron callar... y porque yo estaba denunciando que había puesto en manos de Menem todo lo que sabía de lo sucedido en la Esma y los nombres de los responsables".

El ex marino relató también el trabajo "conjunto" de los grupos de tarea en esos tiempos, de los robos en los que participaba Sérpico y también de como se reconvirtieron en empresarios. No es casual ahora que la empresa Talsud, por medio de la cual Cavallo llegó a México, El Salvador y Guatemala, comenzó buena parte de su camino en Mendoza, pro- vincia donde Carlos Monetta, banquero de Menem hoy acusado por numerosos casos de corrupción, creó negocios con la Fundación Nacional Cubano-Americana.

La misma Talsud pisó fuerte en La Rioja, tierra de Menem, junto a la empresa Seal Lock, que tiene en su cargo directivo a Jorge Radice, otro famoso miembro de los grupos de tarea y cuya detención pide la justicia española.

El affaire centroamericano de Cavallo y sus amigos tiene larga data. Junto a él en la lista del juez Baltasar Garzón está el coronel retirado Guillermo Minicucci, cuya acción en esa región nadie ignora.

También tenían cercanos contactos con el general Guillermo Suárez Mason, y con el coronel Ricardo Roualdes, ambos ligados a Cóndor.

Hombre de la CIA --como Leandro Sánchez Reisse lo es del FBI estadunidense-- Suárez Mason, favorito de la Liga Anticomunista Mundial, dejó como herencia a sus seguidores los lazos creados en Centroamérica en la época en que oficiaban como Grupo de Tarea argentino en Honduras y El Salvador, sin olvidar a Guatemala, con cuyos militares y empresario derechistas realizaron numerosos proyectos.

Radice es quien "da fe" de la honorabilidad de Cavallo.

Como denuncia el periodista Miguel Bonasso, la dirección que dio Cavallo para su pasaporte era la misma de una empresa de Radice, Acosta y Miguel Eggea, civil señalado como la "mano derecha" de Alberto Kohan, ex secretario de la presidencia de Menem.