JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000
* La declaratoria de la JFCA redita la historia del 92, afirma especialista
Entre protestas, se reinician labores en la VW
* Advierte el sindicato que insistirá en demandas, pese al laudo
La Jornada de Oriente y Elizabeth Velasco * Trabajadores sindicalizados de la Volkswagen reiniciaron labores desde las 11 de la noche de este miércoles, correspondientes al tercer turno, después de que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) consideró inexistente la huelga que estalló el viernes. Sin embargo, advirtieron que efectuarán movilizaciones para que se les reconozca su demanda de incremento salarial.
Al declarar la inexistencia de la huelga, la dependencia federal fijó un plazo de 24 horas para que los trabajadores se reincorporaran a sus actividades. Con ese antecedente y a fin de que la empresa no aplicara la rescisión de contratos individuales, el sindicato convocó a los obreros para que se reincorporaran a sus puestos a partir del tercer turno.
Aunque ayer por la tarde se reiniciarían las negociaciones entre el sindicato y la armadora, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) las pláticas se suspendieron luego de que José Luis Rodríguez Salazar, dirigente sindical, manifestó que no asistiría.
El subsecretario del Trabajo, Javier Moctezuma Barragán, explicó que una vez que se restablezca la normalidad en las actividades en la empresa se reanudarían las negociaciones. Comentó que a pesar de que jurídicamente queda prorrogado el contrato y podría no haber un aumento salarial, ''por razones de justicia los trabajadores merecen un incremento y le pedimos a la empresa su colaboración en ese sentido".
El vicepresidente de la armadora, Francisco Bada, quien esperó en la STPS a la directiva sindical poco más de una hora, afirmó: ''Estamos en condiciones de negociar y de dar un incremento a los trabajadores". Ratificó la última oferta de 12 por ciento de aumento directo al salario y dos por ciento en prestaciones.
Bada expresó su satisfacción por ''el regreso de los trabajadores a sus labores'', aunque reconoció que "indudablemente pudiera percibirse un ambiente de tensión por el conflicto, pero estamos dispuestos a tener una amplia comunicación con los trabajadores y los dirigentes sindicales".
Rechazó que la ausencia de Rodríguez Salazar haya sido ''deliberada''; fue producto "del agotamiento de todos durante las negociaciones''.
En entrevista telefónica, el dirigente sindical manifestó que no solicitará un amparo contra el laudo de la JFCA. En lugar de ello promoverá un emplazamiento a huelga. Tampoco modificó su propuesta de un aumento de 20 por ciento directo al salario y 3 por ciento en prestaciones. Además declaró que la única forma de distender la relación entre trabajadores y empresa se daría si ésta ''da una respuesta rápida a nuestra demanda salarial''.
Afirmó que resulta absurdo que la junta federal haya declarado la inexistencia de la huelga, porque según la empresa estalló a las 11:01 de la mañana del viernes, es decir, un minuto después de lo programado.
Multitudinaria manifestación
Con el propósito de dar a conocer las repercusiones del laudo y establecer las acciones a seguir, el dirigente convocó a reuniones divisionales en la unidad deportiva, ubicada en la recta a Cholula. Aunque en un principio se anunció que se llevarían a cabo cuatro, al final sólo se realizaron dos, una a las 10 de la mañana y otra al mediodía.
Ante casi 11 mil trabajadores, Rodríguez Salazar obtuvo el respaldo de los acuerdos establecidos: convocar a asambleas (que se efectuaron por la mañana), no firmar un pacto económico con la empresa, reiniciar labores a las 11 de la noche de hoy, no trabajar horas extras, aceptar el apoyo de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y organizar movilizaciones de inconformidad.
La primera de estas movilizaciones se inició hoy, a las 13:30 horas. Con la consigna de ''šduro!, šduro!, šduro!'', los 11 mil trabajadores se dirigieron hacia el Palacio de Gobierno. El contingente llegó a las 15:00 horas a su destino. Al frente de éste estuvieron José Luis Rodríguez y Francisco Hernández Juárez, entre otros.
El secretario de Gobernación, Carlos Alberto Julián y Nacer, recibió a Rodríguez Salazar y seis miembros del comité directivo del sindicato. En la plática, le solicitaron la intervención del gobierno estatal para que la empresa acepte una nueva negociación. En respuesta, el titular de la dependencia indicó que el gobierno estatal no podrá intervenir en la situación jurídica del conflicto, pero aseguró que existe disposición de la autoridad estatal para convencer a los empresarios de que no abandonen el diálogo.
Fabiola Martínez * La declaratoria de inexistencia de la huelga en la Volkswagen constituye la redición de los hechos ocurridos en 1992, cuando esta armadora automotriz de capital alemán, "protegida por el gobierno", logró que se desconocieran las relaciones laborales, colectivas e individuales, e impusiera un nuevo contrato y estatutos sindicales, señaló Huberto Juárez, responsable del proyecto automotriz del Centro de Investigación y Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía, de la Universidad de Puebla.
El académico afirma que la empresa fue la que ''rompió la paz laboral a propósito'' con una propuesta de 9.2 por ciento y no permitió que se estableciera una base de negociación con la petición del sindicato de 35 por ciento.
En un segundo momento, ya en la huelga, las asambleas divisionales del sindicato redujeron drásticamente el porcentaje a negociar ųentre 20 y 25 por cientoų; la empresa, como un ente protegido por las autoridades, asumió esto como un signo de debilidad del sindicato y se lanzó al cuello para desconocer el movimiento.
"Lo increíble son los argumentos que esgrimieron empresa, gobierno y hasta la jerarquía católica de Puebla para satanizar al sindicato, y también, al igual que en 1992, la extraordinaria prisa de la JFCA, que otorga la razón a la empresa en unas cuantas horas, recurriendo a un viejo recurso: el minuto que supuestamente excedieron los trabajadores para iniciar la huelga''.
El fondo de este problema, agrega Juárez, se concentra en las añejas pretensiones de la empresa para reproducir el modelo de fábrica modular mediante un esquema denominado cluster en el que empresas proveedoras pagan entre 40 y 50 por ciento menos de lo que perciben los sindicalizados, pero que en términos conjuntos representa la posibilidad de fabricar productos de alta calidad en el marcado ųcomo el New Beatle y el Jetta A4ų con mano de obra barata.
Sin embargo, dice el investigador de la Universidad de Puebla, la historia no se ha terminado: los trabajadores han asumido la decisión de regresar a la planta y emplazar nuevamente a la empresa por violaciones al contrato, pero conservar la unidad sindical y salir al paso ante los embates de la empresa.
VW ha sido la empresa más exitosa en la restructuración de la industria del automóvil iniciada a partir de los ochenta. El año pasado, esta armadora obtuvo nuevamente el primer lugar en unidades producidas y en exportaciones, incluso por arriba de General Motors y Chrysler, que habían ocupado ese sitio anteriormente.
En 1999 VW produjo 410 mil 308 unidades de un total de 1 millón 493 mil 606 unidades en el mercado nacional; mientras el costo laboral es de 4 por ciento respecto de los gastos totales de producción.
Arturo Alcalde, asesor jurídico de sindicatos independientes y miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), dijo que la declaratoria de inexistencia representa una actitud "grotesca e infantil" de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) y un retroceso a "tiempos del ex secretario del Trabajo, Arsenio Farell, que ya habíamos superado".
La Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (Fesebes), a la cual pertenecen los trabajadores de la Volkswagen, calificó el resolutivo de la JFCA como un embate al derecho de huelga y manifestaron su solidaridad con los sindicalizados.