VIERNES 25 DE AGOSTO DE 2000
Ť La conversión de motores a gas natural ha sido lenta; su costo alto, la causa
Demanda funcionario ambiental reducir los niveles de azufre en diesel y gasolinas
Ť Recomienda Rico Arzate impulsar el uso de combustibles alternos Ť Plantea estímulos fiscales
Laura Gómez Flores Ť El director general de Prevención y Control de la Contaminación, Enrique Rico Arzate, señaló que aun cuando la calidad del aire en la ciudad de México ha mejorado notablemente, con más de 300 días sin contingencia ambiental, se requiere reducir los niveles de azufre en gasolinas y diesel e impulsar el uso de combustibles alternos.
En la actualidad en la capital del país circulan 3.5 millones de vehículos con un consumo promedio de 18 millones de litros de gasolina, pero de continuar con la actual tendencia de crecimiento del parque vehicular, se prevé llegar en el año 2010 a 4.9 millones de unidades y la utilización de 25.5 millones de gasolina, pese a que el promedio de riesgo cancerígeno atribuido a contaminantes se presenta en 72 por ciento de los casos.
La conversión a gas natural ha sido lenta, pues no llega a 1 por ciento de los automotores que circulan en la ciudad, con 30 mil unidades, de los cuales 267 son transportes públicos de uso intensivo, que en promedio recorren 200 kilómetros diarios, con la consecuente emisión de contaminantes a la atmósfera y los daños a la salud.
El costo de la reconversión ha representado el principal freno para el uso de tecnologías limpias, pues cambiar a gas natural significa desembolsar 3 mil 500 dólares y mil 200 para gas propano, aunque la salud de nuestras familias es más importante, señaló luego de su participación en la Convención Metropolitana del Transporte.
Ante esta situación, el otorgamiento de estímulos fiscales en predial o nóminas a los automovilistas que conviertan sus unidades representa una alternativa viable para impulsar una cultura de combustibles alternos limpios en la siguiente administración y abatir al mínimo los niveles de contaminación por partículas suspendidas, ozono o azufre.
Ante miembros de la Liga Metropolitana de Transportistas reconoció el esfuerzo de Petróleos Mexicanos para reducir el promedio de azufre en diesel a 360 partes por millón, cuando la norma lo ubica en 500 partes, aunque lo idóneo sería bajarlo a 50 en gasolinas y 30 en diesel, como propone la Unión Europea, lo cual es posible si no se reduce el presupuesto de la paraestatal el año próximo.
La concentración de azufre ha provocado que algunas zonas de la ciudad sean más "ácidas" de lo normal, como sucede en San Nicolás Totolapan y el Ajusco, lo cual repercute en la salud de sus habitantes. Por ello, se ha solicitado a Pemex reducir dichos niveles para disminuir su impacto en la salud.
Algunos estudios han determinado que el promedio de riesgo cancerígeno atribuido a contaminantes del aire es 72 por ciento mayor con el azufre, 10 por ciento con el botadieno, 6 por ciento con benceno y 12 por ciento con otros componentes. "No se trata de eliminar el diesel, que lo concentra, sino de mejorar su tecnología", agregó.
En Estados Unidos los contaminantes están asociados a 1 por ciento de las defunciones; 3.42 por ciento de las cuales fueron por padecimientos respiratorios y 1.4 de las muertes por cuestiones cardiovasculares; con exacerbación del asma en 3 por ciento; un incremento de las afecciones respiratorias y una disminución de la función pulmonar.
Ante ello, planteó continuar con la actual política ambiental para reducir las emisiones de más de 2 millones 425 mil toneladas al año, que provienen en 80 por ciento del transporte, 10 por ciento de los vehículos, 3.5 de la industria y 3.5 puntos porcentuales de las fuentes naturales, y mejorar el nivel de vida de los capitalinos.