SABADO 26 DE AGOSTO DE 2000

* El PAN nada tiene que ver: Bravo Mena


Aprueba la Iglesia católica la segregación en Aguascalientes

* Gays provocaron desórdenes en el balneario Ojo Caliente, asegura el vicario general de la diócesis estatal, Miguel Medina

Alma E. Muñoz y Roberto Garduño * La Iglesia católica en Aguascalientes aprobó la restricción impuesta por el ayuntamiento local en el balneario Ojo Caliente para prohibir el acceso a perros y homosexuales. Miguel Medina, vicario general de la diócesis estatal, consideró "inoportuna" la colocación del aviso porque se "estigmatiza y politiza" al PAN y al clero.

El religioso acusó a los homosexuales de ser responsables de la medida aplicada en su contra por "hacer cosas delante de los demás" en el interior del centro recreativo. A quienes sienten atracción sexual por personas de su mismo género, la Iglesia los considera "un peligro".

La homosexualidad, de acuerdo con un análisis sobre el tema elaborado por el obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso, "es en sí misma inmoral y constituye un pecado grave, pues está en contradicción con los fines del sexo: la generación de los hijos y el amor mutuo y complementario entre hombre y mujer".

El hecho discriminatorio fue comentado por el presidente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, quien descartó que el hecho coincida con los lineamientos de Acción Nacional: "šesto no tiene nada que ver con nosotros... lo rechazamos y lo repudiamos!"

ųEsto representa más golpeteo para su partido...

ųCorresponde a la participación particular de algún funcionario menor (del cabildo de Aguascalientes). De ninguna manera puede atribuírsele al partido. Tajantemente niego que esto sea cosa de Acción Nacional. La decisión para el balneario es de un particular, y por si quedara alguna duda me parece que esto es absolutamente rechazable. No compartimos y repudiamos todo tipo de discriminaciones.

ųƑEl director de Obras Públicas de Aguascalientes ųquien ordenó la colocación del anuncioų es panista?

ųNo le sabría decir, porque no conozco la militancia de cada uno de los funcionarios de las administraciones de nuestros presidentes municipales. Nosotros hacemos gobiernos plurales, invitamos a participar a gente del partido, a gente de la sociedad. No le sabría decir.

ųƑSi fuera panista?

ųEl partido no respalda ni anima ese tipo de cosas y le exigimos una rectificación inmediata.

El sacerdote Miguel Medina no dudó en declarar que la culpa de la restricción la originaron los propios homosexuales. "Yo sé que ellos provocaron desórdenes y de eso no se ha dicho nada, pero tampoco considero válido que se equipare a un perrito o a una mascota con un homosexual, pues como persona merece respeto".

Vía telefónica desde Aguascalientes, el prelado rechazó que el gobierno estatal asuma una postura homofóbica. "Se quiere sacar partido de todo lo que se diga y en el fondo, por ejemplo, en este caso, es ir un poco en contra del partido en el ayuntamiento. El asunto es provocado por un aviso puesto inoportunamente, nacido de un desorden anterior del cual no se habla nada".

Los establecimientos públicos, dijo el sacerdote, no tienen por qué soportar desmanes y tienen derecho a emitir sus reglamentos cuando hay comportamientos inadecuados. "Hubo quejas de las personas sobre el ingreso de grupos de homosexuales que empezaron a hacer cosas delante de los demás. Pero, si uno de ellos viene a la Iglesia a confesarse lo voy a tratar con respeto, pero si viene aquí a hacer tontería y media delante de la gente le digo: oye, vete.

"A lo mejor no está bien, pero debo decirle, mire, respete este lugar, hay otras personas que no vienen a hacer esas cosas que usted está haciendo. Va por allí pero no hay que engordarles mucho el caldo, porque luego se agarran para politizar o para estigmatizar a unos, a la Iglesia, a los propios homosexuales o para darles mucho crédito a ellos".

En la Conferencia del Episcopado Mexicano existe el "instructivo sobre la homosexualidad", redactado por el obispo Luis Reynoso Cervantes, en el que se considera a los homosexuales como personas tendientes a provocar desórdenes y sus actitudes les impiden recibir, de parte de la Iglesia católica, "aprobación" para sus comportamientos, por considerarlos "decadentes".

Objetivamente, consideró el prelado en su análisis, los homosexuales "no pueden recibir aprobación, pues se trata de un erotismo y masturbación fuera del matrimonio contra la inclinación natural heterosexual".