VIERNES 25 DE AGOSTO DE 2000
* El ex director del Renave, acusado de robo de autos
Enviará Garzón el expediente de Cavallo: Ponce Edmonson
* Terrorismo, tortura y falsificación de documentos, otros cargos
José Galán * Confirmada la detención de Ricardo Miguel Cavallo, la oficina de la Interpol-México --que dirige Juan Miguel Ponce Edmonson-- se comunicó con el juez Baltasar Garzón, de la Audiencia Nacional de España, quien de inmediato ordenó la apertura del juzgado y el envío a nuestro país, con carácter de urgente, del expediente del ex militar argentino Miguel Angel Cavallo, acusado ante ese tribunal por robo de autos, falsificación de documentos, terrorismo y tortura.
Eran las 11:27 de la mañana en México, las 18:27 en Madrid --en donde, por vacaciones de verano, están desiertas todas las oficinas gubernamentales--, cuando en el despacho de Ponce Edmonson se recibieron cuatro importantes llamados: de los servicios de inteligencia de España; de las autoridades judiciales argentinas; del gobierno francés y, sobre todo, del procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar.
Hasta ese momento no había ningún requerimiento oficial de las autoridades de esos países sobre la localización y presentación de Ricardo Miguel Cavallo (de acuerdo con la identidad que usó en México), director de Renave.
Los archivos de la Interpol sobre su persona están limpios. Ni huellas digitales ni fotografías ni expedientes judiciales.
Pero durante una entrevista con La Jornada, misma que se realizaba en el momento en que se confirmó que elementos de la Policía Federal Preventiva en Cancún habían arrestado a Cavallo, Ponce Edmonson reconoció que las autoridades federales actuaron con "extrema urgencia"; primero, en respuesta a "la denuncia pública" del diario Reforma; segundo, ante la sospecha de que pretendía huir del país.
"Primero debemos establecer con toda claridad que se trata de la misma persona", manifestó Ponce Edmonson mientras respondía los teléfonos. "Vamos a esperar a que lo traigan de Cancún para tomarle fotos, huellas dactilares y su declaración. Viene en calidad de presentado".
Las autoridades federales mexicanas comprobarán los datos de sus documentos, como el pasaporte argentino y el documento nacional de identidad. En Argentina los número de aquéllos son de por vida.
"Ya lo tenemos. Está confirmada la noticia", respondía a las llamadas de Francia y Argentina. "Estamos en espera de su documentación para proceder", informaba con calma, seguro de que no había dado un paso en falso.
Las huellas digitales de Ricardo Miguel Cavallo "serán cotejadas con aquellas incluidas en los expedientes abiertos en contra de Miguel Angel Cavallo en España y Argentina".
Lo anterior, porque "existe la versión de que Ricardo Miguel Cavallo y Miguel Angel Cavallo son la misma persona".
En Argentina, agregó Ponce Edmonson, resulta "fácil" obtener documentos oficiales falsificados, como en casi cualquier parte del mundo.
Por ello, insistió en la necesidad de cotejar todas las pruebas con la información de autoridades internacionales. Según los expedientes, Ricardo Miguel Cavallo tiene cédula de identidad número 6.275.013, mientras que su documento nacional de identidad o pasaporte presenta el número 10.225.159. No coinciden.
Con la Ley de Punto Final y Obediencia Debida, promulgada en Argentina cuando Carlos Saúl Menem era aún presidente, a algunos militares involucrados en la guerra sucia de los años de la dictadura, fundamentalmente a quienes participaron directamente en las "prácticas" en la Escuela de Mecánica de la Armada argentina (Esma), se les otorgaron nuevas identidades, medios de subsistencia y la posibilidad de instalarse en el extranjero.
De acuerdo con la lista de "represores" de organizaciones no gubernamentales argentinas, el teniente de navío Miguel Angel Cavallo integraba el grupo de inteligencia de la Esma. Está catalogado como "impune por la Ley de Punto Final".
Ricardo Miguel Cavallo reconoció en entrevista telefónica haber servido, alrededor de 1981, como adjunto del agregado naval en la embajada de Argentina en Francia, aunque algunas versiones lo colocan directamente como agregado militar en esa representación diplomática.
"A sus órdenes, jefe", respondió Ponce Edmonson al llamado del procurador Madrazo Cuéllar. "Sí, señor. Lo tenemos con base en la denuncia pública. Ya el juez Garzón nos hizo el favor de abrir el juzgado para mandarnos el expediente. Ya viene en camino. Ya tenemos a Cavallo".
Alrededor de las seis de la tarde, un avión de la PGR aterrizó en el hangar de la dependencia en el aeropuerto internacional de esta ciudad.
Fuertemente custodiado, el argentino, hasta el mediodía de ayer director general del Renave, fue trasladado a las oficinas centrales de la Interpol-México, donde estuvo 20 minutos con Ponce Edmonson, ante quien insistió en ser Ricardo Miguel Cavallo, negó tener otra personalidad y reconoció su rango de capitán de fragata de la Armada argentina. Luego rindió su declaración ante un Ministerio Público Federal.
Encerrado ahora, con su pasado a la vista, espera el futuro.