JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000

* CIUDAD PERDIDA

* Miguel Angel Velázquez *

* Batir de palmas para Del Villar

* Fox y el vuelo de las sotanas

Seguramente ninguna televisora hará mención del anuncio, pero sucedió que ayer, durante el informe de coordinador del PRD en la Asamblea Legislativa, Martí Batres, la gente de ese partido y los invitados al acto, entre los que había priístas, petistas y hasta algún hombre cercano a Oscar Espinosa, brindaron el mayor de los aplausos de la tarde al procurador de Justicia del DF, Samuel del Villar.

Y allí, en el Museo de la Ciudad de México, como dije, había de todo, incluso gente de organismos no gubernamentales que con el batir de palmas reconocieron la labor de Del Villar, pese a todo, pese a las campañas necias, a las críticas obtusas o las recomendaciones bien intencionadas, šdesde luego!

Cosa curiosa, en el lugar estaban, entre muchos otros, Rosario Robles, la jefa de Gobierno, y Cuauhtémoc Cárdenas. La gente también reconoció la labor de ambos, el trabajo que uno y otra realizaron para hacer del gobierno de la ciudad algo diferente.

Fueron aplausos largos y fuertes, sonoros, para mejor decir, pero Del Villar se llevó la tarde. Quizá por que nadie lo esperaba, y resultó una sorpresa. Los perredistas y los no perredistas, pero principalmente las mujeres, hicieron un distingo especial al priísta Oscar Levín, quien apoyó desde la tribuna de la ALDF la ley para despenalizar el aborto, en algunos casos ya muy comentados.

Las manos sonaron y mientras aplaudían, unos miraban a otros como si trataran de reclamarse la actitud, pero seguían batiendo palmas y era de verdad increíble, pero a la vez un acto de madurez que el PRD no había tenido en toda su existencia, aunque habría que señalar a las mujeres, principalmente, como las más entusiastas.

Tarde de lluvia breve que no espantó a los curiosos ni amedrentó a los reporteros que apenas y terminó Batres su informe se lanzaron sobre Cárdenas para preguntarle sobre Fox, como quien quiere amarrar navajas.

El sillerío se descompuso, las grabadoras abrieron sus fauces para tragar cualquier palabra, pero quedaron como muchas otras veces, en ascuas, con esa inquietud propia del hambriento. No lo atraparon y entre una nube de gente que lo saludaba, que lo acompañaba, Cárdenas dejó el lugar.

Pero sí, la verdad, no estaban todos. No fue ningún ministro de la Iglesia católica ni tampoco estuvo el jefe de Gobierno electo, Andrés Manuel López Obrador, pero entre la gente estaba su jefe de asesores, que a diestra y siniestra aseguraba: "No sé si viene, no lo he visto", " a lo mejor llega, pero no sé". Todo dicho, eso sí, con el desplante ese, muy especial, de los jefes de asesoría, ni más ni menos. Usted ya los conoce.

Y luego de los "Nos-vemos-para-comer-Lista-la-camaroniza-Seguro, pónle fecha", Martí Batres superó la oleada de rumores y se hizo de la palabra. Entonces puso el énfasis en las actitudes panistas frente a la decisión del gobierno de la capital y de los legisladores, menos los panistas, claro, para poner al día la leyes sobre el aborto.

Pero algo más, alertó sobre la contrarreforma en ciernes. Los panistas en el DF jugarán al atraso, irán en contra de la gente para asegurar los intereses tanto de la Iglesia como de los de los grupos más retrógradas del país.

En busca del acomodo, de meterse en la punta de la ola, hay quienes siguen en la idea inocente, para no decirle de otra manera, de que Fox es la medicina, pero ellos saben que es la misma medicina, esa que se ha tragado el país durante los últimos 18 años.

Fox, se quiera o no, es la continuidad De la Madrid-Salinas-Zedillo-Fox, cada uno de los actos del último reafirma la política económica y social del primero, del segundo y el tercero.

Pero hay algo más. No todo el mal es Fox, también está el PAN que nada más por el momento le ha puesto alas a las sotanas, pero seguirá adelante y eso... eso sí que preocupa no nada más a Batres, debería de preocupar también a aquellos que ahora dicen que, por el bien de México, que le vaya bien a Fox.

Lo que no ve y es cierto es que si le va bien a Fox le va a ir bien a los intereses menos nacionales, a las hegemonías económicas transnacionales y a la gente que ve en la anexión silenciosa el mejor futuro del país.

No son pocos los que hablan ya de dolarizar la economía y de pellizcar la soberanía. Así se piensa en México y así lo miran muchos que desde hace buen rato tratan de remedar, de buscar en los reflejos de otros la realidad del país.

Y así, poco a poco, pellizco a pellizco, dentro de seis años, o menos, el engaño ese de la transición será el milagro de la anexión, eso sí, bendito por los más puros, los impolutos curas hoy en vuelo.

Así las cosas, si le va bien a Fox, muy mal le va a ir a México, y si no, al tiempo.

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