VIERNES 25 DE AGOSTO DE 2000
* Rumores en Secofi de que renunciaría Blanco
El affaire Cavallo, último clavo en el ataúd del Renave
* Grandes intereses detrás de la investigación, supone el secretario
Patricia Muñoz y Víctor Cardoso * El oscuro pasado del ex director general del Registro Nacional de Vehículos y uno de sus principales accionistas, Ricardo Miguel Cavallo, fue el último clavo puesto en el ya cerrado ataúd del controvertido e impugnado Renave. No obstante, el secretario de Comercio, Herminio Blanco Mendoza, y su subsecretario de Normatividad, Raúl Ramos Tercero, salieron ayer en defensa de este registro que sigue y es legal, aseguraron.
Incluso, mientras en México se negaba información a los reporteros sobre el caso, desde Japón un oficioso Blanco Mendoza declaró que el supuesto torturador sólo ''es un empleado'' del Renave, y que existen ''grandes intereses'' detrás de las acusaciones que vinculan a Cavallo como la persona que participó estrechamente, como militar, con la dictadura que derrocó al gobierno de Isabel Perón en Argentina y durante la cual desaparecieron decenas de miles de opositores en ese país.
En tanto, los funcionarios de la Secofi sostuvieron que el proceso de licitación se hizo dentro de las normas legales, informaron sobre la solicitud de licencia que ''para clarificar su situación jurídica'' presentó Cavallo a su cargo, y la designación en su lugar de Guillermo Bilbao. Hasta implicaron a otras dependencias, al sostener que Hacienda, Relaciones Exteriores, Comunicaciones, Gobernación y la Procuraduría General de la República conocieron con anterioridad los expedientes de los inversionistas participantes.
La Secofi, de cabeza
Desde las primeras horas de la mañana llegaron a las oficinas de la Secofi Henry Davis, también de los principales inversionistas del Renave, y otros miembros de la concesionaria para reunirse con uno de los funcionarios que armó todo este esquema de servicio (Raúl Ramos Tercero). Se encerraron en sus oficinas por horas, para definir conjuntamente los pasos a seguir luego del escándalo Cavallo. Incluso el área de Comunicación Social de la dependencia citó a una conferencia informativa para las 12:30 horas.
No esperaban los funcionarios y empresarios la detención de Cavallo, y después de que se difundió la noticia no supieron cómo reaccionar. Pararon la conferencia de prensa. Dijeron que sólo se daría un comunicado, pues la secretaría ''estaba evaluando la nueva situación''. Ante la inminencia de que no habría conferencia, los reporteros se amotinaron en el piso 11 de la torre de Secofi donde se encuentra la Subsecretaría de Normatividad y eso provocó que se movilizara incluso al cuerpo de seguridad de la dependencia.
Con engaños se hizo que bajaran los reporteros otra vez a la sala de prensa. Se dijo que el funcionario hablaría. Después de dos horas apareció Ramos Tercero. Entre nervioso y asustado, se limitó a leer un comunicado para luego literalmente correr sin aceptar ni una pregunta de los reporteros. La gente de prensa lo persiguió por varias oficinas hasta que encontró refugio en el privado del director de Comunicación Social. Si no hubiera sido tan patética, la situación hubiera parecido cómica.
Desde afuera los representantes de la prensa le gritaban que no tuviera miedo: ''šHasta parece que están ocultado algo!", y le preguntaban si él también intentaría huir del país. En toda la Secofi corrió un rumor: la renuncia de Ramos Tercero y, por supuesto, la de Herminio Blanco.
Estaba en japonés
El menos enterado de quién era Ricardo Miguel Cavallo hasta la mañana de ayer era el propio secretario de Comercio, quien supuestamente tenía la responsabilidad de haber estudiado los expedientes, corroborar sus identidades y la solvencia técnica, financiera y moral de los inversionistas. Fue a través de una entrevista radiofónica como se enteró del escándalo. El funcionario estaba en Japón, donde fue ''en busca de un acuerdo'' para promover la inversión en México.
Primero, Blanco Mendoza dijo no estar enterado de nada; luego avaló la carrera del presidente del consejo de administración del Renave, Henry Davis (ex director de Grupo Cifra); también destacó la transparencia y calidad del proceso de licitación, y posteriormente afirmó: ''(Cavallo) no es el presidente del consejo, es un empleado. Lo que sí hay que diferenciar es entre lo que es la empresa, entre lo que es la institución y las acusaciones que se están haciendo a un empleado'', que además de haber sido director general de la concesión es uno de los principales accionistas.
Blanco insistió: ''déjeme decirle claramente que no he leído el diario, apenas iba a meterme a la computadora para empezar a leer los diarios, pero lo que es interesante y quiero señalarle al auditorio es que se haya dedicado tal cantidad de recursos (a la investigación periodística). Yo no sé si lo que dice el diario es cierto o no; estamos hablando de una institución, estamos hablando de una ley, estamos hablando de un procedimiento que se hizo con toda transparencia y toda claridad. Que se haga este tipo de investigaciones sobre una persona, Ƒsabe usted los grandes intereses que hay detrás de esto?''.
Atribuyó a esos ''grandes intereses'' el financiamiento destinado a tratar de ''encontrar algo'' al Renave que ''está tocando intereses fundamentales'', como es el robo de automóviles, el segundo delito más rentable en México, y que precisamente figura entre las acusaciones que se hacen a Cavallo.
La posición del funcionario quedó definida en la respuesta a la pregunta final que se formuló en la entrevista:
--En suma, Ƒusted percibe o siente que toda esta investigación y algunas otras cosas más están alimentadas por aquellos que se ven afectados por un registro de automóviles?
--No lo dudaría en absoluto. Me parece muy especial que se haga una investigación detallada sobre una empresa. Me parece por lo menos peculiar. Y yo veo que hay grandes intereses que verían menguado su negocio, si no es que eliminado, una vez que el Renave funcione.
El último tango en la Secofi
Ni cuando la aprehensión y el historial de Cavallo eran ya un escándalo nacional e internacional, la Secofi abandonó su papel de vocera de la concesionaria. Lejos de exigir a Henry Davis --que estaba en las oficinas de Ramos Tercero-- que hiciera pública una aclaración sobre su ''empleado'', el subsecretario se vio forzado a sacar la cara.
En un escueto comunicado redactado a toda prisa y que leyó Ramos Tercero, la Secofi se limitó a hacer una relatoría de la forma como se llevó a cabo la licitación del Renave y se deslindó:
''La secretaría desea resaltar que su responsabilidad legal fue seleccionar a la empresa ganadora de la concesión. La decisión de contratar al señor Cavallo, como en cualquier empresa, fue de los accionistas de la Concesionaria Renave S. A. de C. V. La dependencia ha sido informada por la concesionaria que el señor Ricardo Miguel Cavallo solicitó licencia para clarificar su situación jurídica y que fue designado en su lugar el señor Guillermo Bilbao''.
Incluso en medio del escándalo, Ramos Tercero insistió en que el programa de registro vehicular continuará. ''Por mandato del Congreso, la secretaría tiene como responsabilidad que se cumpla esta ley (del Renave), lo que implica continuar con el diálogo constante que sostiene con los gobernadores y la jefa del Gobierno del Distrito Federal, así como supervisar la operación de la concesionaria'', dijo.
En un acto que se interpretó como ''lavar las manos'' de la dependencia, el funcionario se remitió a señalar que en el inicio de proceso de selección participaron 91 empresas y que tras un ''riguroso examen técnico y financiero el número de concursantes se redujo a 18''. Durante el proceso, reconoció, la Secofi ''recibió relaciones de experiencia profesional de 210 individuos integrantes de todas las empresas concursantes, donde fue incluido el señor Cavallo''.
Sobre el detenido, recordó su ''evidente'' experiencia profesional, pues entre 1995 y 1999 participó en el diseño, desarrollo, instalación y puesta en marcha de, entre otras, un Renave en El Salvador, sistemas de emisión de tarjetas de circulación, licencias de conducir y bases de datos para el control vehicular en América Central y Argentina.
Expedita defensa
No había pasado más de media hora de la aprehensión de Cavallo en el Aeropuerto Internacional de Cancún cuando los abogados del Renave en esa ciudad ya estaban actuando. Sin embargo, no fue sino hasta después de las 21 horas cuando la empresa emitió un comunicado de cinco párrafos, casualmente en los mismos términos y con los argumentos utilizados por la Secofi.
En el texto se exige a las autoridades correspondientes que ''se lleve a cabo una investigación exhaustiva en relación con las imputaciones que pesan sobre el señor Ricardo Miguel Cavallo''; se da cuenta de la asunción de Guillermo Bilbao González como director general de la empresa y precisa que la contratación de inculpado ''fue sustentada en sus conocimientos técnicos, sin conocer dato alguno que resultara sospechoso'', al tiempo de aclarar que en virtud de tratarse de un extranjero, la empresa tuvo especial cuidado de asegurarse de que estuviera en regla la documentación oficial que acreditaba su estancia legal en el país, así como el permiso para laborar en México expedido por Gobernación.