SABADO 26 DE AGOSTO DE 2000

Una empresa extranjera compra zona arqueológica


Guanajuato, auge privatizador

Blanche Petrich Ť En Guanajuato es posible comprar, cercar y privatizar un sitio arqueológico. Al menos eso es lo que ocurrió en enero con los vestigios toltecas del preclásico ubicados en Cañadas de la Virgen, cerca de San Miguel de Allende. La pirámide y su entorno, que podría ser una de las últimas fronteras de Mesoamérica que se asentaron en el Bajío, es operada por una empresa extranjera cuya representante legal es la ciudadana alemana Regina Thomas von Bohlen.

fachada-jpg Exclusivos tours privados han sustituido a las excursiones escolares supervisadas y gratuitas que empezaban a organizarse. Un portón y una reja cierran ahora el paso de un camino rural construido con dinero del erario (con un costo de 700 mil pesos), vía que no sólo conducía a la pirámide, sino que servía también, antes de su privatización, a las rancherías aledañas.

Durante cuatro meses organizaciones culturales, ambientalistas y empresariales de San Miguel de Allende, constituidas en comité de defensa ciudadana, insistieron ante el gobernador interino, Ramón Martín Huerta, para que los nuevos propietarios del predio Cañadas de la Virgen permitieran el acceso del público a las ruinas prehispánicas. No obtuvieron respuesta.

Hasta que la semana pasada llevaron el caso del sitio arqueógico -uno de los pocos existentes en Guanajuato, investigado y restaurado por un e-quipo de profesionales voluntarios durante cinco años- a la discusión pública. En un desplegado que publicó la prensa guanajuatense reclaman la expropiación de la zona.

El ex gobernador Vicente Fox había apoyado el proyecto de rescate arqueológico con una inversión de cerca de 2 millones de pesos, incluida la construcción de un camino de terracería.

Interesado en el proyecto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estaba en vías de declarar el predio como zona de monumentos arqueológicos, lo que convertiría a Cañadas de la Virgen en patrimonio de la nación. Pero la fiebre privatizadora le ganó la partida al gobierno estatal y federal. Al menos por ahora.

En enero pasado, una empresa ale-mana compró el predio de 5 mil hectáreas, que incluye las 731 que abarca el sitio arqueológico. La señora Von Bohlen, representante legal, registró la propiedad como rancho ganadero bajo el nombre de Cañada de la Virgen, Sociedad de Reducción Rural. La zona arqueológica quedó dentro de los límites del rancho.

fox-jpg El arqueólogo sanmiguelense Luis Felipe Nieto y su equipo, que a lo largo de los años habían recibido apoyo de diversas universidades mexicanas y extranjeras para la excavación y el rescate de la pirámide, se vieron de pronto proscritos del área histórica. Los ejidatarios de los alrededores, capacitados durante años para continuar las obras de reconstrucción, cuidado y desarrollo del sitio, perdieron su materia de trabajo y el dinero invertido quedó en manos de particulares.

Incluso las visitas supervisadas, que se realizaban sin cobro alguno, quedaron prohibidas. Mientras tanto, los vecinos del lugar se percataron de que la empresa organizaba tours particulares a las ruinas, utilizando incluso la infraestructura que se había construido anteriormente con fondos del erario estatal.

El pasado 17 de agosto, el comité de defensa hizo pública su exigencia de expropiación de las 731 hectáreas como parte del patrimonio histórico y natural amenazado. "El propósito -explican- es destinar la referida fracción tanto al resguardo y valoración de la riqueza arqueológica que contiene, como a la conservación del entorno natural y paisajístico, conjugación única de indudable potencialidad turística".

Entre los firmantes figuran la Comisión para la Preservación del Patrimonio Cultural del Municipio de Allende, El Charco del Ingenio AC, el Instituto Allende, la Fundación de Apoyo Infantil (FAI Guanajuato) y el Foro Sanmiguelense.

Días después, el gobernador interino respondió a los miembros del comité y dijo que analizará la posibilidad de expropiar la superficie que abarca la zona arqueológica, pero aclaró que la decisión final corresponderá al gobernador electo, el también panista Juan Carlos Romero Hicks. "Hay que tener paciencia", expresó.

Por su parte, el asesor jurídico del INAH en Guana-juato, Ricardo Vázquez, explicó que "por el momento" lo que hay es un proyecto de comodato entre la Federación, la empresa extranjera, el municipio y el estado para negociar una superficie de 17 hectáreas, que abarcan apenas el área donde se encuentra el basamento de la zona arqueológica.