JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000

* No hay vuelta de hoja, la obra debe empezar este sexenio, dice el gobernador


Amenaza Murat con expropiación a opositores del proyecto del Istmo

* La supercarretera dañaría manantiales, tierras de cultivo y zonas arqueológicas, alegan

* El gobierno les ofrece entre 10 y 90 pesos por metro cuadrado; ellos lo compraron en $437

Rosa Rojas, enviada, y Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 23 de agosto * La ciudadanía oaxaqueña tiene derecho a la información sobre el megaproyecto de desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec, para que sepa en qué se va a invertir y qué impactos tendrán esas inversiones, señaló a La Jornada el secretario general de Gobierno de la entidad, Anuar Mafud Mafud. Sin embargo, la oposición al inicio de los trabajos de la supercarretera, que irá de la capital a Tehuantepec y Huatulco, porque habrá afectaciones ecológicas, sociales, económicas y a vestigios arqueológicos, está siendo enfrentada mediante campañas que encabeza el propio gobernador, José Murat, acusando a los inconformes de "frenar el desarrollo económico y social de Oaxaca".

Murat ha reiterado que "no hay vuelta de hoja", y se recurrirá a la expropiación, porque urge empezar la obra antes de que termine el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, "para que no haya ninguna duda de que la próxima administración la concluya".

Al plantearle los cuestionamientos que diversas organizaciones sociales han hecho sobre la falta de información y consulta respecto al megaproyecto, Mafud Mafud reconoció que existe un plan de desarrollo integral del Istmo con el cual el gobierno estatal está de acuerdo, porque esa región atraviesa por una grave crisis económica y requiere inversiones para su recuperación.

Apuntó que la gente tiene derecho a opinar, "pero no a cuestionar un proyecto sin conocerlo", como hacen "organizaciones que incluso no tienen una presencia muy importante en la región" ųmencionó como ejemplo a la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni)ų; y al comentarle que justamente esa es la queja, que no se tiene información, el funcionario contestó que lo que el gobierno de la entidad debe hacer, "en su momento", es volver a organizar los foros que se realizaron cuando se empezó a hablar del megaproyecto.

Sobre la problemática de la citada supercarretera, estimó que no es verdad que vaya a afectar a las comunidades indígenas, "porque ya está el trazo del ferrocarril y el de la carretera".

El propio Murat informó a la prensa local que el proyecto de esa vía tendrá un costo superior a los 2 mil 500 millones de pesos, de los cuales, "550 millones están atorados en el banco por culpa de seis habitantes de Tlalixtac de Cabrera, quienes están frenando el desarrollo de Oaxaca 'por ambiciosos', y están apostándole a seguir hundidos en el rezago".

La realidad es que no son sólo los pequeños propietarios de Tlalixtac quienes se oponen al trazo de la misma. También están en esa resistencia las comunidades de Teotitlán del Valle y Santa Ana del Valle, por el lado de la capital, y una reunion-supercarretera veintena de comunidades cercanas a Tehuantepec, entre ellas San Pedro Leapi, Santiago Lachivía, San Baltazar Lagunas, Santo Domingo Lochiviti y Santo Tomás Quieri.

En el caso de estas últimas, Germán Martínez, de San Pedro Leapi, indicó que los trazos, que sin permiso de las comunidades hicieron los técnicos de la construcción de la vía, muestran que ésta dañaría manantiales y tierras de cultivo, además de que partiría en dos algunas de esas comunidades, y aunque han solicitado información sobre los impactos de la misma, jamás recibieron respuesta.

En Teotitlán del Valle, el presidente municipal, Mario Ruiz Mendoza, y el síndico Juan Isaac Vázquez, quienes iban acompañados por el arqueólogo Samuel Mata, del Centro INAH de Oaxaca, mostraron, en un recorrido por la zona que sería afectada, que justo sobre la denominada Piedra del Tecolote, los técnicos de la SCT pintaron las marcas del trazo de la carretera. Ahí se encontraron agujeros labrados en la piedra por los antiguos pobladores ųTeotitlán es el asentamiento más antiguo de la región, con vestigios de poblamiento de entre 8 y 10 mil añosų y, en marzo pasado, encontraron siete piezas arqueológicas entre vasijas, ollas y platos.

Informaron que los encargados del museo comunitario dieron aviso al INAH para solicitarle asesoramiento para continuar los trabajos de descubrimiento, ya que se hallaron también construcciones enterradas.

Ruiz y Vázquez informaron que en junio de 1999, después de que ya habían puesto trazos y estacas, técnicos de la SCT les avisaron del primer proyecto. "Nos opusimos porque iba a traer problemas fuertes. Seccionan el territorio en dos partes y sólo está contemplado un acceso, donde confluyen Tlacolula, Teotitlán y Santa Ana del Valle. Les dijimos que son muchos los caminos cosecheros que quedarían cortados, que hacían falta más accesos, y nos dijeron que no hay tiempo ni dinero".

Indicaron que ellos propusieron como alternativa ųen una reunión a la que fueron citados en la oficina de la Canacintra en el estadoų que se amplíe la carretera federal Oaxaca-Mitla a cuatro carriles, y que en ese tramo no se pongan casetas. Esa es también una de las propuestas alternativas de los afectados del poblado de Tlalixtac al trazo actual de la supercarretera.

"Nosotros dijimos a los industriales que también nos interesa la supercarretera, pero si nos va a perjudicar, eso ya no es progreso; que el beneficio sea para todos, que podamos intervenir en la toma de decisiones y no llegar a tener problemas tan fuertes como los que hubo en la carretera Oaxaca-México. Ellos tuvieron que reconocer que existen gr teotitlan-arqueologia-9-jpg acias a que nosotros, los pueblos indígenas, estamos aquí".

En Santa Ana del Valle, las autoridades municipales y agrarias de esta comunidad zapoteca negaron, "rotunda y definitivamente, el permiso para el trazo y demás trabajos de campo" de la supercarretera, en escrito del 18 de los corrientes dirigido a la residencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en el distrito de Tlacolula, debido a que nunca recibieron respuesta a su demanda de "explicaciones claras y concretas sobre los beneficios y perjuicios de este megaproyecto".

En su documento, las autoridades informan que "cualquier maniobra que se lleve a cabo en terrenos de nuestra jurisdicción será suspendida por la autoridad comunal, hasta en tanto no comparezcan altos mandos de este proyecto ante la asamblea general comunitaria", con base en lo que establecen la Ley de Derechos de Pueblos y Comunidades Indígenas, del estado de Oaxaca, y el Convenio 169 de la OIT, pues se afectarían los terrenos más fértiles de la comunidad.

En Tlalixtac, poblado conurbado a la ciudad de Oaxaca, en una reunión con la mayoría de los 42 afectados, se informó que por decreto de la Legislatura estatal, de 1993, esa es zona de reserva ecológica. Ahí, el trazo de la carretera afectaría 12 hectáreas de lo que es área de recarga de acuíferos, tierra altamente productiva y uno de los últimos pulmones de la capital oaxaqueña.

Subrayaron que propusieron como alternativas, para que no haya afectaciones ecológicas, ampliar el trazo de la carretera federal de Oaxaca a Mitla, utilizar el derecho de vía del ferrocarril o el trazo del viejo camino real, pero la Secretaría de Comunicaciones y Transportes defiende su proyecto "a capa y espada".

Finalmente, "ante la campaña de difamación" que se ha lanzado contra ellos, decidieron ponerle precio a la tierra. Pero con el avalúo de la Cabin pretenden pagarles entre 10 y 90 pesos el metro, según su posición respecto a la actual carretera federal, cuando hay gente que apenas hace un año pagó 437 pesos el metro cuadrado. "Entonces les dijimos que nos den mil por ciento de lo que dice el avalúo. El gobierno estatal afirma que ha conseguido que nos den cinco pesos más por metro, pero si no aceptamos amenazan con que nos va a expropiar", concluyeron.