VIERNES 25 DE AGOSTO DE 2000

* Promete abrir la participación de la sociedad civil


Conquistó simpatía y apoyo de influyentes ONG estadunidenses

David Brooks, corresponsal, y Juan Manuel Venegas, enviado, Washington, 24 de agosto * El primer acto de la visita del presidente electo, Vicente Fox, fue un encuentro con algunas de las organizaciones no gubernamentales (O-NG) estadunidenses más influyentes en los rubros de derechos humanos y medio ambiente, ante quienes planteó que las agrupaciones civiles tendrán que jugar un papel clave en la construcción de una nueva relación bilateral basada en el desarrollo sustentable.

Unas 23 ONG y representantes de la central obrera AFL-CIO presentaron una serie de propuestas, sugerencias y solicitudes a Fox, en una sesión privada.

Carlos Salinas, de Amnistía Internacional, planteó la liberación del general José Francisco Gallardo, y, junto con Robert Cox, de Sierra Club, la de los dos líderes ambientalistas en Guerrero, Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera.

José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, expresó su deseo de que la política mexicana en materia de derechos humanos cambie para abordar la impunidad y modificar la actitud ante los observadores internacionales. Para Salinas, lo ofrecido por Fox implica una relación de las organizaciones con la misma Presidencia, donde antes no sólo no existía ese nexo, sino más bien había hostilidad. "Pero vamos a ver", concluyó.

Aunque cada ONG presentó iniciativas específicas, como en el caso de Amnistía Internacional, el presidente electo utilizó el acto no para responder a cada una, sino para subrayar su invitación a la participación de la sociedad civil en la construcción del futuro de la relación bilateral.

"Fue notable el solo hecho de que Fox haya convocado a las ONG" en su primer acto en Washington en su calidad de presidente electo, comentó Salinas a La Jornada.

Para Raúl Hinojosa, director de un centro de estudios de la integración de América del Norte en la UCLA, y para Mary Kelly, del Texas Center for Policy Studies, el hecho de que el primer acto de Fox en Washington como presidente electo fuera reunirse con las ONG, marca el inicio de una nueva etapa en la que se propone una relación directa entre la Presidencia de México y las agrupaciones civiles.

Desde su primer discurso al llegar a Estados Unidos Fox había anunciado: "estamos dándole un giro a la política mexicana", al invitar y promover la participación de los ONG en la transición política, económica y social de México.

Al parecer, después de esta reunión en Washington con una serie de agrupaciones civiles, el presidente electo se acaba de ganar si no nuevos aliados aquí, sí a un grupo impresionado con su sola decisión de mantener un intercambio con ellos.

"Fue una jugada brillante invitar a las ONG. Ahora la pregunta es: Ƒpodrá cumplir?", comentó Andrea Durbin, de Amigos de la Tierra.

Mary Kelly, directora del Texas Center for Policy Studies, dijo que los ambientalistas estaban alentados con las palabras de Fox en torno a la inclusión del tema en el proyecto económico de México, y de promover el desarrollo sustentable y su aparente disposición de escuchar propuestas específicas en este rubro.

Para Eric Olson, de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA), el que Fox señalara que la construcción de una nueva relación bilateral tiene que ser realizada en parte por la sociedad civil fue alentador.