JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000
Gracia, declarado "municipio autónomo zapatista"
Barrio catalán, en rebeldía
Jesús Ramírez Cuevas, enviado, Barcelona, 23 de agosto Ť En pleno corazón de esta ciudad mediterránea, un grupo de vecinos y varias asociaciones civiles de Villa de Gracia declararon este barrio "municipio autónomo zapatista en rebeldía".
David Fernández, de la Coordinadora Popular de Fiestas, uno de los promotores de la iniciativa, señala a La Jornada: "La asamblea de vecinos de la plaza del Diamante decidió dedicar la fiesta del barrio a las comunidades indígenas de Chiapas. Nos sentimos hermanos, por eso nos declaramos bases de apoyo zapatista; somos, con el océano de por medio, compañeros de lucha. Es una muestra de solidaridad desde abajo, solidaridad directa pueblo con pueblo. Estamos identificados con su dignidad y su causa".
En el contexto de la Fiesta Mayor de Gracia -uno de los barrios más populares de Barcelona-, que se celebra cada verano la tercera semana de agosto, la Coordinadora Popular de Fiestas, integrada por la Asociación de Vecinos, el Ateneo Popular La Torna, el Centro Social Ocupa Puig Antich (nombre del último preso político asesinado por el franquismo mediante el garrote vil) y el Ateneo Libertario, retomó la propuesta del Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista de Barcelona para hacer de Gracia un "municipio autónomo zapatista".
Jordi Busquets, joven abogado miembro del Ateneo La Torna, explicó esta decisión que combina el sentido solidario y festivo de los barceloneses: "La Fiestas Mayores de Gracia son centenarias, y es tradición que cada año los vecinos se organicen para adornar las calles con diferentes temas y montar comedores en las aceras. En la plaza del Dia mante tenemos la costumbre de politizar la fiesta y este año la dedicamos a la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En 99 lo hicimos con el tema de la Guerra Civil española y el carnaval lo dedicamos a los gays. Desde hace seis años hemos hecho de las fiestas un espacio liberado de solidaridad. Como decimos aquí: fiesta sí y lucha también".
Las estrechas calles y los muchos balcones de los edificios modernistas del barrio están adornados con papeles y figuras de colores. A la entrada de la plaza del Diamante una manta negra con letras rojas anuncia: "Municipio autónomo zapatista de Gracia". En lo alto ondean la bandera del EZLN junto al emblema de Gracia. "Somos un ejército de soñadores, por eso somos invencibles", se lee en otra pancarta desplegada entre los árboles.
La plaza luce grandes mantas alusivas a la lucha chiapaneca, contra la militarización de las comunidades indígenas y por la libertad de los presos políticos del mundo. Sobre la gente que baila en la explanada, la imagen de una indígena con un paliacate navega sobre la luna y unas cabezas con pasamontañas marcan este "territorio liberado". A media cuadra de ahí, de una ventana de la casa de Kan Titella, ocupada por jóvenes libertarios, cuelga una bandera pirata y otra anarquista.
David Fernández señala que en la decoración de la plaza participaron los viejos, los jóvenes y los niños del barrio. En el programa oficial de las fiestas se puede leer: "hemos querido dedicar nuestra celebración a aquellas personas que, tan lejos de nosotros pero tan cerca, están luchando por una vida digna: los indígenas chiapanecos".
En la plaza del Diamante tocan música, algunos grupos dedican sus canciones al EZLN. En el sonido local se escuchan fragmentos de comunicados del subcomandante Marcos y mensajes solidarios que leen integrantes del Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista. El último día de las fiestas se cantó el Himno zapatista.
También se montaron mesas de información, "chiringos" les dicen aquí, donde se ofrecen diversos materiales sobre América Latina, desde Brasil, Chile y Colombia hasta Chiapas; otros grupos difunden materiales sobre la lucha en favor de los migrantes sin papeles; además, se recaban firmas contra la pena de muerte y contra el racismo.
Las fiestas son apoyadas por la Generalitat de Catalunya -gobierno autónomo catalán-, el ayuntamiento de Barcelona y la Federación de Asociaciones de Vecinos del lugar. El dinero recolectado durante la celebración se destinará al apoyo de gente sin papeles que vive en Barcelona, vía la Asamblea Papeles para Todos, que se opone al racismo y a la nueva Ley de Extranjería "que busca criminalizar a los migrantes pobres".
Gracia, barrio de tradición libertariay solidaria que se declaró zapatista
Desde hace 150 años, las fiestas representan un esfuerzo de participación ciudadana autorganizada. Estas Fiestas Mayores de Gracia son una expresión de la cultura popular barcelonesa. Los vecinos y visitantes comparten la música, el baile y la comida en estas noches de verano que se prolongan hasta el amanecer.
Los vecinos, artesanos, trabajadores, amas de casa, gitanos, punks libertarios, inmigrantes latinoamericanos, árabes, marroquíes, turistas alemanes y de otros lugares de Europa comparten la Plaza del Diamante, convertida por voluntad de los vecinos en territorio libre.
La mayoría de los vecinos compiten por lograr la mejor calle. Este año, por casualidad, el concurso de avenidas adornadas lo ganó Verdi, que dedicó sus creaciones a México.
En la entrada de la pequeña calle un muñeco enorme que representa el estereotipo que hay en el extranjero del mexicano, sentado con su sombrero junto a un cacto. La figura de una mujer con su canasta y adornos hechos con chiles, latas de frijoles, carteles de peleas de gallos, envoltura de café de Veracruz, granos de maíz y hasta una cantina con borracho y sombrero de palma y botella de tequila incluidos.
En las últimas ediciones de la Fiesta Mayor de Gracia, los vecinos hacen eco de las nuevas realidades del mundo:
Gracia "inmersa en la Europa de las dos velocidades y una sola policía, y en la globalización neoliberal de la miseria, han intentado crear un espacio que apuesta inequívocamente por una solidaridad más necesaria".
El año pasado este trabajo solidario reunió dinero para la causa kurda, para las comunidades indígenas en resistencia de Chiapas y para proyectos comunitarios de Gracia. Al mismo tiempo, "seguimos luchando por que la Villa de Gracia se constituya como municipio autónomo en rebeldía; intentamos, por ahora, tener la condición de bases de apoyo zapatistas", dice el folleto de presentación. "Con la voluntad de que la solidaridad sigue efectiva cotidianamente y que a la propia edición de las fiestas las luchas de los pueblos de los pobres del planeta hagan avanzar las demandas zapatistas: libertad, justicia y democracia".
Esta acción se suma a otras recientes que han protagonizado los integrantes del Colectivo de Solidaridad con la Rebelión Zapatista. El primero de julio pasado, doce bomberos de la Generalitat se descolgaron de las torres de la iglesia de la Sagrada Familia -obra monumental de Gaudí y símbolo de esta ciudad- para exigir al gobierno mexicano el fin de la militarización en Chiapas, el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y el respeto a los derechos humanos. El 9 de agosto, en la plaza de Sant Jaume, un grupo de activistas del colectivo realizaron un ayuno de doce horas para protestar por el ataque paramilitar en la comunidad de Paraíso, en el municipio de Yajalón, al norte del estado sureño de México.
No cabe duda que la causa de los indígenas de Chiapas sigue latiendo en los confines del mundo. Barcelona sigue siendo esa Ciudad de los milagros que describiera magistralmente Eduardo Mendoza, con gente solidaria que no olvida a los indígenas zapatistas ni las causas más nobles de la humanidad.