SABADO 26 DE AGOSTO DE 2000
* Adoctrinó al Septeto Nuevo, ''para regresarle al son lo que me ha dado"
Melón sigue festejando sus 50 años de cantante
Jaime Whaley * En una más de las paradas que ha hecho a lo largo de su extendido peregrinar por sitios de son y rumba, Luis Angel Silva y Nava, a quien se le conoce como Melón, despacha ahora en cómodo sitio de la colonia Del Valle.
El músico, que anda todavía en la celebración de su medio siglo en la brega de la cantada, acaba de regresar de París en donde se desempeño en el Anahucalli y en el Studio, sitio gay en donde, afirma, fue bien recibido y para pronto se ha instalado ya aquí, para solaz de sus seguidores, en este barecito, con pista también diminuta, en la casona de esos rumbos.
Su debut fue el martes y espera estar cada semana, hasta los viernes. Pero esa noche fue de doble satisfacción pues, además, apadrinó al Septeto Nuevo, siete soneros egresados del diplomado que el Melón imparte sobre la materia en el Centro Nacional de las Artes.
''Quiero regresarle al son un poquito de lo que me ha dado y por eso me dedico a formar a estos que espero sean nuevos valores", sentenció Melón al presentar a los ahijados que se arrancaron con el Son de la Loma, Ƒacaso podría ser con otra?
En la capital francesa, Melón grabó un disco con un tema que, dice, ya no tendrá mucha aplicación. Salsa para votar se llama y lo realizó con Jorge Saldaña, haciéndose acompañar de un bajista mexicano que andaba por esos rumbos y de un nonagenario bongocero cubano.
Y ya platicando sobre los lugares en que se ha presentado, Melón, oriundo de la colonia Santa María la Ribera, indicó que el primero fue el Zándam, ya derruido, que estaba en la calle de Sonora, frente al Parque México. Ahí estuvo con Los Guajiros del Caribe. Esto ocurrió en 1949 . En el famoso 33, antro también ya ido, localizado en la Avenida Juárez, estuvo nueve años en dueto con Lobo, con sus debidas intermitencias.
Por lo que hace al momento actual, Melón deleita a la concurrencia con temas de antaño pero que son vigentes, y acompañado de Luisito Martínez y el Gran Pasto, responde a las exigencias de nostalgias con Azúcar paƀun amargado, La sitiera, Niebla del riachuelo, Vuela la paloma, Cosas del alma, su peculiar versión de Almendra, Lágrimas negras, entre otras y, claro que si, Amalia Batista, prácticamente la melodía que lo lanzó a la fama.
La Villa de León está en Providencia 724, entre Torres Adalid y Concepción Béistegui. Se recomienda hacer reservaciones al 5682-4076.
El espectáculo empieza a las 22.00 horas, pero el servicio es a partir de las 13.30.