JUEVES 24 DE AGOSTO DE 2000
* Chimalhuacán es tierra de silencios y temores
Los fusiles de La Loba todos los vieron, pero nadie se dio cuenta
* El 18 de agosto en el Hospital 90 Camas se atendieron a 125 heridos
Juan Antonio Zúñiga M. * Con más de un millón de habitantes, de acuerdo a los cálculos de este municipio, y aproximadamente 600 mil, según el censo de población y vivienda, Chimalhuacán ų"donde están los poseedores de escudos"ų es tierra de silencios y de temores en la que campea el miedo. Es tierra de nadie.
Aquí, sobre el cerro de Las Palomas, donde se asienta el ayuntamiento, por lo menos 67 fusiles fueron introducidos al Palacio Municipal la noche del 17 al 18 de agosto a través de la casa que Guadalupe Buendía Torres, La Loba, tiene exactamente atrás del inmueble público y cuya fachada da justo a la avenida principal ųNezahualcóyotlų de esta localidad. Todos los vieron, pero nadie se dio cuenta.
En la parte superior de cada una de las dos puertas que dan acceso a la entrada principal del ayuntamiento, hay seis clavos de 15 centímetros de largo, mudo testimonio de que con ellos se remachó por la noche una trabe para impedir el paso del nuevo alcalde y su cabildo al Palacio Municipal, pero nadie escuchó nada.
Por las partes bajas del cerro de Las Palomas, en medio del polvo y la insalubridad, se asienta el Hospital 90 Camas ųcomo conocen los habitantes de Chimal a la Unidad Solidaridad de la Secretaría de Saludų, donde atendió desde la mañana a más de 125 personas, "casi todas heridas de arma de fuego en el tórax y la región lumbar, graves por el desangrado", comenta una doctora que estuvo de guardia y solicitó el anonimato.
"Los pacientes se desangraban en el piso, la capacidad de atención quedó totalmente desbordada. Llegaron los cuerpos de dos personas en calidad de cadaver. Aquí mismo se intervino a cuatro en extrema gravedad y hubo muchos traslados porque, además, el hospital de apoyo en esta zona, el Gustavo Baz, estuvo cerrado. También llegaron heridos por arma punzocortante", resume la médica. Por cierto, las líneas telefónicas de esta unidad quedaron bloqueadas.
La calle de Las Flores, en el barrio de Xochiaca, por las inmediaciones del cerro de Las Palomas, tiene la peculiaridad ųademás de que ahí habitualmente habitaba Guadalupe Eulalia Buendía Torres, La Lobaų de que acceso en vez de pavimento tiene adoquín y dos arcos de ladrillo.
La casa no presenta ninguna ostentanción visible y ųsalvo que al tocar el timbre se abre una puertecilla interior que deja ver una serie de perforaciones en círculo desde su mira hacia fuera y no es posible atisbar al interiorų parece una vivienda común de clase media. De un automóvil Escore color rojo, placas 886 KLM, desciende una mujer joven, vestida de traje sastre y se encamina hacia el portón. Al ver que hay gente que timbra simula ir hacia otro lado.
Cuando los curiosos se retiran, de un Dodge Ram Charger, también rojo --placas LGN 8920--, descienden tres hombres y juntos, mujer y ellos, tocan el timbre. La puerta se abre y pasan al interior.
La tarde-noche del lunes 21 de agosto, estas personas fueron vistas dentro del Palacio Municipal de Chimalhuacán cuando el nuevo alcalde tomó posesión del inmueble. Ella se comunicaba con alguien desde su celular, en una esquina del recinto.
Tierra originalmente de trabajadores de la cantera, a cada lado de la pequeña escalinata que conduce a la entrada principal del ayuntamiento de Chimalhuacán hay dos leones labrados en piedra de cantera. Son masculinos, pero en el soporte de las figuras el cincel del autor hizo dos incisiones sobre la piedra para dar nombre a cada uno de los felinos: en uno, dice "Margarita" y la gente dice que se trata de Margarita Preysser; el otro "Guadalupe", por Guadalupe Elualia Buendía Torres. Es decir, La Loba y quien fuera su lugarteniente. Ahí están, a la vista de todos, y nadie los mira.