VIERNES 25 DE AGOSTO DE 2000

Ť Organismo sucesor del KGB realiza indagación paralela; busca culpables


Abren investigación penal para aclarar el hundimiento del Kursk

Ť Desmiente el Kremlin un supuesto "atentado suicida" de un daguestaní contra el submarino ruso

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 24 de agosto Ť La Procuraduría General rusa abrió este jueves una investigación penal "contra quien resulte responsable" para esclarecer las causas del hundimiento del submarino nuclear Kursk, tragedia que costó la vida a los 118 miembros de su tripulación.

El director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Nikolai Patruschev, confirmó que el organismo sucesor del temible KGB de la época soviética realiza una investigación paralela, centrada en la posibilidad de que el Kursk pudiera haber sido objeto de sabotaje o de un acto terrorista.

Con el mismo poco tacto que ha marcado la actuación de las autoridades rusas, Patruschev reveló que "desde el primer día que supimos que el submarino había quedado varado en el fondo del mar, realizamos una exhaustiva investigación en torno a dos daguestaníes que no eran miembros de la tripulación y estaban a bordo, pero no encontramos ningún indicio de que hayan tenido nada que ver con el hundimiento".

Descabellado anuncio

Con ello, el director del FSB quiso desmentir el descabellado anuncio del vocero de los separatistas chechenos, Movladi Udugov, quien declaró hace días que las explosiones en el submarino fueron un atentado suicida de "un daguestaní, ferviente seguidor del Islam".

El separatista atribuyó primero el supuesto atentado a "un miembro de la tripulación, Sirajudin Ramazanov". Tras publicarse la lista de tripulantes en la prensa rusa, Udugov precisó que el "mártir pro checheno" había sido "M. Gadzhiev".

Tanto las declaraciones de Patruschev como el oportunismo de Udugov provocaron indignación en la factoría Dagdiesel, como se denomina a una de las fábricas militares más secretas de Rusia en territorio de Daguestán, donde el ingeniero Mamed Gadzhiev, uno de los expertos más reconocidos en Rusia en el campo de la propulsión de torpedos, había prestado servicios durante los últimos 20 años.

La presencia a bordo del submarino de este especialista civil, así como de otro empleado de la misma fábrica militar, Arnold Borisov, en todo caso podría guardar relación con la posible prueba de un nuevo torpedo, lo que reforzaría la hipótesis de que el Kursk se hundió a consecuencia de su fallido lanzamiento.

A juzgar por de la prensa local, el FSB y la Procuraduría General deben seguir por lo menos 13 líneas de investigación, que van desde el choque con otro submarino, que es la oficial, hasta un impacto accidental de un misil o torpedo lanzado desde un buque de guerra ruso.

Al mismo tiempo, la causa penal abierta por la procuraduría podría tener a priori la finalidad de responsabilizar a altos mandos del Ministerio de Defensa y de la armada por "negligencia" en las labores de rescate o "abandono deliberado en una situación de peligro", con el fin de satisfacer los reclamos de la sociedad a Putin de castigar a los culpables de la tragedia.

Concede que la procuraduría o los servicios secretos podrían esclarecer la causa del hundimiento sin levantar la nave del fondo marino, operación que puede llevar meses, lo que sería un nuevo engaño.

Tampoco parece real que la procuraduría rusa consiguiera sembrar en el Mar de Barents, cual osamenta, el otro submarino que las autoridades aseguran que chocó con el Kursk y desapareció.

Ultimo adiós de los deudos

Luego de exigir que Vladimir Putin no estuviera presente, cerca de un centenar y medio de deudos de los marinos, que yacen dentro del submarino, convertido en fosa común, arrojaron coronas de flores en el lugar de la tragedia. No asistieron todos los familiares, que se encuentran en el poblado de Vidiayevo, muy cercano a la base naval de Severomorsk.

Poco antes de salir a alta mar, durante el acto de colocación de la primera piedra de un monumento a la tripulación del Kursk, algunas madres y viudas sufrieron desmayos y crisis nerviosas, mientras que otras insistían en que sus maridos o hijos aún están vivos y se niegan a participar en cualquier ceremonia fúnebre.

La viceprimera ministra, Valentina Matviyenko, anunció hoy que cada una de las familias de los marinos muertos recibirá el equivalente a unos 26 mil dólares, provenientes de un fondo especial creado con base en aportaciones voluntarias.

Asimismo, Putin prometió a los deudos el equivalente a 10 años de salario, a razón de 50 dólares por mes, y departamentos en la ciudad que ellos quieran elegir.

El presidente ruso mantuvo todo hoy una actitud de bajo perfil, tras los ataques que lanzó anoche a quienes "destruyeron el ejército, la armada y el Estado". Los aludidos, Boris Berezovsky y otros magnates, respondieron en la prensa que controlan las acusaciones contra el presidente.

El diario Kommersant, propiedad de Berezovsky, publicó este jueves un extenso reportaje sobre la reunión a puerta cerrada de Putin con los deudos en Vidiayevo, que corrobora lo relatado ayer por La Jornada, en el sentido de que el encuentro distó de ser cálido hacia el mandatario.

Por último, el primer ministro ruso, Mijail Kassianov, afirmó este jueves que las autoridades habían impedido que se perpetraran actos terroristas en 36 ciudades del país durante 10 días y, además, habían confiscado más de 3 mil armas de fuego.

Luego del atentado del 8 de agosto en pleno centro de Moscú, que dejó 12 muertos y un centenar de heridos, las autoridades, que privilegian la pista de los independentistas chechenos, habían intensificado las operaciones policiales en la capital y en las grandes ciudades de Rusia en los días que siguieron al ataque explosivo.