SABADO 26 DE AGOSTO DE 2000

 


* José Luis Manzo *

Las grandes mentiras de Zedillo

En materia de electricidad, el proyecto de Zedillo es destruir las dos empresas estatales y, de paso, sus dos sindicatos, para sustituirlas por monopolios regionales privados. La enorme y compleja infraestructura que hemos venido construyendo desde hace varias décadas para generar, transportar y distribuir electricidad, quiere entregarla a capitales privados, para que sean ellos quienes exploten en su beneficio y sin freno un mercado cautivo de 20 millones de usuarios. Como la Constitución se lo impide, en febrero de 1999 envió al Congreso una propuesta para modificarla. Esa propuesta no pasó, hasta ahora. Pero Zedillo insiste en que sea aprobada por los nuevos diputados y senadores, que inician sus trabajos el próximo primero de septiembre.

No está mal que, aún estando equivocados, el presidente Zedillo y su secretario de Energía, Luis Téllez, insistan en sacar adelante su proyecto. El problema es que no pelean limpio; buscan engañar a la población; evaden el verdadero debate; manipulan la información; exageran los problemas y defectos, al tiempo que esconden las virtudes del sector eléctrico nacional. Son muchas las grandes mentiras que el gobierno de Zedillo ha difundido sobre el tema. Por ahora me ocuparé de la que se refiere al monto de las inversiones que son necesarias para garantizar que el crecimiento de la industria satisfaga la demanda futura y se eviten apagones.

Zedillo afirma (La Jornada, martes 15 de agosto de 2000) que el sector eléctrico necesita crecer a 6 por ciento anual, lo que requiere inversiones por 50 mil millones de dólares (500 mil millones de pesos) durante los próximos 10 años; es decir, 5 mil millones de dólares por año. La verdadera cifra es tres veces menor. Veamos los cálculos.

Crecer al ritmo que señala Zedillo implica instalar durante el próximo sexenio 2 mil 500 megavatios (Mw) por año, lo que a un costo de 500 mil dólares por Mw instalado, significa una inversión anual de mil 250 millones de dólares. (Información de la Secretaría de Energía señala un costo todavía menor, de sólo 450 mil dólares, en los proyectos de plantas de ciclo combinado que impulsa la CFE). Por otro lado, el transporte y distribución de esa energía adicional puede realizarse sin necesidad de efectuar grandes inversiones, pues la capacidad existente está sobrada. Para modernizar y ampliar la infraestructura actual, bastarían inversiones equivalentes a 25 por ciento de lo invertido en generación (300 mil dólares por Mw instalado. Esto arroja una inversión total anual de mil 550 millones de dólares, menos de la tercera parte de la cifra que manejan Zedillo y Téllez.

Puede entenderse que el presidente Zedillo no conozca al detalle las cifras sobre el sector eléctrico, porque no es su especialidad. Pero el secretario de Energía, el doctor Luis Téllez, debería conocerlas a fondo y manejarlas con responsabilidad, sobre todo cuando esas cifras las genera su propia dependencia. Aunque seguramente Luis Téllez ya llegó ante Fox con su currículum por delante pretendiendo repetir en el cargo, Fox debería pensarlo dos veces antes de aceptar en su gabinete a un caballo de Troya; la herencia de un pasado sepultado a votos el 2 de julio.

[email protected]